No vende un producto, sino que cuenta historias personales para derribar prejuicios. Con la campaña #SomosNuestraTierra, el Área de Juventudes del sindicato agrario COAG quiere que el sector primario, el más pegado a la tierra, tenga mayor presencia en el mundo virtual. Buscan facilitar la incorporación de jóvenes al sector – 6 de cada 10 profesionales agrarios se jubilarán en los próximos diez años- y mejorar la “denostada imagen social” de la agricultura como profesión. Son jóvenes, son agricultores, y reivindican la elección de lo que para ellos es, no un medio de vida, sino una forma de vida.
“En la sociedad persiste la imagen de que quien sale del pueblo, quien vive en la ciudad, es el verdadero triunfador. Y, al contrario, como agricultor tienes calidad de vida”. Así lo explica Marcos Garcés, responsable del Área de Juventudes de COAG y un ejemplo del agricultor que se dedica al campo por vocación y por convicción, después de pasar por la Universidad y con una nueva visión de hacer las cosas. En Bañón (Teruel) cuida las tierras de sus abuelos. Desde pequeño disfrutaba en el campo, pero salió a estudiar. Primero Ingeniería agrónoma, que no le gustó, y finalmente se licenció en Sociología, “que no se relaciona directamente con este trabajo, pero se pueden encontrar aplicaciones”, cuenta.
A la explotación familiar le ha dado un nuevo impulso hacia el cultivo ecológico porque cree que es el futuro: “Ahora que en el primer mundo tenemos asegurada la alimentación, queremos que sea de calidad” aunque tengan que competir con otros productos de fuera de Europa con menos exigencias en este sentido.
La experiencia de Marcos se hizo viral hace unos años tras publicar en redes sociales un artículo titulado Por qué soy agricultor después de la Universidad, pero la idea de la campaña es trasladar que hay muchos más “Marcos” en el sector primario. Algunos de ellos relatan sus historias en la web www.somosnuestratierra.com, porque contar su realidad, su día a día y por qué eligieron esta forma de vida, es una manera de desterrar los prejuicios sobre esta profesión.
Mujeres y hombres jóvenes de distintos puntos de España explican en este portal por qué les gusta ser agricultores o ganaderos y las muchas razones que les hacen estar orgullosos de su profesión. Una web que pretenden también que sea un “espacio de referencia para los jóvenes que quieran incorporarse al mundo agrario y para las personas con inquietudes e interés por el sector”, apunta Garcés.
El apartado de recursos para los jóvenes interesados se plantea para poner las cosas lo más fácil posible: “Existen trámites tan cortos que los podrías rellenar por whatsapp”, anuncian en el apartado burocrático, pero ofrecen información también de las ayudas disponibles, la legislación, los cursos de formación, las tendencias o las posibilidades de innovación a través de las nuevas tecnologías.
Además, la campaña tiene previsto realizar lo que denominan “Diálogos para un relevo generacional sostenible en el campo español”, que incluirá encuentros físicos con jóvenes en el medio rural para echar mano de los “micro-influencerse agrarios”, cuentan, como herramienta de motivación para otros. También quieren llevar a cabo esos encuentros en las principales ciudades españolas para “revalorizar la imagen de la agricultura”.
“Entre todos debemos construir un medio rural moderno, donde se pueda vivir, con servicios. Y trabajar mucho el tema de la imagen, de la divulgación, dando a conocer el sector y educando al consumidor”, destaca Garcés.
Incorporación insuficiente
Las cifras oficiales de solicitudes de incorporación a la agricultura se quedan muy por debajo del umbral recomendable, con una media anual de 8.500, según destacaba durante la presentación de la campaña el secretario general de COAM, Miguel Blanco. Calculan que 202.000 agricultores activos dejarán de serlo en el periodo 2020-2030 en España, y por eso se necesitarán al menos 20.000 nuevos agricultores cada año para garantizar este relevo generacional.
Tan solo el 3,7 % de la población agraria española tiene menos de 35 años, según datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), dependiente del Ministerio, que divulga el sindicato agrario. Además, únicamente el 0,55 % de los receptores de ayudas de la Unión Europea son menores de 25 años.
La reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) esperan que ayude a poner las cosas más fáciles: “Hay que hacer una política agraria que no sea de pasado, sino de futuro”, dice Garcés, y eso implica que, por ejemplo, el reparto de las ayudas no se mantenga cómo hace dos décadas sino que recaigan también en los jóvenes que trabajan en el campo.
Consideran que el relevo generacional es una necesidad, no solo para rejuvenecer un sector primario esencial en el país, sino para cambiar el enfoque sobre la manera de trabajar, que de cara al futuro deberá ser más eficiente y más sostenible, con el beneficioso efecto además de devolver la vida al medio rural.