WiZink Center estudia construir en la zona del Portillo de Zaragoza un auditorio con capacidad para 10.000 personas, en el que se realizarán eventos culturales, musicales y deportivos de proyección nacional e internacional.
La inversión prevista son unos 25 millones de euros y los plazos que manejan los responsables de WiZink Center es que tenga al menos un uso de 150 días al año y pasen 300.000 personas. Se tendría que adjudicar la construcción este año para comenzar las obras a principios de 2024 y en el plazo de funcionamiento sería a finales de 2025.
Este proyecto lo han dado a conocer el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón; y el presidente de Prevenue, Xavier Bartrolí, después de que la semana pasada el Gobierno de Zaragoza diera luz verde al proyecto de reparcelación que permitirá desarrollar los suelos de El Portillo.
El Ayuntamiento de Zaragoza le concedería a WiZink Center suelo municipal en dos parcelas de 5.000 y 1.000 metros cuadrados, respectivamente, formando dos módulos y cuya figura jurídica “está pendiente de decidir”, ha preciado el alcalde.
Se ubicaría en un espacio al lado de otro equipamiento ya existente como es el CaixaForum, que se hizo mediante una “enajenación directa y no hubo debate, por el que el Ayuntamiento perdía la propiedad para que la obra social de laCaixa, impulsora del proyecto adquiriera la propiedad”, ha recordado Azcón. En este otro caso, se trata de una colaboración público privada y la “mejor fórmula se decidirá en fechas próximas”, ha zanjado.
La inversión asciende a unos 25 millones de euros y los promotores, “para que les salgan los números”, tienen que alquilarlo 150 días al año y que pasen 300.000 personas, el impacto económico en la ciudad “sería altísimo, sino no se haría, pero no está hecho el estudio”, ha aclarado.
Los directivos de Provenue vinculan el éxito de WiZink Center a que sea un equipamiento “multiusos” que albergue grandes acontecimientos deportivos y eventos culturales y musicales. El de Madrid “está en todas las agendas de ocio de España”, ha recordado Azcón. Ese equipamiento se puede replicar en Zaragoza y que “ese modelo de éxito en Madrid pueda venir a la capital aragonesa”, ha confiado el alcalde.
En rueda de prensa, Azcón ha subrayado que estos suelos del Portillo llevan sin uso unos 15 años y sería una colaboración público privada en la que el suelo “siempre sería público y la empresa explotaría el equipamiento”. Sería uno de los “más potentes en España” desde el punto do vista cultural musical, deportivos y de ocio, ha recalcado.
Por su parte, el presidente de Provenue, Xavier Bartrolí, ha reconocido que “es un placer trabajar con el Ayuntamiento de Zaragoza para avanzar en esta idea para la ciudad”. Ha comentado que desde hace una década se ha producido una realidad que toda la sociedad “admite” de que el mundo de la música es una referencia en las ciudades y se necesita de espacios multiusos que alberguen música en directo.
“Es una necesidad de ciudad y este equipamiento quiere ocupar ese espacio”, ha remachado. La capacidad que tiene Zaragoza por ubicación, que “es brutal; por su comunicaciones, que pueden facilitar mucho; el área metropolitana; y la propia población de Zaragoza, que ”siempre responde a las programaciones de calidad, con esta infraestructura se pone a un nivel nacional e internacional que toda la ciudad también puede estar esperando“.
Sobre los plazos ha incidido en que se quiere ir todo lo rápido que se pueda y lo “óptimo” sería que en 2023 concluyera el proceso administrativo y terminar “flecos de financiación” para comenzar a construir a principios de 2024.
El plazo de funcionamiento sería a finales de 2025 y “estamos muy ilusionados porque esta infraestructura sea un símbolo de riqueza y pueda generar un entorno económico superpositivo”.
Ha comentado que Provenue tiene el foco en tres ciudades: Zaragoza, Vigo y Málaga para precisar que son “operadores y gestores de eventos no promotores por lo que puede venir cualquier a alquilar ese espacio nuevo”. “La clave es que cuantas más cosas pasen mejor”, ha resumido.
Xavier Bartrolí ha informado de que tras identificar el espacio, que es idóneo, la forma arquitectónica del proyecto sería generar una sala con un mínimo de 10.000 personas que la ciudad “puede y debe manejar con facilidad y dotar de servicios para atender todo ese público potencial”. De esta forma, han ideado un módulo grande para los eventos de mayor capacidad y otro más pequeño que albergaría una sala polivalente, ha concluido.