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La Alcaldía de Barbastro al servicio de los Amigos de la Plaza de Toros

Olga García

Coordinadora del Partido Animalista (PACMA) Zaragoza. —

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El Alcalde de Barbastro, Don Antonio Cosculluela (PSOE), quiere toros en el día grande de las fiestas. Para decirlo más claramente, quiere ver morir a los toros. Y lo desea cueste lo que cueste. Cuesta más de 6.000 euros. El año anterior ya se quedó sin corrida, al declararse desierta la convocatoria para la licitación del evento.

El concejal de Festejos, Don Francisco Blázquez (PSOE) también quiere fiesta. Así las cosas, la asociación cultural Amigos de la Plaza de Toros de Barbastro espera la corrida con más ahínco si cabe.

Y los amigos de la Plaza de Toros (que no de los toros) van marcando los pasos, a medida, de las modificaciones en las licitaciones municipales que el Consistorio debe hacer para complacer también sus bolsillos, porque no todo va a ser fiesta, hay que atender los negocios.

Y si hay que rebajar las exigencias de solvencia técnica, en cuanto al número de corridas previas que la contrata exige, pues el Ayuntamiento las rebaja.

Y si hay que rebajar el importe de rentabilidad de las corridas previas, pues el Ayuntamiento las rebaja.

Por todas estas razones el pliego de condiciones de la licitación se ha vuelto laxo, complaciente.

Aun así, cabe duda de que este año padezcan hasta la muerte animales en esa plaza para deleite de la escasa afición. Las empresas saben que las corridas de toros ya no son rentables sin ese pequeño empujón de la Administración y la asociación taurina ya ha marcado el próximo movimiento al alcalde. No piden una corrida, eso les parece poco para Barbastro. Piden fiesta, mucha fiesta. Y en consecuencia una subvención mayor a la adjudicación.

A ver si este año hay suerte y consiguen su tan ansiada diversión no a costa de la vida de seis animales, sino más. Y ya de paso hacen su agosto con un pequeño esfuerzo de todos los contribuyentes. En Barbastro deben de estar contentos con las enormes atenciones que el Ayuntamiento dedica a las asociaciones del municipio.

No es necesario gobernar para los casi 17.000 habitantes que tiene la bella localidad, basta con una asociación cultural ansiosa de diversión para que un Consistorio se desviva por complacer a los 2600 espectadores que puedan llenar, o seguramente no, la plaza. Lo demás son fruslerías.

El Alcalde de Barbastro, Don Antonio Cosculluela (PSOE), quiere toros en el día grande de las fiestas. Para decirlo más claramente, quiere ver morir a los toros. Y lo desea cueste lo que cueste. Cuesta más de 6.000 euros. El año anterior ya se quedó sin corrida, al declararse desierta la convocatoria para la licitación del evento.

El concejal de Festejos, Don Francisco Blázquez (PSOE) también quiere fiesta. Así las cosas, la asociación cultural Amigos de la Plaza de Toros de Barbastro espera la corrida con más ahínco si cabe.