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Si alguna vez me olvido

Si alguna vez me olvido, no olvides llegar hasta mí y cerrar con llave el lugar donde reside el olvido. No quiero olvidar. No quiero olvidar tu París en nuestros ojos y no quiero olvidar que mientras el avión surcaba el cielo de París, desde Milán llegaban acordes de amor y de felicidad. No quiero olvidar, olvidar es morir en un lugar donde no reside más que el color negro de nuestros peores demonios, esos a los que no pusimos nombre, esos a los que abandonamos en un lugar del camino, que no era más que un camino sin retorno. No quiero olvidar ni olvidarte y si acaso alguna vez olvido las palabras que pronuncié, las noches que pasé o los labios que besé, tendrás que volver, cogerme de la mano y llevarme a todos los lugares recorridos, a todos los nombres amados, a todos los rincones acariciados. Para que no olvide.

No queremos olvidar, ni como personas ni como pueblo, porque el olvido te cierra los ojos y te deja a merced de todos aquellos que deciden recordar por ti. No quiero olvidar. No quiero olvidar tu sabina altiva en mitad de los Monegros. No quiero olvidarte mi viejo y acribillado Belchite. No quiero olvidarte mi cruz sobre Oroel. No quiero olvidarte cantando entre el Mercado Central y el Ebro, mientras Zaragoza amanecía con niebla y gotas cerradas de agua. No quiero olvidarte, Teruel, que llevas mi nombre cosido en tardes de palabras donde los mayores construían mis recuerdos para que no olvidara. Y a ti, Aragón, a ti te quiero recordar siempre libre, haciendo futuro y permitiendo que todos los hombres y mujeres, sea cual sea su identidad de género y orientación sexual, lo sean por igual y en igualdad.

Si alguna vez me olvido, recuérdame los días a los que pusimos nombre consiguiendo realidades que nos hacen más hombres y mujeres. Más hermosos y más valientes. Si alguna vez me olvido, si alguna vez nos olvidamos, de nada habrá servido quererte tanto, Aragón. Si alguna vez me olvido, no olvides llegar hasta mí y hacer que respire de nuevo tu aire, que palpe tus piedras, que dibuje tus perfiles y que bese tus sueños. Si alguna vez me olvido, vuelve para que no pueda olvidarte.

Hoy 20 de diciembre, día de los Derechos y Libertades de Aragón, se ha aprobado la Ley LGTBI (Ley de Igualdad y Protección Integral contra la Discriminación por razón de Orientación Sexual e Identidad de Género)

Si alguna vez me olvido, no olvides llegar hasta mí y cerrar con llave el lugar donde reside el olvido. No quiero olvidar. No quiero olvidar tu París en nuestros ojos y no quiero olvidar que mientras el avión surcaba el cielo de París, desde Milán llegaban acordes de amor y de felicidad. No quiero olvidar, olvidar es morir en un lugar donde no reside más que el color negro de nuestros peores demonios, esos a los que no pusimos nombre, esos a los que abandonamos en un lugar del camino, que no era más que un camino sin retorno. No quiero olvidar ni olvidarte y si acaso alguna vez olvido las palabras que pronuncié, las noches que pasé o los labios que besé, tendrás que volver, cogerme de la mano y llevarme a todos los lugares recorridos, a todos los nombres amados, a todos los rincones acariciados. Para que no olvide.

No queremos olvidar, ni como personas ni como pueblo, porque el olvido te cierra los ojos y te deja a merced de todos aquellos que deciden recordar por ti. No quiero olvidar. No quiero olvidar tu sabina altiva en mitad de los Monegros. No quiero olvidarte mi viejo y acribillado Belchite. No quiero olvidarte mi cruz sobre Oroel. No quiero olvidarte cantando entre el Mercado Central y el Ebro, mientras Zaragoza amanecía con niebla y gotas cerradas de agua. No quiero olvidarte, Teruel, que llevas mi nombre cosido en tardes de palabras donde los mayores construían mis recuerdos para que no olvidara. Y a ti, Aragón, a ti te quiero recordar siempre libre, haciendo futuro y permitiendo que todos los hombres y mujeres, sea cual sea su identidad de género y orientación sexual, lo sean por igual y en igualdad.