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Una reflexión que no invita precisamente a instalar un surtidor de cerveza en el Congreso, la última ocurrencia del PP, para ¿celebrar? una legislatura que pasará a la Historia por la destrucción de un buen número de logros sociales conseguidos en las tres décadas anteriores. Ese informe revela que por primera vez en la Historia, el 1% de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante.
Para los que trabajamos por la redistribución de los recursos y un reparto solidario del capital, esta cifra solo puede preocuparnos. Hay un dato más inquietante todavía, y es el que indica que desde la irrupción de esta grave crisis económica, los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres son cada vez más pobres. Y la tendencia indica que así será cuando se salga de la recesión.
El informe es un rosario de desvergüenzas. Aumentan los ultrarricos, que son aquellos que poseen más de 500 millones de patrimonio. 120.000 personas que tienen unas fortunas superiores a las que suman varios millones de personas. El informe constata un incremento del precio de los activos de las grandes empresas mientras en el sur de Europa se ha recortado en dependencia, educación, sanidad o Justicia.
Mientras, en España, el salario de los altos ejecutivos del Ibex35 aumentaba en un año un 80% y algunos de ellos ganaban hasta 40 millones de euros anuales. 150 veces más que un empleado medio de esas mismas empresas.
Estos datos indican que no existe una brecha salarial. Más bien una herida sin fondo y sangrante que debe atajarse de inmediato. La mayoría de estas riquezas se han generado además de forma especulativa, en muchos casos cargando sobre la parte débil del planeta (un 99%) el daño que ha generado esa especulación.
Es urgente por ello que las organizaciones internacionales y los Estados del mundo aborden de forma urgente esta situación. Es inadmisible que se produzca esta desigualdad en un mundo que afronta además hambrunas y guerras que van a incrementar todavía más la desigualdad. No podemos vivir ni un minuto más con esta pesada losa encima. Nuestros hijos y nietos no se merecen un mundo que asiste impasible a una injusticia de este calibre.
Una reflexión que no invita precisamente a instalar un surtidor de cerveza en el Congreso, la última ocurrencia del PP, para ¿celebrar? una legislatura que pasará a la Historia por la destrucción de un buen número de logros sociales conseguidos en las tres décadas anteriores. Ese informe revela que por primera vez en la Historia, el 1% de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante.
Para los que trabajamos por la redistribución de los recursos y un reparto solidario del capital, esta cifra solo puede preocuparnos. Hay un dato más inquietante todavía, y es el que indica que desde la irrupción de esta grave crisis económica, los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres son cada vez más pobres. Y la tendencia indica que así será cuando se salga de la recesión.