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El lobo que llegó a los Monegros

Olga García

Coordinadora del Partido Animalista (PACMA) en Aragón —

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Corría el mes de abril de este año cuando nos sobrecogió un bando municipal en Leciñena que autorizaba a los cazadores a llevar a cabo batidas contra los perros que, supuestamente, estaban atacando y acabando con la vida de diversos animales de los rebaños de la zona. Dos miembros del equipo de PACMA Aragón se desplazaron hasta esta localidad para informar al alcalde, Don Gonzalo Gavín González (PSOE), de lo inoportuno de la medida. La batida fue paralizada en aquel momento a la espera de soluciones éticas y respetuosas con todos.

El día 10 de junio se publicó que los perros no eran tales sino que se trataba de un lobo joven. El caso da un giro considerable. Si los perros llamados por algunos “asilvestrados” eran el enemigo a batir, ahora se habla de un animal que no goza de popularidad. Los lobos, esquivos por naturaleza, recorren extensas áreas y su censo es difícil. Es más adecuado hablar de estimaciones. En cualquier caso, el lobo no es una especie en expansión como muchos quieren hacer creer. El lobo ibérico se considera una especie extinguida en los Monegros (Ruiz Gaspar, J., Escuer, C. en Monegros Project, 2014), si bien es cierto que la toponimia de la zona revela la presencia del lobo en otros tiempos (Cantalobos, Boquero Lobo, Val de Lupo...).

PACMA ha presentado un requerimiento para garantizar la protección del lobo en la comarca de los Monegros. En primer lugar, es de gran importancia determinar con certeza que el animal avistado es un lobo. Se trata de una pieza clave para mantener la salud de los ecosistemas. La gestión humana jamás será más adecuada que la función que cumple el lobo en el mantenimiento de sistemas ecológicos sanos y versátiles (Brook, L.A., Johnson, C.N., Ritchie, E.G., 2012). Tal es su relevancia, que el Congreso pidió recientemente al Gobierno declarar al lobo ibérico especie protegida, por motivos ecológicos, científicos, sociales, culturales y éticos en todo el territorio español.

En segundo lugar, la Directiva Europea 92/43 CEE, (Directiva de hábitats) Anexo IV, e incluido en el anexo II (“especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de conservación”) emplaza a todas las regiones en las que habita el lobo a proteger su hábitat, garantizar que su supervivencia no se ve comprometida y que la conectividad con las poblaciones del norte de la Península es factible mediante corredores y pasos de fauna específicos.

Por todo ello las Autoridades se encuentran ante un reto que puede marcar un hito en la conservación y la protección del patrimonio natural de nuestras tierras. Si este lobo joven ha venido a establecerse, deberíamos sentirnos orgullosos de la futura vitalidad de las tierras de Aragón y deberíamos ser capaces de gestionar la presencia de este animal con sentido común, serenidad y respeto por la naturaleza. Esperamos que se cumpla la Directiva Europea, que nadie se vea nuevamente perjudicado en este asunto y que no se repitan los errores del pasado.

Desde PACMA, seguiremos trabajando para que se respeten los derechos de todos los animales y esperamos que cuenten con nuestras aportaciones antes de que se lleguen a tomar decisiones irreversibles.

Corría el mes de abril de este año cuando nos sobrecogió un bando municipal en Leciñena que autorizaba a los cazadores a llevar a cabo batidas contra los perros que, supuestamente, estaban atacando y acabando con la vida de diversos animales de los rebaños de la zona. Dos miembros del equipo de PACMA Aragón se desplazaron hasta esta localidad para informar al alcalde, Don Gonzalo Gavín González (PSOE), de lo inoportuno de la medida. La batida fue paralizada en aquel momento a la espera de soluciones éticas y respetuosas con todos.

El día 10 de junio se publicó que los perros no eran tales sino que se trataba de un lobo joven. El caso da un giro considerable. Si los perros llamados por algunos “asilvestrados” eran el enemigo a batir, ahora se habla de un animal que no goza de popularidad. Los lobos, esquivos por naturaleza, recorren extensas áreas y su censo es difícil. Es más adecuado hablar de estimaciones. En cualquier caso, el lobo no es una especie en expansión como muchos quieren hacer creer. El lobo ibérico se considera una especie extinguida en los Monegros (Ruiz Gaspar, J., Escuer, C. en Monegros Project, 2014), si bien es cierto que la toponimia de la zona revela la presencia del lobo en otros tiempos (Cantalobos, Boquero Lobo, Val de Lupo...).