Mujeres y turismo: el motor invisible del desarrollo sostenible

El turismo es una de las industrias más dinámicas y de mayor crecimiento a nivel global, representando aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y generando uno de cada diez empleos, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Dentro de este sector, las mujeres desempeñan un papel fundamental, constituyendo el 54% de la fuerza laboral turística a nivel mundial. Sin embargo, a pesar de su significativa presencia, persisten desafíos en términos de igualdad de género y sostenibilidad que requieren atención y acción concertada.

Las mujeres están sobrerrepresentadas en el sector turístico en comparación con la economía en general. No obstante, su participación se concentra predominantemente en roles operativos y de servicio, como camareras, recepcionistas y personal de limpieza, que suelen estar asociados con salarios más bajos y condiciones laborales menos estables. Además, las mujeres llevan a cabo un gran volumen de trabajo no remunerado en negocios turísticos familiares, una realidad que a menudo queda en la sombra. Según datos de la OMT, las mujeres representan aproximadamente el 70% de la fuerza laboral en estos negocios en todo el mundo. Este trabajo no remunerado abarca una amplia gama de responsabilidades esenciales para el funcionamiento del negocio, como atención al cliente, gestión de reservas, administración y limpieza. A pesar de la importancia crucial de estas labores, en ocasiones no se reconocen como una contribución económica formal. Esta falta de reconocimiento refuerza la persistente brecha de género en el sector turístico, donde las mujeres enfrentan desafíos significativos en términos de acceso a empleos bien remunerados, oportunidades de progreso profesional y valoración de su trabajo. 

En términos de liderazgo, las mujeres ocupan solo el 15% de los cargos directivos en el sector turístico y representan apenas el 7% en los consejos rectores de cooperativas, según datos de asociaciones de desarrollo rural en España. Esta subrepresentación en posiciones de toma de decisiones limita su influencia en la formulación de políticas y estrategias que afectan directamente sus vidas y regiones.

A pesar de los avances, persisten desafíos significativos. Las mujeres en el sector turístico a menudo enfrentan barreras como la discriminación de género, la brecha salarial, la falta de acceso a formación y capacitación, y la limitada representación en roles de liderazgo. Estas barreras no solo afectan a las mujeres individualmente, sino que también limitan el potencial de desarrollo sostenible del sector en su conjunto.

Pese a ello, el turismo también ofrece oportunidades únicas para el empoderamiento de las mujeres. El sector puede servir como una plataforma para la creación de empleo, el emprendimiento y el desarrollo de habilidades, proporcionando a las mujeres medios para mejorar sus condiciones de vida y las de sus comunidades. Por ejemplo, en el ámbito del turismo rural y comunitario, las mujeres pueden liderar iniciativas que promuevan la conservación del medio ambiente y la cultura local, al tiempo que generan ingresos y fomentan la cohesión social.

Para avanzar hacia un turismo más igualitario y sostenible, es esencial implementar políticas y estrategias que promuevan la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Esto incluye la promoción de la igualdad laboral y salarial, la eliminación de barreras de acceso para las mujeres en puestos de liderazgo y la valoración y reconocimiento del trabajo no remunerado que realizan en los negocios turísticos familiares. Solo mediante acciones concretas y comprometidas podremos construir un sector turístico más justo e igualitario.

Además, es fundamental fomentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones y en la planificación y gestión del turismo. Esto no solo contribuirá a la igualdad de género, sino que también enriquecerá el sector con perspectivas diversas y soluciones innovadoras, impulsando así el desarrollo sostenible.

En este contexto, Mujeres para el Diálogo y la Educación (MDE) es una asociación que contribuye de manera decisiva al avance de la igualdad en las políticas de turismo y desarrollo sostenible. En 2019 se convirtieron en la primera asociación de mujeres en tener un stand propio en FITUR y llevan varias décadas trabajando en la sensibilización de la industria para que las mujeres accedan progresivamente a los órganos de decisión y en la habilitación de productos y servicios para ellas. Además, organizan unos premios para reconocer iniciativas innovadoras e igualitarias en el marco del turismo, y este año el Premio a Mejor Destino ha recaído sobre la ciudad de Teruel, reconociendo de este modo a nuestra región como un destino que avanza hacia la igualdad en su desarrollo turístico y territorial.

En conclusión, las mujeres desempeñan un papel esencial en el turismo y su contribución es vital para lograr un desarrollo sostenible e inclusivo. Reconocer y apoyar su participación y liderazgo no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia inteligente para fortalecer el sector turístico y maximizar sus beneficios económicos, sociales y ambientales.