El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
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Se encuentran de todas las clases sociales, de todos los gremios y profesiones, hombres, mujeres y binaries, pero somos conscientes de las excluidas, de esas que no van a poder salir a la calle este 8 de marzo, de esas que ni asisten a otras reivindicaciones importantes porque no tienen tiempo que perder ni les queda aliento para gritar.
Recordamos y homenajeamos a las chachas, tatas, sus labores y viudas que con honestidad y grandeza hicieron lo posible para que el hoy sea mejor, a esas mujeres de todos los colores en todos los países.
Algo está ocurriendo en la calle, se nota y presiente nunca se había hablado tanto de cuidados, de pensiones y de mujeres en este plan.
Se prepara el 8 de marzo una huelga general de mujeres y solicitan el apoyo de los hombres. Se manifiestan pensionistas y piden que no se les trate como a idiotas. Las feministas apoyamos un cambio social, esperamos que un día llegue, y no estamos pidiendo imposibles.
Las mujeres de pueblos suministraban tradicionalmente la mano de obra más barata a las familias bien de las ciudades (algunas de muy corta edad) en la postguerra fueron a “servir”. Salieron para suministrar “ayudica a la familia” para buscar un camino sin retorno en el que poder mejorar sus vidas porque el destino se veía muy gris. Grises y en penumbra sirviendo de sostén a sus familias y a las familias en las que sus trabajos eran agua de mayo, pero no se las puso en valor ni se pagó por ellas ningún tipo de seguro; las cosas eran así. La mayoría después de un tiempo dejaban de trabajar al casarse, realizando el mismo trabajo, pero llamándose “sus labores”; las que quedaron viudas tienen miserables pensiones de viudedad.
Actualmente y generalmente son mujeres de otros países, y españolas en riesgo de exclusión, las que hacen estos trabajos de cuidados. Al común de las personas no se les escapa.
Por fin las mujeres y los jubilados están en la agenda política, se ha puesto de moda entre conversaciones, las empresas se dan cuenta de la importante brecha salarial y del peligro de fractura social, de la sobrecarga de las personas en situación de riesgo, cada vez más numerosas.
El hogar era el descanso del guerrero en el que estaba una buena mujer para que todo estuviera en orden, una señora al cuidado de hijos haciendo “algo de la casa” para los señores, una tata al cuidado de niños pudientes, esas mujeres, continúan en lo mismo, aunque cambien las denominaciones laborales, el color de su piel o su país de origen.
El trabajo de cuidados en geriátricos, guarderías, empresas de limpieza habitualmente tiene cara de mujer. Mujeres que, al llegar a casa, continúan con “Sus labores”. Abuelas cuidando de nietos, preparando comidas para alimentar a hijos con hijos al cuidado de ellas, sacrificando sus pensiones y su tiempo de jubileo porque que si no lo hacen ellas no llegarían a fin de mes. Ellas sí entienden de hipotecas y casa y familia.
¿Cómo expresar los motivos de una huelga general feminista? ¿Cómo expresar los motivos de las movilizaciones de pensionistas y mayores jubiladas?
Las mujeres en Aragón cobramos 6.353 € menos al año por hacer el mismo trabajo que los hombres y además un tercio estamos sometidas a acoso.
Desarrollamos la producción al mismo nivel los hombres, pero con menor salario, hay mujeres invisibles y capaces en todas las profesiones, además, se ven atadas por sentimientos de culpa al no estar más tiempo atendiendo a su familia con renuncia, sacrificio, humildad; fidelidad y amor romántico.
Hay hombres que hacen de tripas corazón para disimular su tristeza y su rabia; heridos por la tradición y la cultura a los que no se les ha permitido realizar tareas domésticas o de cuidados, ni llorar o mimar. Han trabajado duro para este mísero resultado. No se va a solucionar el 8 de marzo, somos conscientes, pero avanzamos sacando a la calle la esperanza, el cambio ya está produciéndose.
Los mayores también son el futuro, todas esperamos llegar a la jubilación y no vivir en la miseria. En Aragón la población está envejecida, son cifras contundentes como su indignación, habrá que pensar en otras formas de distribuir los presupuestos para vivir dignamente. Animamos a las gentes a sumarse en la reivindicación y en la huelga este 8 de marzo, porque nos merecemos algo mejor.
Se encuentran de todas las clases sociales, de todos los gremios y profesiones, hombres, mujeres y binaries, pero somos conscientes de las excluidas, de esas que no van a poder salir a la calle este 8 de marzo, de esas que ni asisten a otras reivindicaciones importantes porque no tienen tiempo que perder ni les queda aliento para gritar.
Recordamos y homenajeamos a las chachas, tatas, sus labores y viudas que con honestidad y grandeza hicieron lo posible para que el hoy sea mejor, a esas mujeres de todos los colores en todos los países.