Los últimos de la fila

Parece que no pero están pasando muchas cosas. Y no me refiero al gallinero del Congreso de los Diputados, a la doble condición de agente secreto de Felipe González o a que un chef haya ideado el primer roscón de Ternasco de Aragón para este puente San Valero rosconero. No. Después si acaso. ¿No les da la sensación que desde que el gobierno está en funciones están pasando cosas? Se destapa el caso Acuamed: una red de empleados públicos y grandes constructoras que estafó 20 millones con obras hidráulicas. Se destapa caso Imelda: trama generalizada de corrupción en el PP de Valencia. La infanta Cristina se sentará en el banquillo por el caso Noos: la Audiencia de Baleares no le aplica la doctrina Botín.

El récord mundial lo tienen los belgas. Estuvieron 541 días sin Ejecutivo y la economía evolucionó mejor que la media europea. Si seguimos así, viendo como se despellejan unos y otros, igual no nos va mal del todo. Los jueces pueden seguir haciendo su trabajo tan ricamente, deteniendo, interrogando y destapando las malas prácticas de administraciones, empresas y partidos políticos. Los ciudadanos españoles pueden seguir a lo suyo, intentando ganarse la vida y ser algo felices: generando servicios, vendiendo productos y pagando impuestos.

Algo que no todos los ciudadanos pueden hacer. Los refugiados siguen cruzando fronteras y recorriendo Europa en busca de un lugar en el mundo. Algunos igual soñaron llegar a la Dinamarca de Shakespeare, país que acaba de aprobar un decreto para requisar a los refugiados sus objetos de valor. Otros, igual los mismos, soñaron y sueñan con huir de los países del entorno de Irán, cuyo dinero ha conseguido que Roma tape sus estatuas desnudas. Para no perturbar a la delegación iraní que esta semana ha visitado Italia para hacer negocios. 17.000 millones de euros en contratos tienen la culpa. Lo bien que se han llevado siempre el dinero y el arte y en esta ocasión el dinero sirve para negarlo. El Gobierno italiano debería haber puesto la venda en los ojos de los delegados iraníes o saber a qué se arriesga cuando firma contratos con un país donde todavía se lapida a las mujeres, se encarcela a los homosexuales y donde la pena capital sigue vigente. Como sigamos así nos vamos a quedar sin Europa a la que mirar y admirar.

Pero vamos al gallinero, que al fin y al cabo es el lugar donde las gallinas ponen huevos y siempre pasa algo interesante. Una le quita la lechuga a otra, la de allá le pica en el cuello a la de acá, una empuja a otra y le quita el sitio en primera fila… Parece que no pero están pasando muchas cosas. Parece que solo el presidente del Congreso, el socialista Patxi López, va a contar con un coche oficial de uso exclusivo, parece que ya se han comprado 490 iPads para sus señorías, parece que a los diputados de Grupo Parlamentario Podemos les han ubicado en los asientos finales del hemiciclo y estos convocaron a la prensa para denunciarlo… Siempre hemos sido unos pringados.

Parece incluso que Felipe González está a sueldo del PP, además de en Gas Natural, claro. Estos días anda diciendo que apuesta por un gobierno PP-Ciudadanos. No sorprende ya a nadie este González pero quizás, sí, esté cabreando a unos cuantos. Cada vez que habla, en los últimos tiempos, es para crearle un problema, y no pequeño, a su propio partido.

Alguien sabio dijo un día que hay que saber irse.

Vale ya de sillas y sillones y que venga la política.