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¿Qué ha pasado con el cargo de “secretario de programa y proceso constituyente” que ocupaba Juan Carlos Monedero antes de su dimisión en abril de 2105?
Es solo una muestra de una situación que afecta a Podemos. Programa y proceso constituyente son dos nociones mayores. Vayamos al programa: si uno va a la página de Podemos a informarse, verá que en la pestaña de programa aparece el de la coalición Unidos Podemos de Junio de 2016. El citado programa ofrece un listado de 394 puntos agrupados en seis apartados. Este documento responde a la misma estructura básica que el presentado en las elecciones de diciembre de 2015. Hay otro documento titulado “50 pasos para gobernar juntos”, que viene a ser un resumen de los anteriores.
¿Es esto el programa de un partido? No, en modo alguno. Los tres documentos señalados comparten estructura y filosofía: un listado de propuestas. El primer grupo se refiere a la democracia económica y la primera medida de dicha primera sección dice: “Plan nacional de transición energética”.
La primera observación es obvia: un programa de un partido no es un listado de 394 propuestas de gobierno. Segundo, el programa comienza con el apartado “democracia económica”. Cualquiera se puede preguntar qué es eso: ¿nacionalizar las empresas e implantar en ellas una dirección democrática? ¿Implantar algún tipo de cogestión? Nada de eso. Se trata simplemente de medidas que se proponen relacionadas con el ámbito económico.
Un programa de un partido no puede empezar por ahí, y si empieza por ahí, por la democracia económica, además de la oscuridad de esa noción, siembra la duda del economicismo. Propongo mirar al 15M y recordar el documento aprobado el 20 de mayo en la Acampada Sol: allí se habla de ley electoral, de acabar con leyes y medidas discriminatorias, de reforma fiscal favorable a las rentas más bajas, de reforma de las condiciones laborales de la clase política, de rechazo de la corrupción, del artículo 128 de la Constitución acerca de la riqueza y del poder financiero, de la democracia participativa, etc.
Con todo lo improvisado que pudo ser ese documento, subyace una idea dominante: que la solución a la crisis solo puede venir de una reforma profunda de la política. Todo lo que se dice de los bancos y mercados financieros es que atiendan al art. 128 de la Constitución: “Toda la riqueza del país en sus diferentes formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”.
Los amplios documentos de Podemos antes citados se refieren a cambiar la Constitución y citan el famoso artículo 135, cuya perniciosidad yo no discuto, pero no se cita el 128, al que alude el documento de Sol y que es más importante. El documento de Sol tiene dos páginas y centenares los de Podemos. Sol eligió el artículo 128.
Creo que el programa de Podemos debe responder a esta intuición del 15M, no para copiar miméticamente el documento al que aludo, pero sí su alma, es decir, la convicción de que solo saneando la vida política podrá haber una vía de salida para el futuro; sanear el ejercicio del poder, las relaciones económicas, demoler las estructuras corruptas, mejorar el sistema legal para reprimir el fraude, los paraísos fiscales, la corrupción. Medidas todas ellas encaminadas a blindar la caja común de donde salen los recursos para todos los proyectos de sanidad, educación, dependencia y servicios sociales.
No sé si Podemos tiene actualmente en marcha equipos de trabajo para abordar la próxima reforma que anuncia el gobierno de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por citar un ejemplo capital, como anunciaba y defendía la extraordinaria candidata Victoria Rosell en la campaña de diciembre de 2015. ¿Sabe Podemos que el equipo del ministro de inJusticia (lo digo así porque ha hecho en muchas ocasiones gala de desprecio a la ética, cuya virtud capital es la justicia) está preparando esa reforma que se ajustará sin duda a los intereses de la corrupción sistémica del PP si alguien no lo remedia?
Este es un ejemplo de tarea política primordial y que estaba en el centro de atención del 15M.
El hecho de que no haya un auténtico programa político de Podemos hace que las discusiones de estos días sean más dispersas y caóticas. Si Vistalegre 2 no resuelve ese déficit, seguirá habiendo más ruido que música en torno a Podemos.
Y ahora viene lo dicho al principio: actualmente no hay un secretario de Programa desde que dimitió Juan Carlos Monedero. De ninguna secretaría han salido documentos que permitan discutir a los círculos sobre propuestas en este sentido.
Finalmente viene el caso del proceso constituyente. Había nada menos que una secretaría dedicada a ello. Dimite su titular y nadie se hace cargo de la tarea. Conclusión: no era una tarea. Desde Vistalegre 1 en que se habló de proceso constituyente a las declaraciones de Carolina Bescansa el día de la constitución pidiendo un “cambio constitucional” nada más sabemos. Reformar la Constitución es una cosa, abrir un proceso constituyente es otra. ¿De qué hablamos? A la pregunta “¿defiende Podemos el proceso constituyente?” la respuesta es ni sí ni no, no sabemos, pero de hecho no existe un documento que argumente sobre el tema y que haya sido aprobado por algún órgano de Podemos, previa la preceptiva discusión y deliberación.
Esta indefinición programática hace que la discusión se pierda en temas secundarios y que no se escuchen razones y argumentos.
En esta indefinición ocurre, por ejemplo, que Manuel Monereo afirma que “estamos por una salida del régimen, por una ruptura democrática, por un proceso constituyente…”. No creo que esté hablando de Podemos, porque Podemos nunca ha debatido ni ha aprobado esos puntos programáticos. ¿Entonces de quién está hablando: ¿de Podemos o del PC?
Este sí es un verdadero problema. Hay miembros, destacados a veces, que atribuyen a Podemos posiciones que no son compartidas por la gente de Podemos porque no se ha dado un proceso de debate previo.
*José Solana Dueso. Gentes de Apoyo y Opinión
¿Qué ha pasado con el cargo de “secretario de programa y proceso constituyente” que ocupaba Juan Carlos Monedero antes de su dimisión en abril de 2105?
Es solo una muestra de una situación que afecta a Podemos. Programa y proceso constituyente son dos nociones mayores. Vayamos al programa: si uno va a la página de Podemos a informarse, verá que en la pestaña de programa aparece el de la coalición Unidos Podemos de Junio de 2016. El citado programa ofrece un listado de 394 puntos agrupados en seis apartados. Este documento responde a la misma estructura básica que el presentado en las elecciones de diciembre de 2015. Hay otro documento titulado “50 pasos para gobernar juntos”, que viene a ser un resumen de los anteriores.