Joaquín Maurín: el dirigente obrero enemistado con Stalin y perseguido por Franco
Conoció a Lenin y a Trotsky en Moscú. Advirtió del peligro que encarnaban las políticas de Stalin y fue perseguido y represaliado por el franquismo. Terminó sus días exiliado en Nueva York, donde fundó una agencia literaria de prestigio mundial en su tiempo. Joaquín Maurín, nacido en la pequeña localidad oscense de Bonansa en 1896, vivió varias vidas en una y ahora, en el 50 aniversario de su muerte, se le va a rendir un homenaje entre Zaragoza, Huesca y su pueblo natal que servirá para reflotar el recuerdo del que también fue líder de la CNT y el POUM en España.
El aragonés encarnó el devenir del movimiento obrero en las primeras décadas del siglo XX en Europa, con sus rupturas y contradicciones. El camino desde Bonansa a Moscú lo emprendió muy joven y debido a sus inquietudes revolucionarias. Ya a los 17 años fundó un periódico, El Talión, y mientras ejercía como maestro en Lleida se afilió a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que por entonces contaba con unos 750.000 afiliados en todo el país. En 1920 fue elegido secretario general en Lleida y al año siguiente acudió a la Unión Soviética al primer congreso de la Internacional Sindical Roja.
Viajó con Andreu Nin, secretario general de la CNT en España y que permanecería en Moscú hasta su regreso a España en 1930. Defensor de la ortodoxia comunista, tomó el relevo de Nin al frente de la Confederación Nacional del Trabajo, cargo que ocupó hasta una primera detención en febrero de 1922. A partir de ese año fue uno de los organizadores de los Comités Sindicalistas Revolucionarios (CSR) como corriente bolchevique dentro de la CNT.
A principios de 1924 ingresó junto al grupo de La Batalla en el Partido Comunista de España (PCE) y asumió la organización de la Federación Comunista Catalano-Balear (FCCB). La dictadura de Miguel Primo de Rivera lo llevó de nuevo a prisión entre 1925 y 1927. A su salida se exilió en París, al igual que otros dirigentes del Partido Comunista de España, y no regresó a Barcelona hasta 1930.
Opuesta al estalinismo, la FCCB se fusionó con el Partit Comunista Català y dio paso al Bloque Obrero y Campesino (BOC), considerado el primer partido obrero de Catalunya. Detenido en febrero de 1932, fue liberado por orden judicial pero permaneció en prisión por orden gubernativa. Durante la revolución de octubre de 1934 promovió la creación de las Alianzas Obreras, y después el BOC se unificó con la Izquierda Comunista de Andrés Nin para dar lugar al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), del que Maurín fue elegido secretario general.
El POUM formó parte del Frente Popular y Maurín fue elegido diputado en las elecciones del 16 de febrero de 1936. El golpe de estado de julio le sorprendió en Galicia, donde rápidamente prendió la mecha de la sublevación, y trató de alcanzar la zona republicana por Aragón. Fue detenido en Jaca cuando intentaba cruzar la frontera con Francia y encarcelado en Salamanca, donde se le asignó un nombre falso –Máximo Uriarte– y no sería juzgado hasta 1944.
Fue condenado a muerte por un consejo de guerra, aunque después se conmutaría esta pena por la de cadena perpetua, e indultado en diciembre de 1946 gracias a la intercesión de su excompañero Óscar Pérez Solís. Se exilió en Nueva York junto a su esposa y su hijo y allí puso en marcha la American Literary Agency, donde dio cobertura a nombres como los de Ramón J. Sender, Francisco Ayala, Ramón Gómez de la Serna o Pablo Neruda, además de establecer lazos con Ortega y Gasset o Aldous Huxley. Allí residió hasta su fallecimiento en 1973, a los 77 años.
Organizadas por la Fundación Andreu Nin y el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) de la Diputación Provincial de Huesca, con la colaboración del Ayuntamiento de Bonansa, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y el Gobierno de Aragón, las jornadas ‘Joaquín Maurín: una historia del siglo XX’ tendrán lugar entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre en Zaragoza, Huesca y Bonansa.
La sala Jerónimo Zurita, en el Edificio Pignatelli de Zaragoza, acogerá el viernes 29 la presentación de las jornadas y de las últimas publicaciones sobre Maurín con las intervenciones de Enrique del Olmo, presidente de la Fundación Andreu Nin, y del director científico del IEA, Alberto Sabio, entre otros.
Tras la visita a la Ruta Orwell en la sierra de Alcubierre y al Centro de Interpretación de la Guerra Civil de Robres, en la tarde del sábado 30 el IEA acogerá en su sede de Huesca a los inscritos para desarrollar un programa que tendrá como intervinientes a Andy Durgan, Víctor Pardo y Ramón Górriz. La sesión acabará con la proyección del documental ‘Las cerezas del exilio. Historias de talento desterrado’, de Vicky Calavia, y la actuación musical de Júlia Cruz Sesé.
El 1 de octubre, el homenaje llegará a su localidad natal, Bonansa, donde intervendrán, junto al alcalde, Marcel Iglesias, y los familiares de Maurín los historiadores Anabel Bonsón y Pelai Pagès. Para finalizar el acto, tras la actuación musical de Joaquín Pardinilla y Juan Luis Royo, habrá una ofrenda floral en el cementerio y, por último, una comida de despedida.
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