Nace en Teruel la primera asociación aragonesa para la recuperación de las construcciones de piedra seca

Seguramente, en alguno de los paseos que hayan dado por el monte o cerca de tierras de labor se habrán topado con construcciones que parecen estar levantadas solo con piedras, sin nada que las una o las “pegue”. No es que la vegetación o el agua hayan calado en ellas deteriorando la argamasa hasta solo dejar la piedra desnuda; nada más lejos de la realidad, se trata de una técnica ancestral, una de las primeras formas del ser humado de relacionarse con la construcción. El secreto, dicen los expertos, es colocar las piedras “sin labrar más que lo necesario, buscando la máxima estabilidad de la estructura a través de la elección de la pieza adecuada y su colocación en la posición óptima”, explicación que aporta el arquitecto Juan Manuel Coira.

Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2018, esta técnica de construcción tiene numerosos ejemplos en forma de edificaciones diseminadas por diferentes zonas de Aragón. Su origen, en algunos casos, se remonta al siglo XVIII y la provincia de Teruel es la provincia en la que más obras de estas características se han encontrado. Solo entre Torrecilla de Alcañiz y La Codoñera existen alrededor de unas 70 construcciones, la mayoría de ellas en mal estado de conservación.

Los vecinos de esta zona de Teruel, movidos por la “necesidad urgente de actuar sobre algunas de ellas antes de que se pierdan”, han puesto en marcha la asociación Amigos de la Piedra Seca del Mezquín, que toma el nombre del río que riega las tierras en las que se encuentran más de medio centenar de estas singulares construcciones. La idea surge a iniciativa de los hermanos Velilla, José Manuel (presidente) y Javier (tesorero), y de los primeros once vecinos que les secundaron, aunque según se va conociendo esta iniciativa son cada vez más las personas interesadas en formar parte de la asociación: “Ahora somos más de 20 y seguiremos sumando socios porque hay bastantes vecinos de la zona interesados en formar parte”, comenta José Manuel Velilla, y en apoyar la conservación y puesta en valor de una parte de su patrimonio que consideran “se ha abandonado”.

La caseta del Chan, 200 años de historia y origen de la Asociación

El objetivo de la recién creada asociación es “poner en valor una técnica de construcción muy antigua, y unas edificaciones con más de 200 años de historia que ahora están olvidadas” explican los hermanos Velilla. La familia lleva más de 15 años luchando por conservar la Caseta del Chan (su apodo familiar), “una edificación que ha sido siempre muy querida por el pueblo”, tal como aseguran estos hermanos, que recuerdan cómo desde que tienen uso de razón “se celebraban en ella reuniones y meriendas”.

Hace siete años, la familia decidió ceder de manera altruista la caseta construida en piedra seca al consistorio de Torrecilla de Alcañiz con la condición de que este invirtiera en su rehabilitación y la integrara dentro de su catálogo de servicios turísticos. Sin embargo, los trabajos nunca se llegaron a ejecutar en la caseta que la familia cree que puede datar de comienzos del año 1800 y que destaca por su singularidad: “Tiene una bóveda construida únicamente con piedras encajadas, dos espacios diferenciados, y ha debido de tener uso agrario, pero también como vivienda, sobre todo durante la Guerra Civil, cuando muchas fueron empleadas temporalmente por familias. Aquellos que las construían eran verdaderos artistas”, explica el presidente de la asociación, y “es una pena que no se les esté dando el valor patrimonial que tienen”, lamenta.

A lo largo de la última década se han realizado varios inventarios en la comarca del Bajo Aragón que han arrojado un resultado de cerca de 70 edificaciones construidas con la técnica de piedra seca, ubicadas principalmente en el entorno de las localidades de La Codoñera y Torrecilla de Alcañiz. Entre los restos hallados, dado que la mayor parte de estas construcciones se encuentran en estado de abandono, se han datado muros, cerramientos de fincas, norias, pozos, balsas y casetas, entre otras edificaciones.

Animados por las “ganas de recuperar un recurso valioso para la zona y que sí está reconocido en otras comunidades autónomas”, los vecinos han puesto en marcha la asociación Amigos de la Piedra Seca del Mezquín. Una propuesta pionera en Aragón, ya que “no existe ninguna iniciativa de este tipo en toda la comunidad”, recuerdan los Velilla, que comparan el “desinterés de nuestra comunidad” con otros territorios como Catalunya o Valencia donde “están mucho más avanzados”, organizan jornadas a nivel nacional y tienen mayor conciencia sobre “el valor y la necesidad de proteger y conservar” las edificaciones en piedra seca, una técnica entendida como un recurso constructivo de adaptación al entorno, en el que se emplean materiales de la zona y cuyas obras resultantes quedan integradas en el paisaje y son totalmente respetuosas y sostenibles.

Más de 70 edificaciones a intervenir y acciones de divulgación

La asociación se crea como una forma de “articular la solicitud de vías de financiación”, explica el presidente, José Manuel Velilla. Por el momento mantendrán contacto con la comarca del Bajo Aragón y también con la Diputación de Teruel y con el Gobierno de Aragón, especialmente a través de la dirección general de Cultura. Con la financiación quieren llevar a cabo actuaciones tanto directas sobre el patrimonio, como actividades culturales y de divulgación.

De forma paralela se quieren hacer conferencias, exposiciones y formaciones teórico-prácticas, impartir charlas en centros educativos para concienciar sobre la historia y la importancia medioambiental y cultural de este tipo de construcciones a lo largo de la historia e, incluso, crear rutas divulgativas y ampliar las ya existentes como la ruta BTT entorno a las edificaciones impulsada por Javier Velilla. Todo con la finalidad de dar a conocer esta técnica de construcción que dio lugar a un patrimonio que desde la recién creada asociación consideran que se ha “dejado caer en el olvido en Aragón”, subraya su presidente.

En este momento la asociación está en pleno funcionamiento, pero “necesitamos voluntarios y personal cualificado”, reconoce José Manuel Velilla, para seguir trabajando en los inventarios de edificaciones y en las labores de limpieza en los alrededores de las construcciones y de recuperación de las piedras caídas, entre otras acciones que están llevando a cabo de manera altruista entre las personas que forman parte de esta asociación, que nace “sin tener ninguna cuota económica”.

Esta falta de financiación inicial les lleva también a hacer un llamamiento a todos aquellos profesionales que “estén dispuestos a echarnos una mano a la hora de elaborar un presupuesto de intervención que podamos presentar a las instituciones”, añade el presidente. Y es que uno de los principales escoyos con los que se han topado es el “desconocimiento” de esta técnica en Aragón, “apenas hay estudios sobre las características constructivas en cada zona” y ahora solo tres de los miembros de la asociación saben construir en piedra seca “porque han aprendido de sus familiares”; sin embargo, carecen de formación y “les gustaría aprender para perfeccionar la técnica”.

La trasmisión oral de conocimientos técnicas y prácticas ha sido fundamental para la conservación de esta y otras técnicas de construcción que han pasado de generación en generación hasta caer en desuso, lo que agrava y acelera su extinción. Entre la documentación de la Diputación Provincial de Huesca publicada en su web se informa de que en el archivo sonoro Félix Rivas se conserva el testimonio de Manuel Aínsa, nacido en 1944 en Otal (Huesca) e identificado por sí mismo como paretero, “personas aficionadas hacer paré”, las cuales aprendían “mirando a otros” y practicando. En este archivo se describe el proceso constructivo, a grandes rasgos, para construir según la técnica de piedra seca, una pared de única línea y la de dos líneas.

Técnica de piedra seca y su presencia en Aragón

La técnica de piedra seca es un proceso de construcción que se caracteriza por la ausencia de mortero o argamasa, dando lugar a estructuras estables basadas en el mero apilamiento de piedras cuidadosamente seleccionadas y colocadas sin hacer uso de ningún otro elemento para su unión. Su origen es ancestral, y se considera una de las primeras aproximaciones del hombre a la construcción a través de la piedra.

Aunque se pueden encontrar ejemplos en las tres provincias aragonesas, lo cierto es que la presencia más extendida se localiza en las comarcas del Maestrazgo, Cuencas Mineras, Bajo Martín y Andorra Sierra de Arcos, en Teruel. Sin olvidar la Jacetania, Alto Gállego y Somontano de Barbastro y otros ejemplos muy localizados, como en el Alto de la Muela o La Ciesma de Grisel, según fuentes del departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón.

En 2018, tras la declaración de la técnica como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, en España los expertos reconocen que se vivió un momento de impulso con la organización de jornadas divulgativas y talleres prácticos sobre la piedra seca. El más reciente se organizó en la localidad de Alcaine en 2023, un curso de construcción en piedra seca enmarcado dentro del programa europeo Be.Cultour, gestionado por la Diputación Provincial de Teruel (DPT), que despertó un gran interés.

Sin embargo, Aragón “se ha quedado verde en este terreno, no tenemos prácticamente expertos ni se ha invertido en el mantenimiento de este tipo de edificaciones”, afirma José Manuel Velilla. Otras comunidades como Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Catalunya, Extremadura, Galicia y Valencia, que respaldaron junto con Aragón la candidatura presentada en 2018 a la Unesco, sí realizan inversiones y “tienen presente en su cultura a las construcciones en piedra seca, especialmente en Valencia y en Cataluña”, añade el presidente de Amigos de la Piedra Seca del Mezquín.