El abogado zaragozano Juan Carlos Macarrón, quien representa a la familia de Víctor Laínez, fallecido este martes tras sufrir una brutal agresión en la noche del 8 al 9 de diciembre, ha afirmado este miércoles que este “ataque cobarde” debe acarrear la máxima pena de prisión que la Ley permita para el autor.
Macarrón ha realizado estas declaraciones a las puertas del tanatorio del cementerio de Torrero, donde desde este mediodía se han acercado familiares y amigos de la víctima, decenas de ellos miembros de algunos grupos de moteros de la capital aragonesa.
“Hemos hablado con la familia y estamos aquí para transmitir el apoyo personal y legal”, ha continuado el abogado, quien ha dejado claro que además de la cuestión jurídica hay una “implicación personal” porque “los hechos son muy tristes, que una persona por exhibir la bandera de España se vea en una situación de este tipo y acabe resultando víctima de un ataque cobarde y acabe falleciendo”.
Macarrón, satisfecho por ser “la persona que acuse a alguien que ha hecho un acto de este tipo”, espera que el autor “sea condenado al máximo que la Ley permita”.
Tras personarse en el velatorio, en el zaragozano cementerio de Torrero, Macarrón ha señalado que se personará como acusación particular, en representación de la familia, este viernes o este lunes, y que probablemente pedirá una ampliación de la declaración que preste el presunto autor, Rodrigo Lanza, en sede judicial.
Ha confiado en que el juez instructor acuerde, a petición del Ministerio Fiscal, el ingreso en prisión provisional del presunto autor.
Calificación de los hechos
Sobre la calificación de los hechos, que no conoce oficialmente, Juan Carlos Macarrón ha expresado que “el ataque por detrás supone un aprovechamiento del agresor” y podría encajar con la figura legal de asesinato, pero al producirse primero unas lesiones graves y fallecer la víctima posteriormente, “el encaje jurídico de los hechos lo determinaremos a la vista del estudio del procedimiento”.
El letrado ha opinado que el delito de homicidio y el de odio también encajan, este último “por la existencia previa de circunstancias de la víctima y la exhibición de un motivo tan normal como la bandera nacional, que parece ser el detonante”.
Si se acredita que el origen de la agresión fue la exhibición de un símbolo legal, como es la bandera nacional, encajaría el delito de odio, salvo que hubiera “otras cuestiones de índole personal”, ha insistido. Macarrón está a la espera de conocer el atestado policial para esclarecer los hechos previos que motivaron la agresión.
El abogado prevé que la instrucción judicial dure un año y que después el caso se trasladará a la Audiencia Provincial, pudiendo celebrarse el juicio en un año y medio.
Respecto a los acompañantes del presunto autor, el abogado ha dicho que en principio serían presuntos autores de un delito de encubrimiento u omisión de deber de socorro, resaltando que tenían la obligación de comunicar los hechos a la autoridad. “Las figuras serían también delictivas”, ha manifestado.
Una persona querida
Por otra parte, el letrado ha enfatizado que Víctor Laínez era “una persona querida, muy buena persona, excelente” y que “por su forma de ser no tenía empacho en exhibir la bandera de España”. Los familiares y amigos están “muy afectados”, ha añadido, explicando que el ataque “ha sido muy sorpresivo y cobarde”, recalcando que Laínez ha fallecido “a manos de una persona que por detrás te golpea de forma contundente por un motivo tan banal”.
Uno de los moteros que se han acercado al tanatorio ha manifestado su “tristeza”, considerando que “esto va a peor” y que “es muy triste tener que venir aquí para esto”. Ha subrayado que Laínez era “una buena persona”. El funeral tendrá lugar este jueves en la localidad zaragozana de Litago, de donde provienen sus padres.