Azcón cumple dos meses como presidente de Aragón pendiente de la agenda nacional de su partido y con más presencia en Madrid que en la comunidad

Antonio Ibáñez

Zaragoza —
13 de octubre de 2023 22:59 h

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Se cumplen dos meses de la investidura de Azcón como presidente de Aragón y en estos 60 días de mandato el dirigente popular ha mantenido un perfil más propio de un amplificador de los argumentarios del PP en la política nacional que de los más propios de un máximo dirigente de la política autonómica. La mayor parte de sus apariciones públicas hasta ahora han acentuado ese relieve, en el que ha empleado el protagonismo institucional que le otorga la Presidencia de Aragón para profundizar en algunas de las líneas ideológicas y estratégicas del discurso de su partido, especialmente centradas en cuestionar el proceso negociador de Pedro Sánchez para intentar formar gobierno e impregnar de nacionalismo español y defender con denuedo sus símbolos en la agenda autonómica. En 60 días, el presidente de Aragón ha viajado más fuera de la comunidad por motivos colaterales a la política doméstica que por el territorio aragonés.

En estos dos meses, Azcón solo ha visitado de forma oficial las tres capitales de provincia, en su primer viaje protocolario, y la ciudad de Tarazona -tradicional bastión del PP de la provincia de Zaragoza- el día grande de sus fiestas. En cambio, en la búsqueda de esa proyección nacional ha asistido -como presidente autonómico del PP- a las manifestaciones convocadas por el PP en Madrid y Barcelona contra la negociación de Pedro Sánchez con los independentistas y al debate de investidura en el que Alberto Núñez Feijóo no salió elegido al no obtener los apoyos necesarios en el Congreso. En las manifestaciones organizadas por su partido, el presidente popular realizó declaraciones públicas en las que se arrogó el papel de portavoz de todos los aragoneses: “Los aragoneses vamos a reclamar en la calle que Aragón no es ni más ni menos que nadie”, señaló, antes de criticar que “algunos”, en referencia al PSOE, quieran “vender la dignidad de un país”, y señalar que esa manifestación defendía “la igualdad y la unidad de España”.

La celebración del Día del Pilar, patrona de la Hispanidad y fiesta grande en Zaragoza, ha sido de otro buen escaparate para que Azcón haya buscado de nuevo el foco mediático nacional. Como presidente autonómico, el día 12 de octubre ha participado en el Desfile de las Fuerzas Armadas y los actos institucionales propios de este día. En ellos de nuevo ha apelado a los valores e identidades del pueblo español, en la línea que ya siguió su antecesor, Javier Lambán, como presidente aragonés. También Lambán, como Azcón, se autoerigió en el representante institucional que podía hacer de muro de contención frente al nacionalismo catalán. Una estrategia que les sirve a ambos para tener foco en los medios de comunicación madrileños y tener, de este modo, un protagonismo mediático que de otra manera no suelen tener los dirigentes de las comunidades autónomas.

El presidente aragonés ha aprovechado el Día del Pilar para emitir un mensaje institucional dirigido a toda la comunidad hispana. “La virgen del Pilar nos cuida a los aragoneses y a todos los españoles. No podemos olvidar que la Virgen del Pilar es también la patrona de la Hispanidad. Por eso celebramos la unión entre los españoles y los pueblos hermanos a ambos lados del Atlántico”, indica en su alocución, con la que celebra “el intercambio cultural que comenzó hace ya más de 5 siglos” y tiene “como bandera una lengua, el español”. “Lejos de obviar o renegar de ese legado, me gustaría hoy más que nunca reivindicarlo”, señala el presidente aragonés, que acaba felicitando el día “a todos los que os sentís amparados por la Virgen del Pilar”.

La víspera del Día de la Hispanidad en Madrid también fue intensa para Azcón en esa agenda de proyección nacional en la que anda inmerso: participó en el acto “Fiesta de la España Plural” organizado por Prensa ibérica. Un acto propagandístico y comercial de este grupo de comunicación que congregó a gran parte de la clase política nacional y autonómica del país y que, además, fue patrocinado por el propio Gobierno de Aragón. Flanqueado por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y los propietarios del grupo (al cual le dio hace un año la Medalla de Oro de la ciudad como editor de un periódico local), volvió a insistir durante su intervención en la tesis de la unidad de España y la igualdad entre españoles.

Mientras, la mayor parte de las referencias a la política aragonesa estos dos meses se han centrado en defender el proyecto de construcción de La Romareda (motivo por el que llegó a comparecer por petición propia en las Cortes) y en los asuntos aragoneses que llevará a la Comisión General de las Comunidades autónomas que se celebrará en el Senado y que el PP pretende que se convierta en un auténtico plebiscito contra las políticas del Gobierno en funciones y la negociación que mantiene Sánchez con el independentismo para tratar de ser investido. Así lo dejó claro también Azcón en otra intervención plenaria sobre este asunto, en el que la amnistía y los partidos independentistas volvieron a centrar parte del debate.

En este sentido, el Partido Popular ha presentado varias iniciativas parlamentarias que refuerzan parte de ese discurso estatal poco centrado en los asuntos más cotidianos de la comunidad. En el pasado pleno, el PP presentó una proposición no de ley (un procedimiento parlamentario que suele emplear la oposición y es más infrecuente que la use un partido de Gobierno) para condenar una posible amnistía a los políticos que impulsaron el “procés”. En la exposición de motivos se señala que “el precio de la presidencia no sería solo exculpar centenares de delitos sino deslegitimar el Estado de Derecho y blanquear y considerar la legitimidad de la sedición que se llevó a cabo. En definitiva, un inasumible precio político para cualquier gobernante decente y que la falta de rechazo explícito y contundente por parte del Gobierno está causando una profunda conmoción social”. Entre los puntos que se debatieron y salieron aprobados, se destacaba que “el imperio de la ley es la expresión de la voluntad popular, tal y como establece el preámbulo de la Constitución, y compromete a todos los poderes para su cumplimiento” y se animaba “a los dos partidos mayoritarios a buscar acuerdos de Estado que eviten que la sociedad española se vea sometida a las condiciones ilegales de partidos independentistas”.

En la misma línea, el PP ha registrado para el próximo pleno otra iniciativa en la que se hace eco de la utilización de las lenguas cooficiales en el Congreso, para pedir el pronunciamiento de las Cortes de Aragón al respecto y defender el uso exclusivo del español. También en este caso la redacción de la exposición de motivos deja a las claras el posicionamiento: “Una Comunidad Autónoma tiene una lengua oficial, además del castellano, cuando es lengua es hablada en todo el territorio d esa comunidad autónoma. Pasa con el catalán, el euskera o el gallego porque han sido normalizadas o unificadas para ese uso común. Esto no sucede en Aragón. Lo que sí sucede es que algunas personas intentan construir una legua aragonesa normalizada en todo el territorio de nuestra comunidad autónoma, para luego tratar de oficializarla en un intento de poner una piedra más en la construcción de una hipotética y futura nación aragonesa. Al igual que la soberanía nacional recae en todo el pueblo español, la lengua que nos une y que todo español está obligado a conocer por ser la única lengua oficial común a todos los españoles, el castellano, no puede subordinarse al uso de otra lengua oficial sólo en una determinada comunidad”. Los 67 diputados aragoneses votarán en esa iniciativa “la necesidad de respetar el uso oficial de la lengua española en todo el territorio nacional, como recoge el artículo tres de la Constitución Española” y que se inste “al Gobierno de España, para que desde su posición defienda el uso exclusivo de la lengua común de todos los españoles como instrumento de entendimiento y diálogo en el Congreso de los Diputados, sede la soberanía nacional”.

El Gobierno de Aragón acaba de cerrar la caja de la tesorería, paso previo a la confección de unos presupuestos autonómicos en los que ya se está trabajando. Será la primera piedra de toque política de un Ejecutivo que, aunque apenas ha echado a andar, ya ha dado pistas de cuáles serán algunos de sus principales ejes estratégicos.