Azcón intenta diluir a Vox en el Gobierno de Aragón con el nombramiento de altos cargos de los regionalistas

Antonio Ibáñez

31 de agosto de 2023 23:05 h

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Tres semanas después de su nombramiento, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, continúa diseñando su Gobierno. Con el reciente nombramiento de otros 27 directores generales, todavía quedan por designar otros 15 para completar la estructura orgánica de un ejecutivo que contará con siete direcciones generales más que el anterior, a pesar de que la intención era adelgazar los organigramas.

El Consejo de Gobierno ha aprobado la designación de 27 perfiles que combinan las características técnicas con las eminentemente políticas, ya que un buen número de los nuevos cargos han ocupado puestos de responsabilidad anteriormente. Sobre todo en la época del Gobierno de Luisa Fernanda Rudi, entre 2011 y 2015. Pero hay una característica novedosa en el nuevo ejecutivo que se va perfilando a trancas y barrancas, y no sin cierta dificultad para encontrar los perfiles que busca el nuevo presidente aragonés: el líder popular integra de forma generosa a numerosos dirigentes del PAR y sus escisiones como Aragoneses. 

De este modo, si ya incluyó en sus listas electorales a miembros de esta escisión y de Ciudadanos, como Susana Gaspar, Carmen Herrarte o Elena Allué, todas ellas diputadas en la actualidad, ahora ha hecho lo propio dando responsabilidades de Gobierno a estas formaciones. Lo mismo sucede con el Partido Aragonés que lidera Alberto Izquierdo. Si en un primer momento no estaba clara su entrada –al menos al inicio de la legislatura– en el Ejecutivo, a última hora se incorporan seis personas vinculadas a este partido. 

Con esta operación de integración, el PP cumple con los acuerdos a los que llegó para obtener el voto favorable del PAR en la investidura. Pero a medio plazo es una operación estratégica por parte de los populares para tratar de contrarrestar el impacto de la presencia de Vox en el nuevo gobierno de coalición. La formación de ultraderecha, con una vicepresidencia y responsabilidades en las consejerías con competencias en justicia, despoblación, vertebración territorial y agricultura, ha conseguido introducir gran parte de su ideario en la propia estructura institucional. Con la entrada de miembros de otras formaciones, Azcón pretende establecer un gobierno amplio en lo ideológico y que cubra todas las sensibilidades de la derecha aragonesa: desde la más centrada y con postulados aragonesistas, hasta la más extrema y con una clara intención recentralizadora. A su vez, con la integración de miembros de todas estas formaciones, una vez que Ciudadanos está al borde de la desaparición y se ha producido su desembarco generalizado en el Partido Popular, se trabaja a largo plazo por la propia fusión de toda la derecha aragonesa. Un intento que ya se inició en 2015 con el trasvase de numerosos militantes del PAR, especialmente de la provincia de Zaragoza, a las filas populares. 

Entre los 27 nuevos nombramientos, la mayoría destaca por ser conocedores de las áreas que se les ha asignado, en una combinación de personas con capacidades técnicas y un claro perfil ideológico y de partido. No en vano, algunos de ellos ya tuvieron responsabilidades durante etapas anteriores, tanto a nivel ejecutivo como parlamentario. Es el caso de dos exdiputados autonómicos que fueron un ariete del PP en la oposición, como Yolanda Vallés, nombrada directora general de Energía y Minas o Miguel Ángel Lafuente, director general de Relaciones Institucionales. También recuperan a Nuria Gayán como directora general de Salud Pública. Gayán, farmacéutica de profesión, había sido hasta ahora asesora técnica en Transparencia y Acción Exterior en el cuatripartito de Javier Lambán y durante el periodo de Gobierno de Luisa Fernanda Rudi, entre 2011 y 2015 fue la responsable de Acción Exterior y posteriormente del Inaga. 

Al frente de la Entidad Pública Aragonesa de Servicios Telemáticos vuelve otro veterano cargo público, Ángel Sanz Barea, quien desempeñó responsabilidades similares en el Gobierno foral de Navarra a principios de los años 2000 y que durante la etapa de Rudi fue gerente del Salud. Actualmente ejercía como técnico en el Gobierno de Aragón. Otro perfil técnico vinculado a la administración es el de Carlos Belda, flamante director general de Función Pública y que actualmente era subdirector adjunto en la Vicesecretaría General Técnica del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que dirige la socialista Nadia Calviño.

Puestos estratégicos  

En el nuevo ejecutivo también hay perfiles técnicos sin un pasado vinculado políticamente al PP pero que han sido nombrados para puestos estratégicos. Es el caso de Miguel Ángel Anía, ingeniero que será director general de Transportes y que en los últimos años había sido asesor de la actual alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. Del mismo modo, se incorpora al Gobierno el director de Auditoría de la Cámara de Cuentas, Ignacio Barquero, quien será el responsable de la Dirección General de Presupuestos. Es un nombramiento importante en el sentido de que el área de Hacienda, que dirige otro veterano dirigente popular, Roberto Bermúdez de Castro, tiene ante sí la primera piedra de toque del Gobierno de Azcón; confeccionar en tiempo récord los presupuestos del año 2024. Tendrá el reto de cuadrar las cuentas y cumplir con gran parte de las promesas electorales con rebajas fiscales que harán complejo el diseño de los primeros presupuestos del Gobierno PP–Vox. 

Uno de los nombramientos llamativos es el nuevo director general de Cultura, que será Pedro Olloqui. Este abogado, que estuvo vinculado en sus inicios a IU y posteriormente ocupó diversos puestos de segundo nivel en los primeros gobiernos de Marcelino Iglesias, actualmente era el responsable de la división audiovisual del Grupo Henneo. También vuelve un exalto cargo del Gobierno de Rudi, Jesús Divasson. Independiente, aunque vinculado al Partido Aragonés, en su primera experiencia ejecutiva fue director general de Trabajo, desempeño que volverá a ejercer en el Gobierno de Jorge Azcón. 

Representación de Vox

Vox también ha realizado sus primeros nombramientos en las áreas en las que va a tener responsabilidad. En el área de agricultura ha apostado por personas vinculadas directamente al sector y sin una experiencia previa en responsabilidades políticas. De este modo, el director general de Producción Agraria será Carlos Calvo Gracia. La ganadera zaragozana y secretaria de la Casa de Ganaderos, Rosa Charneca, ocupará la Dirección General de Desarrollo Rural y Juan José Orriés Larroya, con responsabilidades actualmente en la Feria Mercoequip de Fraga, será el director general de Innovación y Promoción Alimentaria. El veterinario Fernando Laguan será el director general de Calidad y Seguridad Alimentaria y el agricultor Jorge María Valero Sinués, que ha tenido responsabilidades en Araga, será el director de Caza y Pesca, una sección que va a tener mucha importancia en el Departamento. En la otra cartera de Vox, la formación de ultraderecha ha apostado por la abogada Esmeralda Pastor para ser la nueva directora general de Justicia y para la nueva dirección general de Despoblación cuenta con el turolense Juan Manuel Hernández. Este director general tiene un peculiar pasado, ya que llegó a ser uno de los primeros insumisos de la provincia de Teruel, lo que le llevó a ingresar en prisión. Actualmente había sido candidato al senado de este partido en la provincia. 

 La profesora Titular de Universidad del Área de Fundamentos del Análisis Económico de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza, María Luisa Feijóo, es la nueva directora general de Universidades y Luis Mariano Mallada, que ya fue director de la Inspección con Luisa Fernanda Rudi, será ahora el director general de Planificación, Centros y Formación Profesional. La profesora Ana María Moracho será directora general de Política Educativa y Organización Académica. 

El PAR: amplia representación con solo un diputado

Pero si un partido ha obtenido una máxima responsabilidad en función de sus resultados electorales ha sido el PAR que dirige Alberto Izquierdo, que en este primer bloque de nombramientos ha conseguido introducir a algunas de las personas más fuertes y veteranas de la formación. Tres de ellos ya fueron directores generales en el Gobierno cuatripartito de Javier Lambán y con Arturo Aliaga, aunque tras la moción de censura para apartarlo de la dirección del partido y alinearse con Alberto Izquierdo, vuelven al Ejecutivo, en este caso de un color bien distinto: el del PP y Vox. Además de garantizarse presencia mediática con estos nombramientos, la nueva cúpula de la formación aragonesista tratará de rentabilizar su presencia en el Ejecutivo para rearmar el partido y recuperarlo territorialmente. De hecho, ha colocado en estos puestos a personas con responsabilidades orgánicas en las tres provincias. Visibilizar su gestión, junto a las responsabilidades que tiene el PAR en la Diputación de Teruel, son claves para el PAR en su intento de recuperar los apoyos electorales perdidos. 

De este modo, Luis Estaún, Eva Fortea y Gloria Pérez han sido cesados de sus responsabilidades en el Ejecutivo de Lambán para ser nombrados de nuevo en el actual Gobierno. Pérez pasa de Turismo a Patrimonio Cultural y Eva Fortea cambia sus atribuciones en Comercio por una nueva dirección general de Familia, Infancia y Natalidad. El veterano dirigente altoaragonés Luis Estaún deja la Dirección General de Desarrollo Estatutario para ocupar un área tan importante como el Instituto Aragonés del Agua, un área que ya ha sido gestionada en anteriores ejecutivos por el PAR. La presencia de los aragonesistas en una materia tan sensible como el agua es también una declaración de intenciones, ya que en el Gobierno de Aragón hay una parte, Vox, claramente defensora del trasvase del Ebro. Junto a estos tres miembros del PAR se incorporan nuevas caras aragonesistas, como la sobrarbense Raquel Giménez, actual concejala del PAR en Tella–Sin, que será directora general de Medio Natural, o la turolense Estíbaliz Tolosa, quien ocupará una dirección general de nueva creación: la de Cuidados y Humanización. 

Falta todavía el nombramiento de otros 15 directores generales en los que no se descarta la inclusión de nuevos miembros de otros partidos, así como de personas de un marcado perfil político de la mayor confianza de Azcón. El proceso de elección no está siendo sencillo y va a un ritmo lento, aunque el inicio de curso político, que será intenso y en el que el Gobierno aragonés quiere impregnar su propio cambio de rumbo desde el primer día, es inminente.