El actual alcalde de Teruel, Manuel Blasco (PP), tendrá que cortejar, al menos para ser investido de nuevo como primer edil, no solo al PAR, con quien ya contó en la última legislatura, sino también a Ciudadanos, que entra en el Consistorio con 2 concejales.
Blasco ha perdido cuatro concejales en estas elecciones, los que le valieron en el 2011 para ser el primer alcalde de la democracia en conseguir mayoría absoluta en Teruel.
El único concejal del PAR elegido en aquellos comicios, Ricardo Eced, después de la abrupta salida a seis meses de las elecciones del hasta entonces alcalde del PAR, Miguel Ferrer, ha apoyado en estos cuatro años las medidas del equipo de gobierno.
A pesar de ello, los aragonesistas han recuperado un concejal con la candidatura encabezada por Julio Esteban, y con los dos ediles serán uno de los cortejados por el PP para asegurar al menos la investidura, pero están lejos de ser determinantes para dar gobierno, tampoco por la izquierda donde no sumarían el resto de formaciones.
Mientras que con Ciudadanos no parece probable un pacto de gobierno, si cumple lo que ha dicho durante la campaña el cabeza de lista Rodrigo Gómez, de no entrar en ningún gobierno si no ganaban las elecciones, “no tocaremos moqueta”, más allá de aceptar el ofrecimiento de ejercer responsabilidad de delegaciones como ha ocurrido con partidos de la oposición en la legislatura que termina.
Los dos ediles de Ciudadanos, sumados a los del PAR y a los 8 del PP son a priori la única mayoría absoluta posible (12) de los 21 concejales del Consistorio.
Por la izquierda, el PSOE ha mantenido con su nuevo candidato, José Ramón Morro, los cinco concejales que obtuvieron en la pasada legislatura. Entra Ganar Teruel -que aglutina Izquierda Unida, Podemos e independientes- con tres concejales y Chunta Aragonesista se queda con un concejal frente a los dos que tenía en la anterior legislatura, pagando quizás haberse quedado fuera de esa agrupación de izquierdas.
Pensar en hipotéticos pactos de estas formaciones con partidos como Ciudadanos o el PAR parece poco probable en base a sus programas y principios, así que Manuel Blasco será el próximo alcalde, aunque parece que necesitará mucha mano izquierda para sacar adelante sus medidas gobernando en minoría.
Tampoco ha habido grandes cambios respecto a las fuerzas más votadas en las otras localidades más grandes de la provincia, como Alcañiz o Andorra.
En la capital del Bajo Aragón el PP ha revalidado victoria e incluso ha ganado un concejal, pasando de 6 a 7, a pesar que el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, ha vivido una tensa legislatura marcada por agrios enfrentamientos con la oposición, incluida el PAR con quien había un pacto global en Aragón.
Mientras, el PSOE se ha mantenido con tres y el varapalo se lo ha llevado el PAR, que ha bajado de 5 a 3 y que no ha sabido rentabilizar grandes proyectos que llevan el sello de la formación como es Motorland. Izquierda Unida ha mantenido sus tres concejales mientras que Chunta, de nuevo, no ha conseguido representación tampoco en estas elecciones.
Todo apunta a que Gracia Suso volverá a gobernar en minoría, salvo sorpresas, pero con la confianza de ser de los pocos feudos en los que el Partido Popular ha conseguido no solo volver a ser la lista más votada, sino crecer.
Andorra, bastión de Izquierda Unida en la provincia de Teruel, ha bajado de 5 a 4 concejales, aunque es la fuerza más votada.
En segundo lugar el PSOE, con tres concejales y un cabeza de lista, Antonio Donoso, vinculado al sindicalismo del carbón, ha desbancado al Partido Popular que ha pasado de cuatro a dos concejales. El PAR ha pasado de un concejal a dos, Chunta Aragonesista ha conseguido en estos comicios entrar al Consistorio con un concejal y Asamblea Abierta otro edil.