La diputada de Podemos en las Cortes de Aragón, Erika Sanz, ha comunicado que dejará su escaño cuando acabe el actual periodo de sesiones, en junio, y ya ha cesado de sus cargos en la formación morada en la comunidad autónoma y también la militancia hace una semana.
En rueda de prensa, ha manifestado que es una decisión “muy meditada”, en la que lleva tiempo “reflexionando” y que se debe a que del proyecto que se inició hace siete años con Podemos “ya no queda nada”.
Ha considerado un “error” haber entrado a formar parte de un Gobierno “con el PSOE de Javier Lambán” y el Partido Aragonés. “Las renuncias programáticas son muchas, más que las conquistas en este Gobierno y Podemos está asumiendo un papel de subalternidad”, en el que “ha callado” ante muchas cuestiones, como la renovación de conciertos educativos, la ampliación de la estación de esquí de Cerler por Castanesa o continuar con las obras del embalse de Mularroya.
Ha manifestado que volverá a su plaza de docente en la escuela pública y seguirá participando en movimientos sociales, que ha considerado otra forma de hace política.