¿Qué papeleta elegirán el 26 de junio los votantes tradicionales de Chunta Aragonesista? ¿Votarán o se abstendrán? Esos son dos de los interrogantes para, en las vísperas electorales de la primera convocatoria en 27 años a la que los nacionalistas de izquierdas no concurren, ni en solitario ni coaligados, despejar la incógnita sobre si las dos principales fuerzas de la izquierda aragonesa, PSOE y Unidos Podemos, mantienen, igualan o intercambian el 26-J su correlación de apoyos.
El Comité Nazional de CHA ha decidido, tras una ronda de contactos con todos los partidos de la izquierda de la comunidad, no presentar candidaturas a las próximas elecciones. Tras dos alianzas con IU –La Izquierda Plural, que obtuvo un diputado, y Unidad Popular-, los nacionalistas acabaron por desestimar las ofertas de alianzas que tenían sobre la mesa, entrar en Unidos Podemos o concurrir con el PSOE -con el que gobiernan en la DGA-, y por descartar también el frente aragonesista con Puyalón y Estado Aragonés que llegaron a sondear.
La decisión final deja sin su referente tradicional a un grupo de entre 20.000 y 30.000 votantes cuya elección el 26-J se antoja clave. Distintos expertos en demoscopia y dirigentes políticos coinciden en pronosticar que no habrá novedades en Huesca –triple empate uno entre PP, PSOE y Unidos Podemos, al reforzar IU la propuesta invernal de Alto Aragón en Común- y que la batalla se centrará en el séptimo diputado por Zaragoza y el tercero de Teruel.
En diciembre se los llevó el PP, pero la suma de los votos de Podemos y Unidad Popular, ahora coaligados en Unidos Podemos, se los daría a esta última formación, provocando en Teruel un triple empate como el de Huesca y otro a dos en Zaragoza, con un acta más para C’s. Sin embargo, esos cálculos dependen del comportamiento electoral de los votantes de CHA, cuyas tres principales opciones serían, según coinciden varias fuentes, las papeletas de la coalición de Podemos e IU, la del PSOE y la abstención.
Sumas, restas, volatilidad y trasvases
La Izquierda Plural obtuvo 58.749 votos en Zaragoza en las generales de 2011, unos meses después de que IU hubiera logrado 30.907 y Chunta 44.381 en las autonómicas. Cuatro años después, el 20-D, Unidad Popular cosechó 34.773 –cayó más de un 40%- tras un resultado autonómico, por separado, de 20.879 y 24.335. En Teruel, Unidad Popular cayó de 6.086 a 3.873 en las generales –algo más del 35%- tras un descenso de 5.236 a 3.471 en las autonómicas en el caso de IU y de 4.053 a 2.570 en de CHA.
La distancia entre el segundo diputado de Podemos y el tercero de PP en Zaragoza fue de 5.371, mientras la del primero de los morados y el segundo de los azules en Teruel se situó en 2.036. Es decir, que la suma de votantes de Podemos e IU de seis meses antes sería suficiente para que su coalición pudiera hacerse con un escaño en Zaragoza pero lo tendría más complicado en Teruel. Siempre, a expensas de la volatilidad que finalmente registre el voto de cada una de las principales formaciones, de los eventuales trasvases de sufragios entre PP, C’s y PSOE y, también, de la desactivación de votantes y de la movilización de abstencionistas.
Estas tres últimas formaciones repiten las listas del 20-D, mientras que Unidos Podemos ha introducido cambios en puestos de salida en Teruel, donde encabeza la candidatura Daniel Palomo, de IU, y en Zaragoza, donde la periodista Rosa María Artal sustituye al general Julio Rodríguez como número dos por detrás de Pedro Arrojo con Rosa Magallón en el tercer puesto. Cierran esta candidatura el alcalde y la vicealcaldesa de Zaragoza, Pedro Santisteve y Luisa Broto, ambos de ZeC (Zaragoza en Común). El Huesca repite Jorge Luis, que ya resultó elegido en diciembre como número uno de Alto Aragón en Común.
Estas serán, por otra parte, las cuartas elecciones generales, y las terceras consecutivas, en las que ningún partido aragonesista se presenta en solitario. CHA lo hizo en las dos últimas con IU y el Par, con el PP. Lo que solo había pasado en 1982 ha ocurrido en 2011, 2015 y 2016.