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El Juzgado de Huesca le pide a Méndez de Vigo que ordene la devolución de las 44 obras de Sijena coincidiendo con el 155

Nuevo giro al litigio por las obras artísticas del Monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca), que enfrenta a Aragón y a la Generalitat desde hace 20 años. El cambio en los papeles principales de esta obra de muchos actos puede terminar de concretar la devolución de los 44 bienes que sigue reclamando la localidad altoaragonesa en las próximas semanas, cuando falta poco más de un mes para que las elecciones del 21 de diciembre vuelvan a redefinir el mapa político catalán.

La que hasta ahora había sido jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Huesca, Carmen Aznar, quien había sido la cabeza visible en los últimos tiempos de este largo litigio, había sido trasladada a Zaragoza. Su sucesor, Antonio Martín, ha dictado una providencia en la que requiere al ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, responsable provisional del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña tras la aplicación del 155, que entregue de forma inmediata los 44 bienes que tiene retenidos el Museo de Lérida al Monasterio de Sijena.

La salida de Aznar no había sido bien recibida en el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena. Su alcalde, Ildefonso Salillas, ha sido el gran impulsor de esta batalla que se dirime en los juzgados con el respaldo del abogado aragonés Jorge Español. En el último año, la jueza había dado una sucesión de duros golpes a Cataluña. El último, un mandato para devolver esas 44 obras histórico-artísticas con la fecha límite del pasado 31 de julio que la Generalitat obvió.

Los acontecimientos posteriores en Catalunya postergaron la cuestión hasta el momento, una vez que Méndez de Vigo ha asumido de manera eventual la cartera de Cultura. En su providencia, el nuevo titular del Juzgado número 1 de Huesca recuerda que los últimos apercibimientos en los que se pedía la entrega inmediata de los bienes con una fecha límite no fueron cumplidos por los anteriores responsables, los consejeros Lluís Puig y Santi Vila, encausados ante el Tribunal Supremo por un posible delito de desobediencia a la autoridad judicial.

El juez quiere una fecha exacta

Antonio Martín ha requerido a Méndez de Vigo que señale “la ubicación exacta de todas y cada una de las piezas aún pendientes de entrega en esta causa, tanto si se encuentran en el Museo de Lérida como en otras instituciones”. Además, solicita que informe en “qué fecha y por qué medios se realizará la entrega de los bienes, para que el Gobierno de Aragón pueda disponer lo necesario para la adecuada recepción de los mismos” en el espacio que se habilitó en el Monasterio.

La consejera de Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, señaló ayer que en su conversación al respecto con Méndez de Vigo este le aseguró que estudiaría el requerimiento del juez con “sumo detenimiento” y le reafirmó la contundencia de Aragón en la diligencia del cumplimiento de la legalidad, porque esta no es una cuestión política, sino de legalidad“. Pérez espera ”medidas excepcionales“ en Catalunya también en este caso.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, mostró su sorpresa y calificó la aplicación del 144 en este litigio como de “letal, inadecuado e inapropiado”. “No esperábamos esta resolución ni la celeridad con que el nuevo juez la ha ejercido, pero trabajaremos en defensa de que las obras no abandonen el museo”.

Un periplo que comenzó en la Guerra Civil

En el centro de esta historia se sitúan 97 objetos artísticos y pinturas murales tasados en la actualidad en varios millones de euros -140 millones solo las pinturas-, que se ubicaban en Villanueva de Sijena y que, en un periplo que comenzó en plena Guerra Civil, acabaron repartidos en varios museos catalanes. Las monjas del Monasterio vendieron las 97 obras a la Generalitat sin informar a las autoridades.

La Justicia considera que se encuentran en régimen de depósito y por ello pueden ser reclamadas por sus propietarios originales y deben ser restituidas. 51 de ellas ya se devolvieron como parte de este proceso judicial y se encuentran expuestas en el Monasterio y otras dos, en teoría, se han extraviado. El litigio comenzó en 1996 y la parte aragonesa ve cada vez más cerca un cierre favorable a sus intereses.