A unos minutos del municipio turolense de San Agustín se encuentra Mas Blanco, que tras años abandonado ha recuperado la vida y, entre la veintena de casas, ya se dejan oír conversaciones de vecinos mezcladas con los sonidos propios de la naturaleza. Hace una década solo quedaba una pareja de ingleses, que se marcharon a los pocos meses y ahora viven seis personas, según estima el investigador, geógrafo y activista, Luis del Romero. Él mismo cuenta que en estos 10 años las administraciones han presentado proyectos en la zona para construir un campo de golf, una macrogranja o 300 hectáreas de placas solares por lo que “es una suerte que Mas Blanco siga en pie”.
Esas seis personas se convierten en decenas gracias a las actividades dentro del marco de la Universidad Rural Ibérica, entre otras líneas de trabajo, que organiza la Asociación Recartografías. Un grupo de cerca de 10 personas -profesores o estudiantes de doctorado vinculados a la Universidad de Valencia- que en 2014 llegaron a Mas Blanco después de realizar un estudio sobre la despoblación y descubrir que uno de los territorios más afectados era Teruel. “Con el trabajo académico que hicimos, confirmamos nuestras sospechas de que lo que hacía falta eran personas y manos para empezar a hacer algo de forma directa en los pueblos”, detalla Luis del Romero, también miembro de Recartografías.
El objetivo que perseguían y mantienen en la actualidad no es otro que “llamar la atención” sobre el problema de la despoblación. Una cuestión que, tal y como denuncia el portavoz del grupo asociativo, “las administraciones públicas han dejado a un lado” y que para él va “mucho más allá de la falta de servicios” porque lo “verdaderamente importante” es la mejora de la calidad de vida de quienes viven en esas zonas.
Para conseguirlo apostaron por proponer proyectos de recuperación y rehabilitación mediante “herramientas de custodia”. “Este mecanismo funciona como un intercambio. Digamos que podemos gestionar espacios de Mas Blanco sin desembolso económico y a la vez se los cuidamos a los propietarios principales”, explica el geógrafo. Uno de los primeros pasos, después de trámites con el ayuntamiento, fue la rehabilitación de “la escuela mixta, el horno comunal o la bodega” y más adelante distintas casas. Todo este proceso lo realizan los integrantes de Recartografías que como relatan, mientras unos se ocupan de la obra, otros se orientan a la carpintería, un claro ejemplo de trabajo en equipo.
Una universidad diferente
La Universidad Libre de las Masías, que acogía en Mas Blanco las actividades formativas y académicas de Recartografías, se transforma ahora en la Universidad Rural Ibérica y es accesible para todo el mundo. Este cambio se debe a que quieren destacar el aspecto rural para “ofrecer y recuperar saberes tradicionales” que van más allá de lo técnico. Uno de ellos puede ser la piedra en seco, que como reconoce Luis del Romero, ahora “prácticamente nadie sabe lo que es” e insiste en que “son cosas que no se estudian en la universidad”.
“La Universidad Rural nace de la idea de que aquí en España los estudios universitarios están muy marcados por la investigación. Pero a mi modo de ver hay otra parte importante a tratar como es abordar problemas de la sociedad y el territorio, aunque no sean científicos. Esto último es algo inexistente en el sistema universitario actual”, describe el miembro de la Asociación de Mas Blanco.
Con el fin de cubrir ese vacío universitario, organizan numerosas actividades con una participación cada vez mayor y en una de las últimas convocatorias superaron las 50 personas, que vinieron de distintos puntos de España. Desde Recartografías, en palabras de Luis del Romero, reivindican “que en los pueblos se debe hablar de todos los temas” y por eso acercan a los visitantes y vecinos debates sobre cambio climático, transición justa o cultura.
Lo que buscan con este proyecto es crear “actividades intergeneracionales”, que sean igual de interesantes para todas las edades y se alejen de esos “carteles en los que pone fiesta para niños”. Así, desde Recartografías piensan que hay que cambiar eso de raíz porque en la “convivencia” es donde surgen vínculos “que pueden transformar las cosas”.
Uno de los espacios donde se desarrollan es la escuela mixta rehabilitada y que se inauguró en 2016. Un día especial y “emocionante” porque como recuerda Luis del Romero volvieron, especialmente de Barcelona, muchos masoveros que hacía “más de 30 años” que no habían vuelto a Mas Blanco por “la pena” de ver la aldea en ruinas. También, fue el punto de arranque para esta formación asociativa porque ya contaban con un “espacio cerrado” en el que poder proyectar información, aunque fuera generando electricidad “con un motor”, según cuenta el profesor del Romero.
Una nueva forma de vivir un museo
Otra de las piezas importantes de Recartografías es el Museo de las Masías y de la Memoria Rural, que relata la historia de los masoveros, en especial “de la parte oriental de Teruel” al ser una de las zonas con “mayor afluencia” de masadas o al menos así lo afirma Luis del Romero. De igual manera, destaca que se trata “de una nueva forma de hacer un museo” porque a todos esos paneles informativos se suma la experiencia de verlo en primera persona.
“No es el típico museo, sino que el horno que hemos rehabilitado sirve de espacio expositivo para explicar el proceso del pan y hacemos hogazas, luego en la bodega explicamos el ciclo del vino, se muestran aspectos cotidianos de una manera interactiva y atractiva. Todo para que conozcan la vida y la situación del medio rural”, detalla del Romero. Es posible visitarlo los fines de semana y los propios miembros de Recartografías se encargan de hacer las visitas guiadas.
En paralelo, se celebran los Fines de Semana Masoveros con jornadas centradas, habitualmente, en una temática. El mes de febrero se enfocaron en la literatura feminista y como puntualiza el geógrafo recibieron autoras del Pirineo e incluso Andalucía. Se suma el Festival Bureo con distintos actos culturales para “reivindicar las fiestas tradicionales de las masías”.
El curso en Mas Blanco suele comenzar en febrero y se extiende hasta aproximadamente noviembre, aunque uno de los objetivos por el que trabajan es “desestacionalizar” las actividades además de ampliarlas. El periodo de trabajo está muy marcado por las cuestiones meteorológicas y es que el integrante de Recartografías no quiere dejar de recordar que para llegar a Mas Blanco hay un “camino forestal” desde San Agustín por el que la quitanieves no pasa y con las fuertes lluvias “se quedan atrapados” en muchas ocasiones. “Hay que tener en cuenta que San Agustín es un pueblo que en verano multiplica mucho su población y a partir de noviembre quedan menos de 150. El hecho de hacer actividades cuando queda poca gente anima la zona”, señala.
El futuro lo tienen claro, pasa por consolidar la Universidad Rural Ibérica, ampliar el Museo de las Masías y la Memoria Rural, continuar haciendo investigaciones porque al “buscar información sobre Teruel hay poco archivo científico” y ver qué futuro espera a aquellos pueblos “envejecidos” que no dejan de perder habitantes. Mientras, seguirán manifestando y estando presentes para decir basta a “considerar a lo rural como el patio de atrás de las ciudades”.
Recartografías es pasado, presente y futuro en Mas Blanco y continuarán enseñando a quienes se acerquen que allí no hay apenas “enchufes para cargar móviles” ni cobertura o que “se compostan los residuos”. Pero al igual que en el resto del medio sí existe la posibilidad de tener “una vida tranquila” desde el punto de vista ambiental y “crear relaciones sociales de proximidad y calidad”. Luis del Romero estudia la evolución de las zonas vaciadas, por ahora cree que no es una situación que se pueda revertir por completo y si algo quiere destacar es que “desde un pueblo pequeño se pueden hacer grandes cosas”.