El Gobierno de Aragón (PSOE-CHA) intenta reaccionar ante un grave problema, como es el acoso escolar, tan, desgraciadamente, de moda en los últimos tiempos. El Ejecutivo ha puesto en marcha el Plan Integral contra el Acoso Escolar que, como medida pionera en España, pone en marcha un teléfono 24 horas, los 365 días del año, destinado a los menores que sufren acoso o conocen algún caso.
El número, 900 100 456, ya está operativo. Con él se pretende ofrecer una atención “inmediata, integral y continuada”. Las llamadas serán atendidas por psicólogos/as infantiles. Posteriormente, estos derivarán el caso a los servicios de urgencia (Policía Nacional, Guardia Civil y/o asistencia sanitaria) cuando se trate de una situación de riesgo grave para el menor; o al Departamento de Comunicación que, en coordinación con la Asesoría de Convivencia Escolar, iniciará un protocolo de actuación.
Los casos, explicó ayer la consejera de Educación, Mayte Pérez, se coordinarán de manera semanal entre los psicólogos de atención telefónica y la coordinadora del Departamento, que es una orientadora y psicóloga con años de experiencia. Cada caso se situará en el centro educativo a través de la Asesoría con un plan individualizado de intervención e informando a la inspección educativa.
Se actualizarán también, anunció Pérez, unos protocolos de actuación que datan de hace una década y “no responden a toda la realidad que se viven en los centros”. Los nuevos supondrán una simplificación de los procesos, una información rápida a las familias y un plan individualizado.
Otra de las patas de este plan será un cambio normativo. Así, apuntaron desde el Departamento, se pondrá nombre al acoso. En la actualidad, dijeron, la normativa no contempla este concepto específicamente y se engloba dentro de las conductas graves de convivencia.
La figura del observador
Los expertos siempre destacan la importancia que tienen los observadores o espectadores. Es decir, esos niños y niñas que ven el acoso desde fuera. Los compañeros de clase. En este Plan se considera clave “involucrar a todos aquellos que conozcan que se está produciendo un caso de acoso escolar en su entorno”.
Las tres últimas líneas de trabajo se focalizarán en potenciar las comisiones de convivencia de los centros con la incorporación de los servicios de orientación (hasta ahora las formaban solo los profesores); reforzar el trabajo de la Asesoría de Convivencia, un organismo compuesto por técnicos en orientación educativa, trabajo social y asesoría normativa; y la formación, con la finalización de otro programa pionero en España, como ha sido el de ciberayudantes y mediadores, que este curso ya ha llegado a 43 institutos de Secundaria.