Con la provincia de Teruel incluida en la denominada 'Laponia mediterránea' y con la previsión de que, de aquí al año 2031, la comunidad perderá más de 65.000 habitantes, Aragón se toma muy en serio la despoblación. El Gobierno de Aragón lleva más de un año trabajando en el borrador de una directriz con la que se pretenden sentar las bases para revertir la preocupante situación demográfica del medio rural. Como parte de esta iniciativa, esta semana tres técnicos de la Dirección General de Ordenación del Territorio visitaron las Tierras Altas de Escocia para tomar buena nota de las medidas que allí se aplican desde hace 50 años.
A través de TAIEX, el instrumento de la Comisión Europea para la Asistencia Técnica e Intercambio de Información, los técnicos aragoneses han podido conocer in situ la experiencia de la agencia de desarrollo territorial de las Tierras Altas de Escocia (Highlands and Islands Enterprise). Esta región es un buen ejemplo para Aragón, señala Joaquín Palacín, director general de Ordenación del Territorio, “porque lleva décadas de trabajo y ha logrado darle la vuelta a la situación, solo hay que ver los datos”. Según las proyecciones que maneja el gobierno local, las Highlands alcanzarán en 2035 los 255.835 habitantes, un 15% más de los que tenía en 2010.
Para Palacín, la principal lección que se extrae de la visita a Escocia es que “es necesario diseñar una planificación a largo plazo, porque son medidas que no tienen resultados inmediatos”. Este enfoque, señala, requiere sobre todo de “consenso” y de “la implicación de todas las administraciones y de toda la sociedad civil, desde asociaciones a empresarios”. En esta línea recuerda que “el borrador de directriz que estamos preparando parte de la base de un proceso de participación que queremos seguir desarrollando durante la exposición pública”.
De Escocia los técnicos se trajeron otras enseñanzas, como la necesidad de aplicar cambios legislativos que faciliten el desarrollo y el emprendimiento en los pueblos o, destaca Palacín, la idea de “transmitir una imagen positiva del medio rural, que se vea como un entorno digno para vivir y desarrollarse”, un planteamiento que ya está contemplado en el borrador de la directriz.
El proceso participativo de la directriz, que este mismo lunes 8 de mayo iniciará su “fase de retorno” tras dos meses de trabajos previos, ha incluido 126 reuniones en localidades de las tres provincias aragonesas. En estas sesiones, a las que han estado convocados más de 800 agentes sociales y económicos, se han abordado temas como el mercado laboral, las nuevas tecnologías, el envejecimiento o la situación de los jóvenes y las mujeres en el medio rural.