El Gobierno de Aragón no cerrará aulas universitarias aunque “se van a producir contagios” en la comunidad académica, ha afirmado este jueves la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, quien ha comparecido en sesión plenaria de las Cortes autonómicas. Ha afirmado que se promoverán medidas higiénico-sanitarias para evitar los contactos estrechos y que Salud Pública determinará, en cada caso, qué hacer.
Díaz ha explicado que, para este curso, el Departamento ha optado por un modelo “híbrido” de enseñanza con rotaciones de los alumnos por semanas, de manera que en semanas alternas podrán seguir las clases en streaming. Ha dejado claro que no se puede renunciar a la presencialidad “sin mermar la calidad”. El Departamento ha invertido 245.000 euros para comprar e instalar tecnología con la que los alumnos puedan seguir las clases y los profesores impartirlas.
Habrá un “responsable COVID” por centro de la Universidad de Zaragoza y los alumnos que presenten fiebre durante las clases deberán comunicarse con estas personas para aislarse. Tendrán que avisar a su centro de salud y a la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales de la UZ.
Las medidas de prevención no son “capricho” de la consejera ni del ministro de Universidades, Manuel Castells, ha dicho Maru Díaz, quien ha recordado que el objetivo primero es evitar que haya fallecidos por COVID-19 y frenar la pandemia.
Ha manifestado que será necesario reforzar las prestaciones de alta velocidad de las conexiones de Internet. Además, el Gobierno de Aragón abrirá dos aulas de estudio y tendrá conversaciones con la UZ para abrir otras a medida que pase el curso.
Por otra parte, la titular de Universidad ha apostado por invertir en digitalización, ciberseguridad y buenos soportes de las universidades públicas, “el gran reto de la legislatura”, también por legislar en estas materias y en otras como la 'nube'.