En el medio rural llueve sobre mojado cuando las averías de telefonía y de luz tardan varios días en subsanarse. Es otro síntoma de la brecha entre el mundo rural y el urbano cuyo impacto se acentúa, además, si se trata de un emplazamiento turístico. Es lo que sucedió días atrás en Isábena, un municipio de la comarca de la Ribagorza (Huesca) que se quedó sin línea fija tras una fuerte tormenta y esto repercutió en sus actividades económicas e incluso de salud por el mal funcionamiento que provocó en el centro médico. Los centros hosteleros piden una solución a este y otros problemas que se reproducen de manera cíclica.
El alcalde, Joaquín Montanuy, se suma a estas propuestas y se muestra dolido por el hecho de que el mayor número de incidencias se registre “cuando la campaña veraniega se encuentra en su momento álgido. Nos pesa la mala imagen que genera entre nuestros visitantes». La compañía que abastece la línea, Movistar, indica que se trabajó en la avería ”en los plazos y con el protocolo habituales en estas situaciones“. Hace unos meses se sustituyeron varios elementos de transmisión de la centralita de Isábena para mejorar la señal sin repercusiones positivas a la vista.
Así, lejos de resolverse, el problema se ha seguido agravando. Isábena es una población con 260 habitantes censados que vive del turismo. Su capital es La Puebla de Roda, donde se cuentan varios negocios que han permitido que tanto la zona como la economía local aflorasen. Casas rurales, hoteles y restaurantes que le dan brillo, atraen población estacionaria y permanente y que se han visto afectados por los costes en el suministro. La atención sanitaria ha debido adaptarse a la situación sin un acceso a internet en otro ejemplo del caos generado por la avería.
Una vez que se ha solventado la avería, los vecinos recuerdan que las afecciones han coincidido con las horas de más calor y con festividades como la Semana Santa. También, que han perjudicado a otras localidades del entorno. Movistar pedía “un poco de paciencia” y recordaba el plan para la instalación de banda ancha en los municipios de más de 20 habitantes que promueve la Diputación Provincial de Huesca (DPH).
Después de que su presidente, Miguel Gracia, mostrase su “inquietud” por el papel que pudiera desarrollar el Ministerio de Energía del anterior Ejecutivo central en esta propuesta, la nueva delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, se mostró favorable desde su investidura a potenciar esta y otras iniciativas para frenar la despoblación. La DPH establece 30 megas de velocidad en los casos señalados para llegar a más de 300 núcleos de la provincia.
En 2017, varios núcleos del municipio de Aínsa también se quedaron sin luz por una avería en el tendido eléctrico varias veces en espacio de pocas semanas. En Bárcabo afecta al teléfono e incluso al suministro de agua corriente porque afecta al bombeo. Un año antes, el valle de Benasque estuvo varios días sin cobertura de telefonía móvil en vísperas de la temporada veraniega, lo que provocó cancelaciones de reservas y demoras en el ritmo de ventas habitual de los comercios que utilizan datáfonos para el pago con tarjetas de crédito. Sucedió, asimismo, muy cerca en el tiempo del Gran Trail Aneto-Posets, que congrega en un fin de semana a 15.000 personas, 3.500 de ellos deportistas que necesitan de la tecnología para orientarse en esta carrera entre montañas.