A finales de febrero llegarán a Lima, procedentes de Calatayud, 140 habitáculos prefabricados que se transformarán después en ambulatorios médicos portátiles. Su destino es atender las posibles emergencias, derivadas de los efectos del fenómeno meteorológico El Niño, que se produzcan en cualquier rincón de Perú.
Los módulos constan de un habitáculo con baño incluido que, al desplegarlos, ocupan un espacio de 35 metros cuadrados. “Su principal ventaja es que ocupan muy poco espacio, ya que se transportan plegados, y así se pueden llevar hasta lugares de difícil acceso”, explica Juan Calderón, director gerente de Sistemas Modulares Habitables (Sismoha SL), la empresa bilbilitana que los construye.
Los plazos para acabar este trabajo son tan breves que han trastocado completamente el ritmo de trabajo de esta pequeña empresa ubicada en el polígono La Charluca, en la que habitualmente trabajan ocho personas. “Esta semana se han incorporado 22 trabajadores nuevos y no descartamos contratar a cuatro personas más”, comenta. La convocatoria de empleo ha sido muy bien acogida en la zona, “hemos recibido unos 250 currículums para cubrir una veintena de plazas. Nos han llegado de toda la comarca y también de Zaragoza capital con total disponibilidad para desplazarse. Se nota la falta de trabajo”, añade.
Y es que a los 60 días de plazo hay que restarles las 20 jornadas de barco hasta llegar a destino, por lo que los ambulatorios deberán estar terminados a comienzos de febrero. “Hemos tenido que organizar dos turnos de trabajo pero llegaremos a tiempo”, asegura Calderón. A Lima viajarán también tres miembros de la plantilla, como asistencia técnica, para supervisar el montaje.
A esta licitación del gobierno peruano Sismoha SL ha optado junto a una empresa local que será la encargada de equipar con instrumental médico los módulos que se envíen desde España. “Contar con un partner local es un requisito imprescindible para optar a este tipo de encargos”, apunta Calderón, quien espera que en los próximos meses ambas compañías puedan desarrollar otros proyectos conjuntos.
Viviendas sociales para países en desarrollo
Es la primera vez que esta empresa aragonesa trabaja con el Gobierno de Perú, sin embargo cuenta con experiencia en proyectos en países en vías de desarrollo. “Siempre vimos claro que nuestro mercado estaba allí porque estos módulos son adecuados para crear viviendas sociales, fáciles de montar y económicas”, detalla. Por eso la empresa ha orientado su labor comercial hacia Sudamérica y África, “donde más demanda hemos detectado de vivienda social y de módulos de emergencia”.
Así, en Ecuador se han encargado de construir un campamento militar para atender una zona deprimida de Guayaquil llamada Monte Sinaí. Y en Zimbabue montaron varios módulos de asistencia primaria, “eran lugares destinados a atender a mujeres víctimas de violencia de género, entre otras cosas. Es el proyecto de mayor calado social que hemos llevado a cabo”, recuerda Juan Calderón. Los dispensarios se instalaron en áreas de difícil acceso y un equipo de la empresa se desplazó desde Calatayud para supervisar el montaje de los mismos. La empresa bilbilitana también ha construido campamentos de viviendas para trabajadores en Brasil, Angola y Guinea.