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La contaminación en la Cuenca del Ebro está por encima de la media nacional

Miguel Barluenga

6 de febrero de 2023 23:18 h

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Las últimas analíticas de aguas superficiales y subterráneas del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), correspondientes al año 2020, y que utilizan como base la cuenca hidrográfica, ofrecen malas noticias. En el caso de la del Ebro, como ha denunciado Ecologistas en Acción, los niveles de contaminación están por la encima de la media nacional. El análisis muestra la elevada contaminación difusa de origen agrario, especialmente de las aguas subterráneas. La ganadería y la agricultura industrial vierten purines y fertilizantes nitrogenados que acaban contaminando las masas de agua superficiales -ríos, lagos...- y las subterráneas.

Si los nitratos llegan a puntos de abastecimiento de agua para consumo humano por encima de 50 miligramos por litro (mg/l), sus aguas ya no podrán utilizarse para beber. A fecha de realización de las analíticas, en el año 2020, el límite en vigor para las masas de agua también era de 50mg/l, valor que fue rebajado a 25 mg/l para las masas superficiales y a 37,5 mg/l en aguas subterráneas por el Real Decreto 47/2022 del 18 de enero sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias. Estos nuevos límites son los que utilizamos para valorar la información suministrada por el MITERD.

En el año 2020, la presencia de nitratos en aguas subterráneas fue analizada en 3.643 estaciones de la red de seguimiento, con un total de 10.187 analíticas. En el 37,03% de las estaciones se detectaron nitratos por encima de 37,5 mg/l. El número de analíticas por encima de ese valor fue de 3.820, que suponen un 37,5% de las analíticas realizadas.

En lo que respecta en la Cuenca del Ebro se detectaron nitratos por encima de 37,5 mg/l en 250 estaciones, lo que representa el 54,11%. El número de analíticas por encima de ese valor fue de 1.647, que suponen un 43,43% de las analíticas realizadas en esta cuenca. Como dato significativo, hay un número importante de analíticas con valores superiores a los 400 mg/l.

En las masas de aguas superficiales, se tomaron 23.152 mediciones de nitratos en 4.354 estaciones de muestreo. El valor de calidad de 25 mg/l, se superó en 526 estaciones (el12,08%) y en 2.139 analíticas (el 9,24% de las analíticas realizadas). En la Cuenca del Ebro sean han obtenido muestras mayores de 25 mg/l en 623 analíticas (10,43%) de 69 estaciones de muestreo (12,80%).

Con la información sobre los casos de valores superiores a los estipulados, las comunidades autónomas “deberían estudiar si hay impactos en la zona que puedan afectar a los ecosistemas acuáticos e implementar zonas vulnerables de nitratos para desarrollar programas de reducción de la contaminación. Los nitratos afectan a los ecosistemas acuáticos, pero también a la salud humana porque la contaminación puede afectar a puntos de abastecimiento de agua de consumo humano”, apuntan los ecologistas.

Con el objetivo de prevenir el efecto tóxico a corto plazo sobre la salud humana, la organización Mundial de la Salud establece como nivel máximo permitido en agua potable un valor de 50 mg/litro. Este valor coincide con el límite legal el año de realización de las analíticas, 2020.

El 27,92% de las estaciones de aguas subterráneas detectaron nitratos por encima del valor potable. Un total del 27,34% de las analíticas detectaron aguas no aptas para su consumo humano. En aguas superficiales, el 4,11% de las estaciones detectaron agua tóxica. “Si no se ataja esta contaminación difusa de origen agrario tendremos más problemas ambientales y de salud humana por la contaminación de los puntos de abastecimiento”, señalan desde Ecologistas en Acción.

Ya se han dado situaciones como la de la localidad oscense de Lierta, que en los dos últimos veranos no ha podido contar con agua potable y el ayuntamiento se vio obligado a repartir garrafas entre sus habitantes. Las mediciones superaban el límite legal de 50 mg/l de nitratos. Durante los meses anteriores, en el depósito de agua que abastece a Lierta se ha mezclado agua de dos procedencias distintas: la de la Fuente Romaldo, con un índice de nitratos constante superior a 100 mg/l, y la que se lleva desde el azud de riego del río Venia, con un nivel sensiblemente menor.

Un informe de Ecologistas en Acción titulado “Estudio del contenido en nitratos de las aguas de consumo humano”, basado en datos del Ministerio de Sanidad procedentes de los trabajos de control de las redes que llevan a cabo los farmacéuticos locales, revela cómo el año pasado la presencia de nitratos superó los niveles de salubridad en las redes de abastecimiento de agua potable, los 50 mg/l, de un total de 22 poblaciones aragonesas, entre ellos la ciudad de Teruel, donde esos episodios llegaron a darse en tres ocasiones pese a la escasa actividad ganadera que se da en ella.