La Asociación Tutelar Asistencial de Discapacitados Intelectuales (Atades) ha logrado la inserción laboral de más de 200 personas con discapacidad intelectual gracias a esta iniciativa solidaria que en 2015 cumple su cuarta edición. El Vino de la Amistad surge de la colaboración entre Atades y Bodegas Enate, aunque la pintora zaragozana Eva Armisén también aporta su granito de arena y cede cada año una de sus obras para vestir la botella.
En esta ocasión la ilustración que luce la etiqueta del Vino de la Amistad se titula Para que seas feliz. Se trata de un Tempranillo 2014. La caja de seis botellas se vende a 28 euros, la de tres botellas a 14 euros y la botella, a 5.
A lo largo de su corta historia, esta iniciativa solidaria ha conseguido vender alrededor de 10.000 botellas de vino y destinar sus beneficios a los proyectos sociolaborales de Atades. Uno de ellos es el Centro Especial de Empleo Gardeniers. “Gracias a las ventas de este vino hemos logrado mantener las actividades de Gardeniers, donde trabaja una treintena de personas con discapacidad intelectual en tareas relacionadas con la jardinería y la agricultura ecológica”, explica el presidente de Atades, Jesús Soto.
Además del cultivo de plantas y hortalizas, los trabajadores de Gardeniers elaboran conservas y, próximamente, diversas cremas de verdura que empezarán a comercializarse este invierno. La entidad ha encargado incluso el estudio de viabilidad económica para construir una planta conservera en Zaragoza “abierta a todos los cultivadores de agricultura ecológica que actualmente tienen que envasar sus productos fuera de la provincia, ya que aquí no existe una instalación de ese tipo”, asegura el gerente de Atades, Félix Arrizabalaga. La idea está en fase de estudio y cuenta con el apoyo del Departamento de Desarrollo rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, y del Ayuntamiento de Zaragoza.
“El reto es hacer Gardeniers sostenible económicamente y abrir nuevos canales para comercializar nuestros productos”, apunta Arrizabalaga quien destaca que “hasta ahora no nos ha ido mal, ya que el centro abrió hace tres años y en ese tiempo ha incorporado a 34 trabajadores a su plantilla”.
Pero el centro de inserción laboral más grande Atades es el de Oliver, dedicado a manufacturas y manipulados industriales, donde trabajan unas 180 personas, 160 de ellas con discapacidad intelectual. “No hay que ver Oliver S.L. como una empresa especial”, asegura su gerente, Roberto Fondevilla. “Es una empresa de puertas afuera, y es especial de puertas adentro. Nuestros trabajadores tienen los mismos derechos y obligaciones que los demás, un horario, un salario y un convenio colectivo”, explica. La empresa está certificada con normas ISO y cuenta con multinacionales como Teka, Balay o Siemens en su cartera de clientes. “A las empresas aragonesas les pedimos que nos contemplen como una alternativa a la deslocalización para reducir costes”, comenta Fondevilla, “nuestra oferta es igual de competitiva y el trabajo no se va fuera, se queda Aragón”.
El tercer centro especial de empleo que Atades gestiona en Zaragoza es Logística Social, cuya plantilla está compuesta en más de un 90 % por personas con discapacidad. Asume la gestión del Centro Integra Aragón, así como la prestación de servicios asistenciales a sus usuarios.