“Dar respuesta a la necesidad de servicios esenciales de panadería en los pueblos de la provincia de Teruel”, es el objetivo del proyecto El Horno del Pueblo, según explica su fundador, Jorge Sanz. Él mismo ha desarrollado que la iniciativa nace en un momento en el que en el territorio turolense se cuantifican aproximadamente 60 panaderías, después de que en los últimos ocho años un 40% de los establecimientos existentes hayan cerrado sus puertas.
Las carencias detectadas en las zonas rurales por la clausura de las panaderías que servían a los municipios y la falta de suministro han sido dos de los motivos que llevaron a Sanz a unir a un equipo y desarrollar El Horno del Pueblo. “El proyecto nace tras vivir y escuchar a los pueblos y panaderos de nuestra provincia. Detectamos faltas importantes y nos pusimos manos a la obra para desarrollar un proyecto de economía social”, ha detallado. Con ello también quieren que “las personas de los pueblos no pierdan otro servicio esencial” y se queden sin un alimento tan preciado como es el pan o derivados.
Como base de la iniciativa hay una “extensa” investigación, que, según ha reconocido Sanz, les está ayudando a dar pasos “con determinación”. “Se ha hecho un análisis pueblo a pueblo sobre la población que tiene cada uno de ellos o si hay algún tipo de comercio que podría servirnos de apoyo, entre otras muchas cosas”, ha descrito.
Las conclusiones que se han obtenido dejan una radiografía del sector panadero en la provincia de Teruel. Han identificado que la situación de las personas que se dedican a la panadería es “vulnerable” y el sector se enfrenta a la falta de “relevo generacional”. “Seguimos obteniendo conclusiones, pero hemos visto que muchas veces no hay un suministro constante y que los establecimientos se encuentran con el problema de la estacionalidad, pues en verano los pueblos se llenan, pero en invierno quedan casi vacíos”, ha relatado la miembro del proyecto y encargada de la investigación, Inés Dobón.
Recuperar panaderías en el medio rural
La actividad de El Horno del Pueblo puede dividirse en dos vías. Por un lado, tal y como ha destacado Sanz, se trata de una herramienta que quiere “potenciar y ayudar” a todas las panaderías de la provincia de Teruel. “Se les compraría el producto y se les echaría una mano en la producción para que puedan vender en mercados donde no tienen acceso”, ha aclarado.
Por otra parte, esos productos podrían destinarse a otros panaderos que no pueden fabricar todo lo necesario en momentos de alta demanda por la estacionalidad o incluso podrían venderse en establecimientos -hoteles, multiservicios, tiendas, entre otros- de municipios en los que no hay servicio de panadería. “Sería posible crear un modelo franquiciable”, ha expresado el creador, a lo que ha añadido que se podrían abrir pequeños espacios en los pueblos en los que vender los productos de los panaderos que quieran sumarse a esta iniciativa.
“El fin de El Horno del Pueblo es vender productos de todos los panaderos de la provincia en los lugares a los que ellos no pueden llegar. Trabajar todos a una y reforzar en lo posible el trabajo que ellos hacen”, ha reiterado Sanz.
Así, el proyecto puede convertirse en una vía con la que generar empleo en el medio rural, pues plantean crear “contacto directo con los ayuntamientos” de las localidades y mostrar que son una opción para quien quiera emprender. “Alguien puede llegar a un pueblo y montar esos despachos de pan”, ha manifestado Sanz y en ese caso se les ayudaría en todo lo posible porque contar con una panadería da “estabilidad a las zonas rurales” y “tranquilidad tanto a los que viven como a los que van”.
Otro ejemplo en el que podría actuar El Horno del Pueblo y que ha relatado su promotor es si quedan pocos años para tener que dejar la panadería del pueblo. “Por ejemplo, una pareja que le quedan dos años para jubilarse y deciden que necesitan ayuda estaremos ahí”, ha recordado, y es que El Horno del Pueblo desarrolla labores de “gestión, apoyo y asesoramiento”. En un caso como este, se ayudará a buscar a una persona para ese tiempo y se le inculcará la filosofía del proyecto para que pueda seguir con la panadería adelante, evitando su cierre.
“Un lugar de encuentro”
Sanz ha declarado que la Asociación Provincial de Panaderos de Teruel -que lleva más de 25 años defendiendo el sector- es una entidad “vital” en el desarrollo de El Horno del Pueblo. “Hemos hecho un ofrecimiento de que con el fin de ayudar a mejorar la vida, el servicio, la gestión y desarrollo de los negocios panaderos, cada persona que emprenda una línea de trabajo al calor de este proyecto tenga la opción de convertirse en asociado”, ha anunciado y de esta manera se reforzaría el “tejido asociativo” porque lo que quieren conseguir es “trabajar todos a una”.
Desde ‘El Horno del Pueblo’ consideran que una panadería es “un lugar de encuentro para la gente en el día a día” y que por todo lo que aporta a los municipios “no debería nunca desaparecer”. Recuerdan la existencia de esos “hornos comunitarios” en los que los habitantes de los pueblos se juntaban para cocer pan y pastas. “Al final la historia habla por sí sola”, ha expresado Sanz y ha sumado que la importancia del pan viene de largo, pues se usaba como “moneda de cambio” y ha sido un “motor para asentar población”.
Ahora mismo, El Horno del Pueblo “está inscrito” en el Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI) del Gobierno de Aragón y participa en el programa Acelera. “Nos han visto como una iniciativa innovadora y estamos en este programa en el que te arropan y cuentas con asesores que ayudan a poner en marcha el proyecto”, ha explicado Sanz. Además, ha valorado que El Horno del Pueblo puede ir mucho más allá y convertirse en un “escaparate al exterior de los productos agroalimentarios de la provincia”.
Al final, según ha revelado su creador, El Horno del Pueblo es un espacio para cualquier persona que tiene “inquietud, interés y le gustaría beneficiarse o aportar al sector panadero”. En un futuro contemplan salir de la provincia de Teruel y dar el salto a otras zonas geográficas. Para ello plantean la creación de un canal de venta virtual. Pero mientras eso llega tienen claro que el objetivo es “potenciar y reforzar a los panaderos y que los pueblos vuelvan a sentir el sabor de pan recién hecho”.