“La mujeres participamos en todos los espacios de la vida, realizamos los trabajos esenciales para que la sociedad funcione: somos mayoría en sanidad, hogar, dependencia... Sin nosotras ni se produce ni se reproduce, sin nosotras se para el mundo, y eso queremos hacer visible con la huelga feminista que hoy convocamos”. Con estas palabras de ha quedado definitivamente formalizada la convocatoria de huelga feminista para el próximo 8 de marzo. Tras un intenso fin de semana de trabajo en el Centro Social Luis Buñuel de Zaragoza, el segundo encuentro estatal para coordinar esta cita ha fijado objetivos y métodos a través de la participación de más de 400 mujeres y representantes de más de un centenar de colectivos.
“Queremos hacer visible todas las injusticias del sistema, por eso esta va a ser una huelga de trabajos de cuidados y doméstico, laboral, y también de consumo”, han explicado la activista Justa Montero; tres ámbitos a los que ha sumado el estudiantil, “ya que los centros educativos son espacios donde se está lejos de crecer en igualdad y equidad”. El objetivo está claro “pararlo todo, en ciudades y pueblos” para exigir “vivir libres de todo tipo de violencias”, “ser dueñas de nuestros cuerpos” y “que se reconozcan todas las identidades de género”.
Montero ha precisado que todas las propuestas que va a recoger la cita del 8 de marzo “nos pueden hacer avanzar en una vida mucho más digna para todas las personas”. Hacerlo visible con esta acción masiva pretende que “nadie pueda mirar para otro lado”. Así, ha remarcado, “la huelga feminista no es simbólica, es una acción de resistencia y de cambio real, y no va a acabar aquí”. “La historia del movimiento feminista nos avala, nos hemos enfrentado a grandes enemigos pero hemos permanecido fuertes y no hemos cejado en nuestro empeño. Estamos convencidas de que la huelga va a ser un éxito, nos sabemos muchas y fuertes”, ha afirmado.
Durante la presentación de la convocatoria también ha tomado la palabra Elizabeth Cordero, representante del colectivo de mujeres migrantes. “Las que siempre hemos vivido invisibilizadas, sin voz, aquellas que nos han considerado mujeres de segunda categoría por nuestra condición, raza y clase, nos sumamos a la huelga junto a otras hermanas”, ha dicho entre aplausos. “Antes no habíamos creído en esta lucha, o más bien no nos habíamos sentido parte, pero esta vez sí. Por ello exigimos al Gobierno de España la ratificación del convenio 189 del OIT [referido a las trabajaras y trabajadores domésticos]; el cierre de los centros de internamiento, porque los CIES son para nosotros cárceles racistas, y el cese del racismo institucional y social”, ha reclamado.
Por su parte, Julia Cámara, portavoz del encuentro, ha precisado que, aunque este movimiento cuenta con coordinación estatal, “hay libertad para que en cada localidad y territorio se organice como se crea oportuno”. En cualquier caso, han apuntado, ya tienen acciones planificadas, como contar con una red de servicios mínimos coordinados para las labores de cuidados. Asimismo, esperan que los sindicatos se sumen a la convocatoria.
En las jornadas en Zaragoza se ha acordado la celebración de un tercer encuentro en primavera que valore la movilización de este próximo 8 de marzo.