'El rey del carbón' no irá a la cárcel por ser insolvente tras destruir uno de los mayores yacimientos neolíticos de España
El Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca acordó este lunes suspender la condena de 2 años de cárcel y 25,5 millones de euros de indemnización al empresario leonés Victorino Alonso (conocido como ‘el rey del carbón’) por destruir el yacimiento prehistórico de la Cueva de Chaves, uno de los yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica.
En el auto, según informa EFE, se apunta que la decisión está basada en la “insolvencia económica para hacer frente a la indemnización”, además de otras cuestiones como la inexistencia de antecedentes penales o el hecho de que la condena no supere los dos años de cárcel.
En un primer momento, la condena fue de 2 años y 6 meses de prisión y el pago de la mencionada indemnización al Gobierno de Aragón. Eso fue lo estipulado por el Juzgado en noviembre de 2016.
En enero de 2018, tras el recurso de apelación presentado por la defensa el empresario, la Audiencia Provincial de Huesca ratificó el delito cometido por Alonso y mantuvo el pago de los 25,49 millones de euros, pero rebajó la pena de cárcel a 2 años por “dilaciones indebidas”, es decir, por el tiempo (siete años) que transcurrió desde que comenzó la instrucción –consecuencia de una denuncia de la Acción Pública para la Defensa del Patrimonio (Apudepa) y Ecologistas en Acción– hasta la celebración del juicio.
La historia
Para conocer los orígenes de esta historia hay que remontarse a 2007, cuando maquinaria pesada de la empresa Ferpi entró, y arrasó, la Cueva de Chaves. ¿Por qué? Para convertirla en un comedero y abrevadero para la cría de cabras. El destrozado tesoro se encontraba en la Finca de Bastarás, en el término municipal de Casbas (Huesca). Era un coto privado de caza situado en pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
La empresa Fimbas S. A. es la propietaria de la Finca de Bastarás y Maderas Bodelón S.L. su accionista mayoritaria desde agosto de 2006. Alonso es el administrador único de esta segunda empresa. Queda demostrado, según apuntaba el escrito de la Audiencia de Huesca, “que el Sr. Alonso, a pesar de no ocupar ningún cargo visible en la sociedad Fimbas S.A, era la persona que mandaba en la finca sobre cualquier otro empleado y era quien tomaba las decisiones en la misma”.
En el auto que ahora suspende la ejecución de la sentencia, se aprecia también que Fimbas ha ofrecido como “dación en pago” la finca de Bastarás.
Un daño salvaje y brutal
“La destrucción de la cueva de Chaves equivale para el Neolítico a lo que supondría la destrucción de Barcelona para la sociedad actual”, esta frase, escuchada en la sala donde se celebró el juicio en septiembre de 2016, como apuntó eldiario.es, resume la magnitud de lo sucedido.
En esa misma información, Chesús Ferrer, de Ecologistas en Acción, aseguró que, “salga lo que salga del juicio, el daño ha sido tan salvaje y tan brutal, que hemos perdido todo un conocimiento incalculable, que nunca sabremos”. Afirmación que se sustenta en el hecho de que antes del expolio faltaba por estudiar más del 90% de su espacio. Para Ferrer, la noticia estaba teniendo “mucho eco por el acusado, pero la gente no está siendo consciente del daño que se ha producido”.
