Los mayores y las personas con discapacidad que viven en residencias podrán cenar o comer con sus familiares los días más señalados de las fiestas (24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero) y el número de personas por visita en las residencias se amplía a cinco. Son dos de las medidas más destacadas que recoge la orden que el Gobierno de Aragón publicará la próxima semana para organizar el periodo navideño en las residencias y que esta mañana ha adelantado la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, durante la visita realizada a la Residencia Romareda, del IASS. Estas medidas rigen en los centros de la Comunidad que no tengan brote abierto en el momento en el que deban adoptarse (entre el 23 de diciembre y el 6 de enero).
“Estamos tratando de conjugar el difícil equilibrio entre la salud física y la emocional en unos días tan especiales y después de un año devastador, especialmente para las personas mayores y para las personas con discapacidad”, ha explicado María Victoria Broto. La consejera ha añadido, junto a la directora de este centro, Cristina Serrano, que al esfuerzo porque los mayores pasen unos días junto a los suyos, se une la entrega con la que todos los trabajadores y responsables de este sector están preparando estas fechas. “Queremos –ha enfatizado Cristina Serrano- que sean unas Navidades extraordinarias, a pesar de las ausencias y de la dureza de lo vivido”.
La consejera de Ciudadanía ha expresado la voluntad del Gobierno de Aragón de permitir la cercanía de los residentes con los suyos, pero ha dejado claro que estos días, además del cariño y la afectividad, debe imperar “el sentido común y la prudencia”. “La pandemia –ha dicho Broto- ni se ha quedado atrás ni está controlada, hay que conjugar la vida con la responsabilidad y en estas fechas más que nunca, porque van a ser claves”. En este contexto, María Victoria Broto ha detallado todas las medidas que recogerá la orden del Departamento de Ciudadanía, que se han tomado de acuerdo al criterio de Salud Pública y se han analizado también con las entidades del sector.
Los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero podrán salir de la residencia para pasar esas jornadas en familia aquellos residentes que hayan superado el coronavirus o que bien puedan acreditar con prueba serológica que la infección está resuelta (igG positiva). Serán salidas sin pernocta y los residentes solo podrán ir a un único domicilio que, a su vez, respete el máximo de 10 personas establecido. Tanto el residente como la persona encargada de llevarlo al domicilio deberán firmar una declaración responsable. Los residentes deberán volver antes de las 20.00 horas, y en los horarios que establezca la residencia para evitar aglomeraciones.
Se siguen permitiendo las salidas de los residentes por un periodo de diez días, tal como hasta ahora ya estaba sucediendo; y a las medidas que ahora regían (que el residente no tenga síntomas, que no haya estado en contacto con ninguna persona enferma, y en caso de haber pasado la enfermedad, tenga una prueba serológica negativa) se añaden nuevas. Entre ellas, que el residente acuda a un único domicilio, que use la mascarilla dentro del mismo todo el tiempo posible y que la familia firme una declaración responsable en la que garantice que se cumplen las medidas sanitarias y se identifique a las personas que conformarán el núcleo de residencia. Al regreso debe tener PCR negativa y permanecer 10 días en aislamiento.
Se amplía el número de visitantes en la residencia, que pasa a ser de cinco como máximo (de forma habitual era un visitante) y el horario de la misma, que pasa de una hora a una hora y media. Dentro de estos grupos podrá haber menores, con la responsabilidad firmada de quienes ejerzan la autoridad familiar. Las visitas se organizarán de acuerdo con la residencia, con cita previa, respetando todas las medidas de seguridad y la familia podrá hacer uso de dispositivos para establecer comunicación con otros seres queridos.
Del mismo modo, en la orden se recuerda también a las entidades que deben garantizar la información diaria y la puesta a disposición de medios tecnológicos que permitan la comunicación entre las personas residentes y sus familias o personas de referencia, especialmente cuando se encuentren en aislamiento.