Más pronto que tarde, Zaragoza tendrá su Boquería. Y en el centro de la ciudad. Puerta Cinegia Gastronómica, la primera planta del centro comercial de la Plaza de España, albergará un mercado gourmet como La Boquería, en Barcelona; San Miguel, San Ildefonso y San Antón, en Madrid, o El Ensanche, en Bilbao.
Ya está comprometido más del 70% del espacio total y la previsión de apertura apunta al mes de septiembre, “para que el mercado tenga tiempo de rodarse antes de las fiestas del Pilar”, asegura José María Ortiz, portavoz de la empresa propietaria de Puerta Cinegia.
En total, el mercado ocupará 2.200 metros distribuidos en 13 o 14 establecimientos. Contará con restaurantes y bares, aunque lo novedoso serán los diversos puestos de mercado donde se podrá comprar comida y degustarla, en una zona de comedor común a todos ellos. Ese espacio central estará animado, además, con demostraciones culinarias en vivo y catas de productos.
Según José María Ortiz, “para asegurar la calidad estamos buscando hosteleros veteranos que operen los puestos. Contamos con La Rinconada de Lorenzo, Sakura o Il Principale entre los seguros. También habrá una jamonería de prestigio, un espacio de fruta fresca y zumos, una crepería y una vinoteca. La idea es que el cliente, aparte de elaborar su propio menú con platos de diferentes puestos y consumirlo allí mismo, pueda hacer una compra en fresco de los productos que le gusten para prepararlos después en casa”.
En los últimos meses los propietarios de Puerta Cinegia han emprendido una campaña de captación de emprendedores. De hecho, las licencias de instalación y explotación ya están conseguidas, al igual que los permisos, suministro de agua, luz y gas.
“Se prevé que los establecimientos puedan tener un amplio horario, entre las 8:00 horas y la 1:00, acorde a las necesidades de los consumidores. Por eso calculamos que esta iniciativa podría crear en torno a un centenar de puestos de trabajo directos”, apunta Ortiz.
Mercados de moda
La arquitectura histórica y una cuidada decoración son las señas de identidad de estos nuevos espacios gastronómicos en los que quiere reflejarse el centro zaragozano. Como puntos a su favor tiene el estar construido sobre una de las cuatro puertas de la muralla que circundaba a la Caesaraugusta romana y servir aún de acceso a una de las zonas de tapeo y ocio más emblemáticas de la ciudad, “El Tubo”.
“Es una acción de hostelería que busca llenar un hueco que hemos detectado en la oferta gastronómica de la ciudad. Pretendemos servir de complemento al Tubo, no de competencia”.
Con este nuevo uso el céntrico espacio comercial, inaugurado en 2004, se alejaría definitivamente de la suerte sufrida por otros pasajes de Zaragoza, que han visto como, poco a poco, los comercios y cafeterías allí instalados cerraban sus puertas.