- Gabriel Nsé ha permanecido más de dos meses en la sede de su partido, que fue atacada y asediada tres días antes de las elecciones en las que volvió a salir elegido Teodoro Obiang Nguema
Cuando la sede del principal partido de la oposición en Guinea Ecuatorial, Ciudadanos por la Innovación, fue atacada y asediada tres días antes de la cita electoral, todos temían por la vida de su líder. Gabriel Nsé Obono, quien había viajado a su país tras 15 años de exilio en Zaragoza, se encontraba en ese momento en el interior de la casa con otros simpatizantes y militantes.
Allí ha permanecido más de dos meses vigilado por soldados militares que cercaban la zona, hasta que finalmente ha podido salir. Pero el temor no ha pasado para su familia, residente en la capital aragonesa, que sigue preocupada por la suerte del principal líder de la oposición en el país.
“Ya no están asediados, pero eso no quiere decir que estén libres, tenemos información de que el Gobierno quiere su arresto y su liquidación”, comenta su mujer, María Jesús Nmeme Bopabote .
Tras dos meses de asedio, la presencia militar en las inmediaciones de la sede del partido, ubicada en el barrio Pérez de Malabo, desapareció de un día para otro y Gabriel Nsé Obiang Obono pudo salir: “Las cosas en mi país son así, nada es oficial porque no quieren dejar constancia de nada y un día decidí salir, conllevaba sus riesgos pero tampoco se podía estar así permanentemente”, indica.
Poco después, Gabriel Nsé recibió una citación judicial para declarar ante el juez, acusado por el partido Democrático de Guinea Ecuatorial de “injurias graves” contra el Gobierno de Teodoro Obiang. Se le exigía además la retirada del pasaporte y una multa de 500.000 francos CFA. Desde el partido Ciudadanos por la Innovación han calificado estos hechos de persecución “criminal y antidemocrática” y consideran que todo responde a una estrategia para eliminar a Nsé del panorama político del país.
Desde España, su mujer y sus cuatro hijos están viviendo con terror todo lo sucedido, sin saber cómo acabará. La situación ahora mismo es de “incertidumbre” y de “bloqueo”, porque en Guinea Ecuatorial “nada es previsible” y eso es lo que mantiene en vilo a María Jesús Nmeme. Cuenta que Gabriel Ntsé acudió a declarar al juzgado de instrucción de Malabo y que, gracias a la “presión de la comunidad internacional”, salió de allí sin que lo llevaran a la cárcel. “Ahora lleva un mes sin saber cuál es su situación y no sabemos si lo van a juzgar. De momento, ha solicitado pasaporte para poder viajar, pero no se lo dan”, señala.
Nmeme comenta que la intención de su marido es permanecer en el país y continuar con el trabajo que desarrolla el partido que fundó en Zaragoza en 2012. También él lo ha manifestado en distintas ocasiones, incluso cuando estaba asediado a través de una grabación que hizo llegar a todos sus militantes: “Obiang ha visto que soy una alternancia al poder contra él y quiere eliminarme como sea, y con medios militares”, decía, al tiempo que pedía a los países africanos y a la comunidad internacional ayuda para que “este tipo de escándalos tengan su fin”.
Gabriel Nsé, enfermo por inhalar gases lacrimógenos
Su mujer comenta que Nsé necesita una revisión médica en condiciones, ya que está enfermo tras haber inhalado gases lacrimógenos en el ataque sufrido en la sede del partido. Cuenta que Gabriel “se queja de que le duele el pecho al respirar y que sufre mareos constantes”. Desde España recibe de forma periódica la medicación, después de que su familia expusiera el caso en una clínica privada. Al parecer, los síntomas están remitiendo gracias a los fármacos.
Ella también se encontraba en la sede junto a su marido el día del ataque, consiguió salir un mes después y viajar a Zaragoza, donde la esperaban sus hijos. Desde entonces no ha vuelto a ver su marido y, de momento, no se plantea viajar a Guinea Ecuatorial por los gastos que conlleva. Pero asegura que sigue luchando, aunque en la distancia, por una Guinea libre y democrática.
Teodoro Obiang Nguema, líder del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial y con más de 30 años en el poder, volvió a salir elegido como presidente de Guinea en las elecciones celebradas el 24 de abril, con la sede del partido de la oposición CI cercada con 300 simpatizantes en su interior.