El pasado lunes fue el primer día de clase para Mael, Iván, Ixeia, Enok y Axel. Y también para la escuela infantil que Siétamo (Huesca) incorpora a sus servicios para una población que, a diferencia de la situación en la mayor parte de los pueblos altoaragoneses, “se rejuvenece con nuevas familias con niños que van llegando”, tal como señala el alcalde, Vicente Crespo, que, ante la demanda, se lanzó a dar forma al proyecto del centro de 0 a 3 años sufragado casi al completo por la Diputación Provincial de Huesca (DPH), que invierte 500.000 euros en una docena de centros educativos del medio rural.
Este primer ciclo de Educación Infantil se imparte en un local municipal que formaba parte del CRA Montearagón, donde medio centenar de escolares también comenzarán el curso 2019-2020. Las obras se han realizado durante la época estival, lo mismo que la contratación de la directora y una técnico auxiliar, Patricia Buil y Antonia España, quienes llegan después de que el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón concediera a Siétamo un módulo, lo que supone hasta 12 plazas. El Ayuntamiento de esta localidad de la Hoya de Huesca será el que asumirá los gastos de personal y funcionamiento.
Esto les permite dar un paso para atender las necesidades educativas en edades tempranas cuando la escolarización no es obligatoria, “pero supone una ayuda básica a las familias, porque de lo que se trata es de hacerles más fácil la vida en el pueblo y todo comienza por aquí”, resalta el alcalde de Siétamo, quien detalla que a día de hoy están cubiertas más de la mitad de las plazas y se muestra abierto a admitir nuevas solicitudes, “lo hemos hecho todo en un tiempo récord y en las poblaciones del entorno se están enterando ahora”, apunta Crespo.
A lo largo de los últimos años, desde 2015, la atención a la infancia se ha cubierto con una de las casas canguro que Feaccu ayuda a poner en marcha en las pequeñas localidades. “Ahora lo que queremos es darle un giro educativo y al estar dos personas podemos hacerlo de manera individualizada, porque cada niño tiene su ritmo”, es lo que cuenta la directora. En la primera jornada donde ha reinado el buen ambiente y los juegos entre los cinco primeros escolares, Patricia Buil, habla del proceso de esta semana de adaptación, cuando hay varios turnos de entrada y vamos haciendo cada día alguna hora más hasta llegar al horario completo que será de 7:30 a 16:00 horas.
Tras los trabajos de acondicionamiento, el aula interior a la que se accede por el edificio donde está el colegio y la biblioteca, cuenta con algo más de 100 metros cuadrados llenos de los personajes más conocidos por los más pequeños y distribuidos entre un espacio de juegos y otro para actividades educativas, comedor que comparte la cocina con el colegio, un aula canguro para los niños más pequeños y una zona de preparación de alimentos, además de despensa y un baño adaptado. El patio del centro escolar tiene desde hoy una zona de juegos al aire libre reservada para estos niños hasta tres años.
En Siétamo, a unos 12 kilómetros de la capital altoaragonesa, no se habla de despoblamiento sino más bien de repoblación, con un censo que se mantiene en los últimos años superando los 650 habitantes. Crespo se muestra satisfecho por haber logrado crear un nuevo servicio educativo que se suma a otros en ámbitos diferentes como es la reciente llegada de la banda ancha, “y cuando tanto hablamos de que la burocracia se nos hace algo cuesta arriba, esta vez hay que destacar la rapidez con la que se han movido las administraciones para que podamos comenzar el curso con escuela infantil”, en referencia a la Diputación de Huesca y al Servicio Provincial de Educación.
500.000 euros de la DPH para centros educativos del medio rural
El coste de las obras en este centro de gestión municipal ha sido de alrededor de 50.000 euros, financiados al 80 % por la DPH; el resto de los gastos serán costeados por el Ayuntamiento y la gestión dependerá de Educación. Una decena de actuaciones se realizan de forma similar en otras tantas localidades tanto para nuevas aulas como para ampliación y mejora de las existentes y principalmente en Educación Infantil cuyos gastos recaen en los ayuntamientos, como es el caso de las obras realizadas en los últimos años en el colegio público Joaquín Costa, de Estadilla, que contará desde este curso con educación de 0 a 3 años, lo mismo que en la localidad ribagorzana de Campo.
En la Ribagorza estas inversiones han ido a parar también para implantar aulas de escolarización anticipada de dos años en Montanuy y Arén, mientras que en Benasque servirá para dar cabida al incremento de la demanda en la escuela La Mainada y en el pequeño pueblo de Caneto, en La Fueva, el proyecto educativo que ya existía también se amplía y pasa a formar parte de la red de escuelas infantiles dependientes del departamento de Educación. En las localidades de Osso de Cinca, Albalate, Capella y Azanuy-Alins van destinadas a mejoras centradas en cubiertas y carpintería de los centros y la última de estas ayudas ha ido a parar a la ampliación instituto de Educación Secundaria de Castejón de Sos que ya imparte 1º y 2º curso de Bachillerato a alumnos del valle que hasta ahora tenían que viajar hasta otras localidades.