“Lo único que necesita el fútbol femenino es que le abran más las puertas”

Marta Frías (Villamesías, Cáceres, 1980) ha arbitrado más de 2.000 partidos, es una de las árbitras españolas más veteranas y la única internacional del Comité de Árbitros de Aragón. Para ella, el arbitraje es “una forma de vida”, aunque es evidente que también es un trabajo. El problema es que pertenece a un sector, el fútbol, en el que los hombres cobran salarios desorbitados y las mujeres son amateurs.

¿Cómo se interesó por trabajar de forma profesional como árbitra?

Cuando empecé, trabajaba en una empresa, con un compañero que sabía que me gustaba el deporte. Él era árbitro y fue quien me introdujo en el comité. Hice el cursillo en 2001 y hasta hoy.

¿Ha cambiado la percepción de la sociedad hacia las mujeres árbitras desde entonces?

Sí, hemos avanzado muchísimo. Antes, cuando íbamos al campo, no estaban acostumbrados a vernos, les sorprendía. Hoy en día ya no hay diferencia entre que vaya un árbitro o una árbitra. Ahora, realmente, es una persona que ejerce de juez, pero ya no se distingue entre sexos.

¿No queda nada por avanzar?

No, yo creo que no hay ningún tipo de diferencia en cuanto a cómo te ve la gente por ser un hombre árbitro o una mujer árbitra. Llevo mucho tiempo, tengo bastante trato con las chicas que están empezando y puedo asegurar que, a día de hoy, no ven diferencia alguna.

¿Qué consejos da a esas mujeres jóvenes que se interesan por el arbitraje?

Sobre todo, lo más importante es que tengan ilusión y que trabajen mucho. El trabajo constante es imprescindible porque esto es una carrera de fondo. Al final, si quieres llegar donde he llegado yo o cualquiera del resto de mis compañeras que están arriba, tienes que trabajar mucho y muy duro, sobre todo, siendo muy constante.

¿Qué es lo que más le ha costado para llegar a la posición en la que está?

Me costó mucho empezar porque, además, cuando lo hice yo, las facilidades que tienen ahora no te las podías ni imaginar. Hacerte un hueco, conseguir el respeto de tus compañeros, de tu comité... es muy complicado para todos, cuesta mucho.

¿En qué punto está y dónde le gustaría llegar como árbitra?

La verdad es que no me planteo metas. Voy día a día. Ahora a nivel internacional acabo de venir de Oporto, de una ronda de élite sub-19. Estoy arbitrando las últimas jornadas de la liga Iberdrola femenina y haciendo en Aragón nuestros partidos de fútbol-base y terceras divisiones. Realmente estamos siempre muy ocupados. Esto es una forma de vida.

¿Le gustaría arbitrar en España, por ejemplo, la liga masculina en primera división?

Sí, por gustarme, me gustaría, aunque por edad ahora mismo ya no puedo acceder a esas plazas. Cualquier compañera que esté preparada puede llegar a hacerlo igual que cualquier chico, no hay ningún problema. De hecho, en Segunda División A, donde está el Real Zaragoza, tengo a dos compañeras que están haciendo de asistente.

¿Cuándo cree que llegaremos a la paridad entre árbitros hombres y mujeres?

La presencia de mujeres árbitras ha crecido mucho este año por todo lo que ha supuesto la liga Iberdrola, pero la paridad... todavía no lo sé decir. Espero que sea más pronto que tarde, pero de momento es algo que todavía es complicado. También es verdad que hemos avanzado muchísimo en poco tiempo.

Más allá de las árbitras, cada vez hay más mujeres que se interesan por el fútbol como jugadoras. ¿Cómo ves este fenómeno?

Sí, desde que este año la liga Iberdrola ha apostado por el fútbol femenino y ha invertido dinero, que al final es de lo que se trata, hemos avanzado mucho. Ahora, el fútbol femenino a nivel nacional, a nivel de las comunidades autónomas, aparece en la televisión, con lo que muchas chicas se animan a jugar, les llama la atención. Creo que es un producto que no se había sabido vender bien, pero ahora sí se está viendo que tiene muchas salidas, que tiene un gran futuro. De hecho, creo que podría llegar a ser una de las ligas femeninas más fuertes del mundo.

¿También se genera cada vez más público femenino?

Pienso que sí. Los clubes apuestan por el fútbol femenino cuando realmente ven que se vende, que hay público... Este año, yo pité el Atlético Madrid - Madrid Club de Fútbol en el Wanda Metropolitano, el campo del Atlético de Madrid masculino, y hubo más 22.000 personas. Este pasado fin de semana, el Levante Club de Fútbol abrió su estadio de primera división para el derbi femenino, el Levante - Valencia. Son pequeñas cosas que muestran que vamos avanzando, que se están dando cuenta de que la apuesta por el deporte femenino es muy segura. Lo único que necesitamos es que se abran las puertas al fútbol femenino más todavía. Creo que ocurrirá dentro de poco.

¿Cómo están los clubes aragoneses en este aspecto?

No sigo muy de cerca el tema territorial, pero sí sé que muchos clubes de hombres han hecho equipos femeninos, con lo que ha crecido muchísimo el número de equipos. Luego, tenemos al Zaragoza Club de Fútbol en la Primera División Femenina, al Barbastro en Segunda División… Es algo muy costoso, porque requiere mucha inversión, pero bueno, creo que está creciendo bastante en Aragón.

¿Qué más se podría hacer para potenciar el fútbol femenino?

Sinceramente, conseguir la profesionalidad para las jugadoras y para nosotras, las árbitras. Casi todas trabajamos en otros empleos, hay muy pocas que se dedican en exclusiva al fútbol. Para llegar a la excelencia, necesitaríamos dedicar mucho más tiempo del que podemos dedicar ahora; nos faltan horas. Las que trabajamos, evidentemente, hacemos mil y una para poder llegar a un torneo, para poder arbitrar, para poder viajar... Entonces, la profesionalidad, que las jugadoras y las árbitras pudiéramos percibir un dinero  como en cualquier otro trabajo, sería clave para que esto siguiera creciendo y llamara más la atención.

Aquí sí hay una diferencia abismal con respecto a los hombres...

Totalmente.

En esta disciplina, la fuerza física quizá no es tan determinante como en otras, ¿qué opinas sobre la posibilidad de hacer equipos mixtos?

Un atleta de 100 metros masculino siempre hará mejores marcas que una atleta mujer. No es que yo quiera distinguir entre hombres y mujeres, es una cuestión genética. A nivel técnico y táctico, o en que las jugadoras estén preparadas para afrontar un partido importante, cualquier chico o cualquier chica lo podría hacer de forma similar. Pero a nivel físico, sí se nota que el fútbol masculino es más físico. En cualquier juego olímpico o en cualquier competición, el físico es diferente.