Los vecinos de Sariñena, la capital de los Monegros, no podrán consumir agua potable hasta nuevo aviso. 3.500 de ellos llevan de este viernes sin poder disponer del suministro de la red pública, ni para beberla ni para cocinar tras haberse detectado unos parámetros de contaminación que desaconsejan su empleo. Un bando repartido por la localidad, internet y las redes sociales sirvieron para alertar a sus habitantes, que al menos hasta el miércoles deberán disponer de agua embotellada.
El alcalde de Sariñena, Francisco Villellas, explicó que se investiga la causa de esta contaminación con la toma de muestras y que se han detectado en un control de calidad rutinario dos plaguicidas diferentes que suelen emplearse en los campos de maíz. Desde el suministro de la acequia Valdera o desde la balsa central, los dos puntos principales de abastecimiento, pueden propagarse estos productos tóxicos; en todo caso, no se trata de niveles alarmantes y la medida se ha tomado como precaución.
Ya en noviembre de 2016 la capital monegrina tuvo que suministrar agua del Canal del Flumen durante varios días por una situación similar. Entonces, los análisis detectaron la presencia de dos sustancias: metolacloro, un herbicida utilizado en varios cultivos, y trihalometanos, que surge por la fermentación de la materia orgánica. El problema fue achacado a la baja calidad del sistema de captación. La acequia Valdera presenta unas condiciones que pueden subrayar el problema, como lo endeble de su cimentación, y otro factor de riesgo lo representa la cercanía de las plantas deshidratadoras de cereales.
El alcalde aboga por que esta sea una solución definitiva ante las malas calidades del suministro: “El proyecto ya está aprobado y ahora se trata de acelerar las obras”. Los sariñenenses, que sí pueden emplear el agua para el aseo personal, confían en que la solución llegue en los próximos días. Los afectados son aquellos que viven en el núcleo principal y en el Barrio de la Estación, no así los de las pedanías.