A nadie sorprende ya la preocupación del gobierno asturiano por el consumo de bebidas energéticas, sobre todo, entre la población más joven, por ello trabaja desde hace meses en una regulación en la que no solamente está implicada la Dirección General de Consumo, sino también Salud Pública y Juventud.
Como ya trasladaran en torno al mes de mayo, cuando comenzó el proceso de consultas a través de reuniones con los colectivos implicados, el ejecutivo ha detectado un problema social evidente derivado de las “mal llamadas bebidas energéticas”, y así cuentan que le han trasladado desde diferentes ámbitos: familiar, educativo, sanitario o incluso desde el ámbito de los servicios sociales. “Un problema al que debemos dar respuesta de manera coordinada”, aseguraba entonces el director general de Consumo, Faustino Zapico.
Hoy se han retomado estas reuniones consultivas y, tras el encuentro entre el director general de Consumo y el presidente de FACUA Asturias, Juan Carlos Sánchez, el Principado ha anunciado el lanzamiento de una campaña informativa, que estará lista a lo largo del último trimestre de este año 2024 y que pretende alertar de los efectos negativos que entraña el consumo de este tipo de bebidas, sobre todo, para los más jóvenes.
Se trata de el paso previo al desarrollo del marco legal que pretende ponerse en marcha en Asturias y que busca “limitar o prohibir” el consumo entre los menores de edad. A este respecto, desde la Dirección General de Consumo consideran que la vía más rápida para poner en marcha esta regulación será a través de la modificación de alguna de las leyes sanitarias que ya están previstas en este legislatura, antes de desarrollar una nueva ley que “llevaría más tiempo”, según explica Faustino Zapico.
Zapico, quien destaca la sintonía encontrada en el diagnóstico de este problema entre las partes, asegura que ésta es una postura defendida por el Gobierno de Asturias al completo, así como por otros sectores de la sociedad, como las asociaciones de madres y padres de alumnos.
Uno de los encuentros mantenidos en este sentido, antes de comenzar el verano, fue con representantes de fabricantes y distribuidores de bebidas energéticas quienes trasladaron su intención de avanzar en la autorregulación, especialmente de la publicidad, con el objetivo de proteger a los consumidores más jóvenes.