La Fiscalía apoya el recurso de una víctima de malos tratos obligada a volver a la ciudad de su maltratador

Leticia Quintanal

Gijón —

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La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Álava se ha adherido al recurso de apelación presentado por una víctima de violencia machista, contra la sentencia judicial que la obliga a volver a Vitoria, junto a sus dos hijos, donde reside su ex marido y maltratador. Él está condenado, con sentencia firme de 2022, por tres delitos de violencia de género: un delito de maltrato de obra, un delito de lesiones y un delito continuado de vejaciones.

Ahora, la fiscal estima el recurso de apelación presentado por la víctima, sumándose al mismo, por considerar que el juez del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vitoria- Gasteiz no ha justificado que la decisión adoptada sea la más adecuada en atención al interés superior de los menores, ya que solamente hace referencia a que dicha decisión fue adoptada, unilateralmente, por la madre.

En este sentido, abunda en que dicha decisión de traslado fue debida a la existencia de un proceso relacionado con la violencia de género y a que la víctima tenía su red familiar en otra ciudad, menciona asimismo que, si bien el acusado fue finalmente condenado, la sentencia recurrida no hace alusión, en ningún momento, a tal circunstancia.

El escrito presentado por la Fiscalía añade también que la decisión judicial de traslado a Vitoria-Gasteiz, tanto de la madre como de sus hijos, contraviene, sin justificación alguna, los informes presentados por el equipo psicosocial que fueron ratificados durante el juicio por los peritos, según los cuales la custodia materna ofrece más estabilidad a los menores, no recomendando modificación alguna, ni mucho menos su traslado, ya que se encuentran perfectamente adaptados a su nuevo lugar de residencia.

Esta asturiana, que prefiere mantenerse en el anonimato por seguridad, se trasladó a vivir a Vitoria-Gasteiz en 2014 cuando el que por aquel entonces era su pareja encontró trabajo en la capital alavesa. Después de cinco años de matrimonio durante los que hubo insultos, gritos, humillaciones y golpes, en agosto de 2019 se decidió a denunciar a su maltratador. La propia víctima relata cómo su exmarido le propinó una patada que la tiró al suelo, mientras ella sujetaba a uno de sus hijos en brazos, o cómo, en otra ocasión, le dio un puñetazo en la boca mientras iba conduciendo. El agresor fue condenado a cuatro meses y 15 días de prisión, así como a 80 días de trabajos a la comunidad, por tres delitos de violencia de género.

Tras esta condena, la víctima continuó residiendo en Vitoria-Gasteiz, junto a sus dos hijos, durante un año y medio, sola, sin familia, aislada y con su maltratador viviendo a 300 metros de su casa. Según ella misma cuenta, él la acechada y la soledad la ahogó. Harta de una situación insoportable, que además consideraba peligrosa para ella y para sus hijos, en febrero de 2021 se fue a vivir a Gijón, donde reside toda su familia.

Después de tres años viviendo en este municipio asturiano con sus dos hijos, absolutamente integrados en el entorno familiar y escolar, un juez la obliga a volver a Vitoria para que los niños puedan ver a su padre, según el régimen de visitas instaurado en la sentencia del segundo juicio civil.

Ahora, y tas recibir el apoyo de la Fiscalía alavesa, sus hijos y ella continúan en Gijón, esperando la resolución del recurso de apelación que su abogada presentó el pasado mes de enero, y que podría obligarles a volver a vivir en la misma ciudad que su maltratador.