La Guardia Civil descarta que haya bandas organizadas para provocar los incendios de la zona occidental de Asturias

El cabo primero del Seprona, José Luis Santos, adscrito al puesto de la localidad asturiana de Vegadeo, es el encargado de investigar la oleada de incendios que asuelan la zona occidental asturiana. En las tres investigaciones que actualmente están en curso por los incendios declarados en San Pol, en el concejo de Boal, en Castrillón y en la zona de Bustantigo, en Pola de Allande, descarta que los autores sean miembros de organizaciones criminales con conexiones entre sí. Pide prudencia y que se deje trabajar a los investigadores antes de señalar a posibles incendiarios.

“De estos tres incendios creemos que en algún caso es provocado pero, en otros, lo estamos valorando porque parece que no”, afirma en declaraciones a elDiario.es. Santos, que muestra absoluta prudencia por no desvelar datos que puedan invalidar las investigaciones abiertas, asegura que entre estas “tres investigaciones en curso, que son independientes, no hay ninguna conexión entre los fuegos. Está descartado que haya cualquier tipo de organización o de connivencia para provocar los incendios”.

El agente del Seprona nos habla de cómo es el protocolo que se lleva a cabo “una vez que nos comunican que hay un incendio. Después de hacer un estudio de la zona, de analizar los antecedentes de fuegos anteriores y de las problemáticas que pueda haber en los pueblos, investigamos a la gente que vive próxima en los puntos de inicio y esperamos unos días a que se terminen las labores de extinción”, relata. “Se llega habitualmente a identificar a un sospechoso de ser el causante de un incendio estudiando, primero, el comportamiento de las personas de los pueblos y una vez que tenemos la motivación y descartamos lo que no lleva a prender”, añade.

Sobre la posibilidad de que, en los incendios que estos días han arrasado el monte asturiano, se usaran artefactos José Luis Santos es categórico, “lo que yo observé sobre el terreno eran artefactos que ya estaban ahí con anterioridad, como basura y restos abandonados que, una vez que el fuego calcina, quedan al descubierto”, dice y añade “yo he descartado que se hayan utilizado para el inicio del fuego. Aunque hablo de los casos que yo he investigado”, recalca.

“Hemos encontrado también botellas de cristal que en las investigaciones técnicas tenemos siempre en cuenta porque puede ser causa de inicio por efecto lupa, pero hay muy pocas probabilidades de que en esta zona del norte ese efecto lupa sea el que produzca incendios forestales”, afirma.

Son muchas las hipótesis que estos días circulan sobre las motivaciones que pueden llevar a provocar los incendios, entre otras, el objetivo de arrasar el monte para la instalación de molinos eólicos, ante lo que Santos afirma con rotundidad que “los casos en los que yo estoy trabajando están en zonas que no tienen nada que ver con los eólicos”. El cabo del Seprona pide paciencia y asegura que hay que esperar a que terminen las investigaciones para ver las causas y las motivaciones de cada incendio forestal y afirma que “no se puede imputar a nadie algo que aún no está terminado y puede dejar sospechas”. 

Denuncias contra “presuntos responsables”

El presidente del gobierno asturiano ha anunciado esta mañana que se cursarán cinco denuncias contra cinco “presuntos culpables y responsables” que han sido identificados en el transcurso de las investigaciones abiertas. Adrián Barbón ha añadido que se trabaja en otras líneas, aún en fase inicial, que “podrían afectar a otros diez presuntos sospechosos”. 

Son datos que se han quedado en cifras porque el jefe del ejecutivo ha afirmado que “solo sé los números, no sé ningún dato más”, pero ha recalcado que los incendios forestales es una cuestión que “va a ser judicializada”. 

Este lunes se contabilizan en Asturias 41 fuegos, con seis focos de “especial dificultad”, aunque las previsiones apuntan a que se irán reduciendo. El Gobierno asturiano anunciará esta semana, previsiblemente el viernes, las tres líneas de ayudas que pondrá en marcha para compensar los daños generados por los incendios, para reforestar las zonas quemadas y para mejorar la “autodefensa” de los pueblos.