HUNOSA adjudica la obra para que su térmica queme biomasa y también residuos reciclados
La hullera pública HUNOSA, la única empresa que continúa extrayendo carbón de uno de sus pozos, el de San Nicolás en Mieres, arranca el mes de diciembre con dos importantes noticias que hacen vislumbrar luz de futuro para su mantenimiento más allá del mineral negro.
El consejo de administración ha autorizado la adjudicación de las obras para la transformación de su central térmica de La Pereda en una central de biomasa. Lo hace casi un año después de iniciar los trámites para esta transición energética que, según la dirección, es el pasaporte para el mantenimiento de la empresa.
Será la UTE de las compañías Moncobra y Maetel quienes se hagan cargo de unas obras que se calcula que durarán 19 meses y costarán casi 37 millones de euros (IVA excluido). Es, según la empresa, la oferta más competitiva en plazos y coste de las dos presentadas: dos meses menos de lo planteado y casi seiscientos mil euros de rebaja sobre el precio de licitación.
Así que, si todo marcha bien, en el segundo semestre de 2025 HUNOSA recepcionará la obra y habrá dado el paso para el abandono total del carbón. Un objetivo que la hullera inició, sin retorno, en 2018 con el cierre, por imperativo de mandato comunitario, de todas las explotaciones mineras.
El paso fundamental para llegar a convertirse en una empresa energética renovable fue la presentación a la subasta de biomasa que el Ministerio de Transición Ecológica sacó el 25 de octubre de 2022 en la que HUNOSA resultó adjudicataria de 50MW. “La transformación de la térmica de La Pereda responde a los objetivos de consolidar la viabilidad de la compañía, contribuir a una economía limpia y sostenible y vertebrar su territorio de referencia, con un claro compromiso con la descarbonización”, afirma la hullera.
Para quemar biomasa se acometerán modificaciones técnicas en la caldera y el sistema de tratamiento de gases, además de mejorar la eficiencia del ciclo de refrigeración y un sistema de almacenamiento y alimentación para los nuevos combustibles. Unos trabajos que, según dice la empresa, garantizan la viabilidad de la central dos décadas más y que supondrán un impulso para el sector forestal en Asturias con una proyección de creación de 200 empleos. Todo puesto sobre papel.
Más que madera
No se sabe si por casualidad pero el mismo día que se conoce la adjudicación de la esperada obra también se ha hecho pública la autorización medioambiental para que en La Pereda, además de biomasa, se quemen combustibles sólidos reciclables procedentes de la Compañía para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias, COGERSA, los polémicos CSR.
Según publicaba este 30 de noviembre el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) la Consejería de Transición Ecológica resuelve favorablemente el cambio en la autorización ambiental solicitada por HUNOSA ya en febrero de 2021. Una modificación que incluye la combustión de estos residuos sólidos, procedentes del tratamiento químico de basuras en la planta de reciclaje de COGERSA, que supondrán no más del 10% del combustible que utilizará la térmica.
Para autorizar esta quema la Consejería ha estudiado también los informes preceptivos del Ayuntamiento de Mieres y de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que incluyen restricciones para la utilización de estos residuos cuando las condiciones atmosféricas sean adversas.
Por ello la instalación deberá ajustarse a todos los requisitos descritos en la autorización ambiental “sin perjuicio del cumplimiento de toda normativa ambiental que le sea de aplicación para aquellos aspectos que no se hayan concretado”. Y además HUNOSA deberá presentar un documento que acredite la gestión que se prevé para las cenizas y escorias que se produzcan en su central por el uso tanto de CSR como de la biomasa, papeles que tendrán que estar un mes antes de que arranque el uso de dichos combustibles.
Dar salida a la basura
Los combustibles sólidos reciclables que HUNOSA opta a quemar en su planta térmica son los restos no peligrosos que quedan en la bolsa negra de la basura una vez realizada la selección de todo aquello que es susceptible de ser reciclado. Asturias cuenta con una planta de tratamiento para estos residuos que producirá unas 150.000 toneladas anuales de CSR.
Para dar salida a esta ingente cantidad de CSR el Gobierno del Principado ha diseñado el Plan Integrado de Residuos para una Economía Circular en Asturias (Pireca) que se desarrollará entre 2024 y 2030. Este plan plantea como opción preferente la valorización química del CSR, pero, para llevarla a cabo, “no hay soluciones maduras por el momento”.
Por eso COGERSA licitó un contrato de gestión externa del CSR de un año de duración prorrogable a otro más en el que, aún dando prioridad al tratamiento mediante reacción química, fija una puntuación adicional para las empresas que presenten oferta sin descartar otras opciones de valorización.
De esta manera, el contrato contempla, como segunda opción y con carácter temporal o transitorio, la obtención de energía a partir de la valorización de los paquetes o fardos de CSR, y es aquí donde entraría la opción de que La Pereda los utilizara a partir de 2025. El último planteamiento que contempla el Pireca es el almacenamiento por un espacio no superior a dos años.
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