La Escuela Infantil de 0 a 3 años de Ribadesella, único centro público que cubre este ciclo de educación en el municipio asturiano, está estos días en el punto de mira. Uno de los educadores que trabaja allí ha presentado una denuncia en la que acusa a la escuela de presuntos malos tratos y vejaciones a niños de uno y dos años.
El educador, que prefiere mantener su identidad en el anonimato para evitar posibles represalias, asegura haber puesto este asunto en conocimiento del Ayuntamiento hace tiempo, en el mes de julio, a pesar de que el Consistorio niega saber nada de los hechos. Ante la inacción del equipo de gobierno municipal él dio el paso de ir más allá del ámbito administrativo y ha denunciado los hechos el 11 de diciembre ante la Guardia Civil.
Todo comenzó hace unos cuatro años, cuando este trabajador empieza a ver “pequeños y aislados” detalles que le llaman la atención. Al principio decide no darle importancia porque “cada uno tiene su forma de trabajar y todos tenemos derecho a tener un mal día”, según él mismo cuenta a elDiario.es Asturias. Sin embargo, el pasado curso 2022/23 comienzan a sucederse una serie de hechos que el educador, que lleva desempeñando su trabajo en el centro desde hace casi 13 años (febrero de 2011), califica como “absolutas barbaridades”.
37 menores en tres aulas
El centro cuenta con tres aulas, una por grupo de edad, y tiene matriculados entre 30 y 37 menores. Los hechos denunciados por este trabajador suceden en el aula de niños y niñas de 1 a 2 años. Lo que el educador narra, y posteriormente denuncia, habla de menores encerrados solos en los baños o en diferentes espacios del centro, a modo de castigo; niños y niñas “atados” en hamacas durante tiempos excesivos; menores que se caen de las tronas, que no cuentan con las pertinentes medidas de seguridad, mientras la persona cuidadora está despistada interactuando con su teléfono móvil.
Es precisamente este último hecho, la caída de una niña sentada en una trona, que se fue de bruces al suelo mientras su cuidadora estaba con el teléfono, lo que decidió al educador a poner los hechos en conocimiento de la directora de la escuela. La denuncia la hizo en una reunión junto al resto de trabajadores y trabajadoras del centro. Silencio y miradas huidizas fue lo que obtuvo por respuesta.
A la persona que estaba al cargo de la menor tuvieron que avisarla de lo sucedido otros compañeros presentes, porque ella no se había percatado, a pesar del llanto de la niña. Todo se resolvió con un fuerte golpe, que no fue a mayores, y la familia ni siquiera fue informada de lo que había sucedido, según relata el educador.
A partir de entonces, él cuenta que “el abandono de los menores se convirtió en una forma habitual de trabajar”, una situación que se le hizo insostenible y que le llevó a pedir una reunión con el concejal de Educación del Ayuntamiento de Ribadesella, Pablo García, del Partido Popular, con quien se vio a principios del mes de julio.
En ese encuentro, al que el educador acudió con un escrito que iba a entregar en el Registro Municipal, también estaba, junto al concejal, la primera teniente de alcalde, María José Bode, de Foro Asturias. Ambos manifestaron su espanto por los hechos descritos, y el propio García le pidió tiempo para solucionar el asunto, que calificó de “alta gravedad”, aprovechando que en el mes de agosto las escuelas de 0 a 3 años cierran. También le solicitó que no registrase el escrito que llevaba.
Tras esta reunión, educador y concejal intercambiaron varios mensajes de WhatsApp en los que el primero envía fotos que prueban los hechos que describe. Sin embargo, en septiembre, comienza el nuevo curso y todo sigue igual.
Petición de baja laboral
Ante la inacción del Ayuntamiento y tras la baja de una menor porque su familia ya había visto cosas que no le habían gustado nada, el educador vuelve al despacho del concejal de Educación que, en este caso, le insta a firmar un documento, junto al resto de trabajadores y trabajadoras del centro porque de lo contrario, “yo sólo no puedo hacer nada”, le dijo el edil.
Es entonces cuando el trabajador de la escuela decide solicitar la baja laboral porque su estado de frustración y ansiedad empieza a pasarle factura, física y mentalmente, y no quiere formar parte de algo semejante, según él mismo cuenta. En el momento de su baja varias familias se ponen en contacto con él para apoyarle.
El pasado 11 de diciembre se decide a denunciar en la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón. Desde allí el caso ha sido derivado a la Policía Judicial y se ha iniciado una investigación de los hechos. El trabajador ya ha prestado declaración y también lo han hecho dos compañeras suyas de la Escuela Infantil. A su denuncia se ha unido la de tres familias más.
Él asegura estar muy tranquilo –“no tengo nada que ocultar”, asegura– y se muestra dispuesto a llegar hasta el final para que este tipo de situaciones no vuelvan a producirse. “Es inhumano ser testigo de cosas así y que nadie haga nada”, lamenta.
Silencio desde el Ayuntamiento
Desde el Ayuntamiento de Ribadesella, gobernado por el PP en coalición con FORO Asturias, se han limitado a hacer públicos dos comunicados el pasado día de Nochebuena. En el primero de ellos el equipo de gobierno asegura no haber tenido conocimiento de estos hechos desde que tomaran posesión hace seis meses, el 17 de junio, desmintiendo así la versión del trabajador que relata las reuniones mantenidas el mes de julio con la nueva corporación.
El Consistorio además hace un llamamiento a la prudencia, pues los hechos se están investigando y pide que no se extraigan conclusiones precipitadas. También aseguran no haber recibido ninguna queja de familiares u otros trabajadores del centro y dicen que están en permanente contacto con la dirección de la escuela.
En el segundo comunicado, enviado después de una reunión urgente de la Junta de Portavoces municipales, en la que estuvieron presentes los portavoces de todos los grupos políticos con representación en el Consistorio, vuelven a negar que tuviesen conocimiento de los hechos, reivindican la presunción de inocencia de las trabajadoras denunciadas, así como el prestigio del que goza la Escuela Infantil de Ribadesella.
Desde el Gobierno del Principado de Asturias, la Consejería de Educación se ha puesto en contacto con el alcalde riosellano, Paulo García (PP), para “interesarse” por la situación. Al mismo tiempo la consejera, Lydia Espina, ha solicitado un informe al servicio de 0 a 3 años, encargado de gestionar los convenios con las escuelas infantiles municipales, y otro al Servicio de Inspección, para que investiguen los hechos, siguiendo el procedimiento habitual de este tipo de casos.
A día de hoy, el Principado de Asturias no cuenta con ninguna escuela infantil de 0 a 3 años de titularidad autonómica, ya que todas, las 62 que existen en estos momentos en la comunidad, son de titularidad municipal. Sin embargo el próximo año 2024 se inaugurarán las primeras escuelas de estas características, de titularidad autonómica, comenzando por aquellos municipios en los que no exista ninguna infraestructura similar. Decisión que responde, según Educación, a que la expansión de la red de escuelas infantiles es uno de los grandes objetivos de esta legislatura para el gobierno asturiano.