Renfe ha recibido ya los primeros diez trenes de la serie 106 de Talgo (conocidos como Avril) para servir los trayectos de alta velocidad entre Madrid y Galicia y Asturias. Así lo ha confirmado este jueves el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
A través de la red social X, el titular de Transportes ha asegurado que Renfe ha recibido ya las primeras unidades, lo que permitirá tener la flota “más moderna de Europa” y ofrecer nuevos servicios de alta velocidad a Galicia y Asturias, al tiempo que permitirá reubicar material para proporcionar mejores servicios en otros territorios.
Las entregas de los 30 trenes previstos en el contrato con Talgo serán progresivas. Los convoyes comenzarán a operar el 21 de mayo y previamente, el día 18, Renfe comenzará a vender los billetes.
El calendario para la entrega de los convoyes, prevista inicialmente para enero de 2021, arranca ahora después de tres años y medio, retrasos por los que Renfe reclama a Talgo una indemnización de 166 millones de euros (50 de ellos por lucro cesante) y 80.000 euros diarios más desde el pasado 1 de abril.
Al recibirlos Renfe hace una recepción provisional tren a tren porque el hecho de haber superado las pruebas no significa que los vayan a poner en circulación de forma inmediata.
A continuación reproducimos la confirmación de la entrega a través del anuncio realizado por el ministro en la red social X.
La reclamación de Renfe
Los nuevos trenes tienen 507 plazas por vehículo para el AVE y 581 para el servicio de bajo coste a través de AVLO, con lo que duplican la capacidad de los Alvia actuales y reducen el tiempo de viajes.
El pasado 6 de febrero Renfe envió a Talgo una carta en la que reclamaba los 166,6 millones de euros. Según la agencia Efe, en esta misiva le advertía de que se arriesgaba a una sanción de 80.000 euros diarios a partir del 1 de abril si los trenes siguieran sin entregarse.
La carta se envió un día antes de que se anunciara formalmente la opa de la empresa húngara Magyar Vagon sobre el 100 % Talgo.
Renfe consideraba en la misiva que la documentación aportada por Talgo no justificaba que los retrasos fueran imputables a factores exógenos y le recordaba que se trataba de “un flagrante incumplimiento de sus obligaciones contractuales”, que están causando a la operadora y a los usuarios importantes perjuicios.
Talgo había alegado para justificar la demora causas de fuerza mayor, entre ellas caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por la covid-19 y otros eventos geopolíticos.
En 2016, Renfe adjudicó a Talgo por 1.281 millones la construcción de 30 trenes de alta velocidad, 15 de ellos de ancho variable -que pueden circular por vía convencional y estándar.