Vox promueve la anulación del reglamento de laicidad de Gijón por su “ansia ilimitada de control”

Bárbara A. Peri

28 de junio de 2023 13:17 h

0

El pasado mes de abril Gijón se convertía en la segunda ciudad de España, junto con Rivas-Vaciamadrid, en contar con un reglamento de laicidad. Una norma que para sus principales promotores, Asturias Laica, era poco normativa pero un paso de gigante en la regulación de la “aconfesionalidad y neutralidad religiosa” del Ayuntamiento.

Ya entonces sabían que el resultado electoral del 28 de mayo podía frenar el desarrollo de su articulado y no se equivocaron en el pronóstico. Cuando se cumple un mes de la cita con las urnas, uno de los partidos del gobierno municipal, Vox, ya ha anunciado que quiere anular la norma.

Lo han hecho a través de un comunicado firmado por la portavoz del partido de ultraderecha en la corporación, Sara Álvarez Rouco. El documento arranca anunciando que tanto Rouco como Oliver Suárez, el otro concejal del grupo de Vox, acudirán este jueves, día de San Pedro y fiesta patronal en Gijón, a la tradicional misa y la bendición de aguas que se celebra en la ciudad. 

Rouco comenta que en el citado Reglamento de Laicidad “la pretensión de que los cargos políticos municipales no puedan asistir a los ritos religiosos es una imposición que confirma el sectarismo de las izquierdas” y añade que “no vamos a acatar y vamos a hacer caso omiso de esa imposición que lo único que promueve es un ansia ilimitada de control que no encaja ni en nuestro ideario”.

Reivindica la concejala “la libertad de elección para que sean los propios cargos municipales quienes decidan sobre su asistencia o no a los actos de culto y efemérides con contenido religioso” y afea que “se hayan retirado imágenes o símbolos religiosos de las empresas municipales, como ocurrió en la Empresa Municipal de Aguas, algo que indignó a muchos gijoneses y que le ha pasado factura a las izquierdas en la ciudad, según hemos podido constatar en las recientes elecciones municipales”.

Las afirmaciones de Vox no son fieles a la realidad porque la norma aprobada en abril no prohíbe en ninguno de sus artículos a ningún concejal del Ayuntamiento gijonés acudir a los actos religiosos que deseen. El objetivo del reglamento es claro, “concretar y aclarar la relación institucional de la Entidad Local con las distintas confesiones religiosas en este municipio”.

Por eso no limita ninguna libertad individual de los ediles que pueden ir, a título personal, a donde deseen pero no en representación del consistorio. Es nada más que una regulación del mandato constitucional de “aconfesionalidad y neutralidad religiosa” para garantizar la “libertad ideológica, religiosa y de culto de la ciudadanía” y evitar desigualdades o discriminaciones ante la ley.

El reglamento de laicidad se aprobó con los votos a favor de PSOE, Izquierda Unida y Podemos, pero tanto Foro como PP y el ya extinguido grupo de Ciudadanos, se opusieron. Todo hace prever que con un gobierno municipal integrado por Foro, Partido Popular y Vox, la alegación que presentará el partido de Santiago Abascal hará que la norma decaiga y ya no sólo quede guardada en un cajón sin desarrollar como auguraba Asturias Laica.