Ayuda en Acción es una Organización No Gubernamental de Desarrollo independiente, aconfesional y apartidista que trabaja en América, África y Asia con programas de desarrollo integral a largo plazo en diferentes ámbitos para mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas, así como el de las familias y comunidades a través de proyectos autosostenibles y actividades de sensibilización.
Fátima sólo le pide una cosa a la Navidad
- En el Día de la Solidaridad, lanzamos un reto para esta Navidad: financiar el abastecimiento de agua en Hucula, a través de Agua para Fátima
Fátima vive en una pequeña aldea de Mozambique, localidad de Hucula, y recorre cada día más de cinco kilómetros; la distancia que la separa de la fuente de agua más cercana: una charca de río en la que llena el bidón de 25 litros que supone el abastecimiento de agua diario para su familia. Sobre Fátima cae la responsabilidad de que su familia no muera de sed, pueda cocinar o vestir ropa limpia. Sobre su cabeza, jornada tras jornada, más de 20 kilos de agua que no reúne las condiciones necesarias de salubridad. En el camino, el riesgo de ser atacada por cocodrilos o cobras.
Actualmente, sólo existen tres países en el mundo donde más de la mitad de la población sufre la falta de agua potable. Mozambique es uno de ellos, con un porcentaje del 60% de la población sin acceso a agua potable o a saneamiento básico. La escasez de agua potable perpetúa la pobreza y la desigualdad; en zonas rurales como en las que trabaja Ayuda en Acción, 8 de cada 10 personas no tienen acceso al recurso hídrico. Esta carencia genera muertes y enfermedades por causas evitables, esclaviza y pone en peligro a las personas en las que recae su búsqueda –niños, niñas y mujeres–, y provoca absentismo escolar o abandono de los estudios cuando conseguirla requiere cubrir largos recorridos. En el África negra, casi ¾ partes de los hogares buscan agua de una fuente lejos de su hogar. Desde Ayuda en Acción queremos aportar a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 –garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos– y evitar más muertes por causas evitables, principalmente en la infancia. El pasado año, conseguimos que 14.082 familias (unas 70.000 personas) accediesen a algún tipo de abastecimiento de agua segura.
Hace tres años que Fátima se vio obligada a dejar la escuela para ayudar a su madre con las tareas del hogar y el cuidado de sus hermanos. Ir diariamente a por agua consume buena parte de su día, pero las necesidades más básicas apremian y ha tenido que sacrificar su educación por el bien de todos. Como ella, muchos niños y niñas de Hucula no sólo se exponen a enfermedades como la diarrea –principal causa de muerte en menores de 5 años–, sino al absentismo y abandono escolar, lo que les impide acceder a una educación y por tanto salir del círculo de pobreza.
La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial, una cuestión que urge resolver de forma sostenible con el compromiso de todos. Se estima que en 2030, la mitad de la población vivirá en regiones con problemas de agua; y que en 2050 un 25% de la población vivirá en un país en el que la falta de agua sea un problema crónico. En Hucula es una realidad que afecta a 15 comunidades rurales del distrito de Namuno, al norte de Mozambique, donde habitan más de 25.000 personas. Su población vive en casas precarias construidas con adobe y bambú y carece de servicios básicos como la electricidad o el agua, lo que les obliga –principalmente a niños y niñas– a recorrer varios kilómetros al día en busca de agua para poder beber, cocinar o asearse. El agua de los pozos, ríos o charcas donde se abastecen, también está en mal estado; lo que les expone a riesgos para su salud.
Agua para Fátima se basa en la historia de una niña mozambiqueña que se enfrenta al mismo problema que muchos otros niños y niñas a los que apoyamos en los países en los que trabajamos de África, América Latina o Asia. Podría ser la historia de cualquiera de ellos. Con esta campaña, desde Ayuda en Acción lanzamos un reto esta Navidad: conseguir financiar de forma colectiva el abastecimiento de agua para la población que vive en la localidad rural de Hucula, Mozambique. Decía Eduardo Galeano que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”; y queremos celebrar el Día de la Solidaridad homenajeando la importancia que suponen las pequeñas aportaciones para las ONG.
- En el Día de la Solidaridad, lanzamos un reto para esta Navidad: financiar el abastecimiento de agua en Hucula, a través de Agua para Fátima
Fátima vive en una pequeña aldea de Mozambique, localidad de Hucula, y recorre cada día más de cinco kilómetros; la distancia que la separa de la fuente de agua más cercana: una charca de río en la que llena el bidón de 25 litros que supone el abastecimiento de agua diario para su familia. Sobre Fátima cae la responsabilidad de que su familia no muera de sed, pueda cocinar o vestir ropa limpia. Sobre su cabeza, jornada tras jornada, más de 20 kilos de agua que no reúne las condiciones necesarias de salubridad. En el camino, el riesgo de ser atacada por cocodrilos o cobras.