Este mapa se suele compartir muy a menudo en las redes sociales como prueba del increíble avance de los carriles bici en el norte de Europa. Y es cierto que hay mucho de lo que aprender sobre infraestructuras para bicicletas en esta parte del continente. El problema está en el mapa: es erróneo.
Llegar hasta la fuente no ha resultado sencillo, pues mucha gente lo comparte sin mencionar de dónde sale. Rastreando, llegamos hasta Andy Allan, un británico y apasionado ciclista que reside en Polonia, donde trabaja como desarrollador de software. Nos atiende sorprendido: lleva años acostumbrado a ver de tanto en tanto viajando por Internet ese mapa que es una copia del que él diseñó, pero no resulta habitual que alguien trate de comprobar su veracidad. “Yo lo veo todo el rato, en Twitter, en las redes, la gente piensa que es de los carriles bici, pero eso es falso”. Como cuenta, en realidad esas líneas rojas del mapa erróneo incluyen todo tipo de vías aptas para bicicletas identificadas por voluntarios. Pero, como advierte, algunas de ellas pueden ser incluso peligrosas.
Allan realizó hace años el mapa original como voluntario de Open Street Maps, una especie de Wikipedia de los mapas realizados con datos recopilados por cerca de un millón de voluntarios como él en todo el mundo. Sabe que el erróneo es una copia del suyo porque los datos que marca son los mismos que él extrajo (y los que puede extraer cualquier voluntario) para ayudar a los ciclistas europeos con información sobre rutas para ir en bici y las distancias entre distintos puntos. La diferencia entre el mapa original y el que se ha hecho viral está en los colores: él distingue diferentes tipos de vías que en la copia aparecen todas en rojo como si fueran lo mismo.
Allan no sabe quién es el autor de la copia: “Resulta muy complicado saberlo”. En la Fundación Open Street Maps aseguran que los datos utilizados para el mapa erróneo son los suyos, pero tampoco conocen el autor.
Un ejemplo de que la idea que se ha hecho viral es falsa es que el mapa de imitación muestra carriles bici en plenos Pirineos. En realidad, cuando se hace zoom en el original, aparecen los matices: en color violeta se marca rutas de montaña adecuadas para mountain bike en Ordesa. De la misma forma, en Madrid, el color azul señala la Castellana, es decir, que se puede circular en bici por esa arteria de la ciudad, pero ahí no existe carril bici alguno, a pesar de que mucha gente lo reclama. “Si un político en España quisiera imitar a Holanda, la que más manchada aparece, no podría saber si eso es bueno o malo, porque estos caminos pueden ser estrechos, o peligrosos, o estar llenos de coches”, incide Allan.
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