La sequía dispara el rechazo a las duchas de playa
En la pedanía de El Palmar (Cádiz), los vecinos no reciben agua potable en sus casas, tampoco hay alcantarillado ni farolas en las calles. Sin embargo, cada verano, los más de 20.000 turistas que acuden a su paradisiaca playa de cuatro kilómetros tienen duchas de las que sale agua dulce para quitarse la sal del baño en el mar.
Pero este año las cosas son diferentes, con los embalses en la provincia de Cádiz a menos del 30% de su capacidad. “Hace siete meses que no llueve, quitar las duchas de las playas era un clamor popular”, exclama Manuel Martín, pediatra jubilado y vocal de la asociación de vecinos Santo Domingo de la Calzada, que lleva 30 años reclamando agua potable y servicios básicos en este núcleo costero de Vejer de la Frontera.
A finales de junio, el nuevo gobierno del PSOE les ha hecho caso tras 12 años de mayoría absoluta del Partido Popular. El consistorio anunció a finales del mes pasado que quitaría el servicio de duchas en las playas este verano ante “los cientos de peticiones ciudadanas y por sentido de la responsabilidad”.
Resulta complicado conocer el ahorro real de agua con este tipo de medida, sobre todo en un enclave donde no hay suministro municipal. “En algunos casos se trata de una medida simbólica, pero haz un cálculo rápido, cada cinco minutos de ducha son 100 litros que se pierden, en un lugar donde la gente vive a base de pozos de un solo acuífero, lo importante es el mensaje”, ilustra Lola Yllescas, de Ecologistas en Acción de Vejer, Conil y Barbate.
Desde esta organización conservacionista se han estado reuniendo con varios ayuntamientos de Andalucía para pedir la clausura de lo que Yllescas considera “instalaciones que responden a una necesidad creada recientemente, inventada hace pocos años”. Este verano, ante la situación de sequía severa, “es chocante verlas abiertas” y observar cómo “niños y adultos no hacen el mejor uso de ellas”.
Las duchas de playa son instalaciones que responden a una necesidad creada recientemente, inventada hace pocos años
Cada vez son más los consistorios que están dando el paso de dejarlas sin servicio. Además de Vejer, los ayuntamientos de Chipiona y San Roque tampoco las tendrán abiertas. Torremolinos clausurará la mitad y varios municipios malagueños, al 100%.
En el caso de San Roque, desde el Ayuntamiento no pueden precisar cuánta agua se preservará por cerrar las 38 duchas repartidas en 12 kilómetros de playa, pues esta se incluye en los contadores del agua gestionada para los jardines públicos. “Pero a ver, no habrá agua, el ahorro es evidente”, matizan desde este consistorio.
En Rota, la asociación La Plazoleta, de la organización Ecologistas en Acción, lanzó en mayo una campaña de recogida de firmas para pedir al Ayuntamiento el cierre de todas las duchas y lavapiés de la playa.
“Este colectivo está completamente aburrido de enviar escritos al Ayuntamiento instando a las necesarias y urgentes medidas de control en el gasto de agua y contra su derroche. Por responsabilidad, por conciencia, por respeto, por solidaridad, hemos decidido iniciar esta campaña para conseguir que estos dispositivos no estén operativos”, explicaba entonces la organización en una nota. Recogieron más de 500 firmas en tres días. A finales de junio, el gobierno municipal anunció el cierre del servicio para este verano.
El Área Metropolitana de Barcelona calcula un ahorro aproximado de 20.000 metros cúbicos de agua al mes por el cierre de las duchas de playa
En Catalunya, el Área Metropolitana de Barcelona anunció en el arranque de la temporada de verano, a principios de junio, el cierre de todas las duchas de la región excepto en la ciudad de Barcelona, donde permanecerá abierta una por playa. Y calculaba un ahorro aproximado de 20.000 metros cúbicos de agua al mes, de forma que entre junio y septiembre el gobierno regional prevé ahorrar 80.000 metros cúbicos de agua.
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