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Conoce a “MIEDO”, el movimiento del que todo el mundo habla

Un movimiento ciudadano cada vez más numeroso reclama un partido a la derecha de Partido Popular, de Ciudadanos y de Vox. 

“Nos saben a poco ya”, ha declarado el coordinador de Machos Ibéricos En Defensa de Occidente (M.I.E.D.O.) en una de sus multitudinarias marchas.

Sociólogos de todo el mundo estudian esta reacción en nuestra sociedad. La mayoría lo achaca a la cantidad de discursos misóginos, xenófobos y homófobos a los que los miembros han estado expuestos en los últimos meses. “Dense cuenta de que estos hombres llevan en el pellejo incontables concentraciones, mítines fascistas y titulares de ABC. Llega un momento en el que se desarrolla dependencia de subidones patrios, y si a estos sujetos no se les suministra la cantidad diaria adecuada de odio, el síndrome de abstinencia puede ser impredecible”, explicaba el sociólogo Tomás García en la cumbre internacional “Patologías derivadas del fascismo del siglo XXI”.

Por su parte, un ex-miembro de M.I.E.D.O. cuyo nombre nos ha pedido no publicar, confesaba a este medio que “Un día te decían que los inmigrantes cobraban ayudas de 2000 euros mensuales, luego de 2500, e iban subiendo en cada mitin o entrevista. Yo llegué a un punto en el que si no me decían que los extranjeros se llevaban 4000 pavos por cabeza de mi dinero, la ira ya no me explotaba bien, ¿sabe lo que le digo? Yo necesitaba ya que me dijeran cantidades muy altas... muy altas. No sé, 10 000, por ejemplo. Había días que incluso 12 000. Pero ya nadie subía a tanto. Yo he estado muy enganchado, mucho. Lo he pasado muy mal”. 

A pesar de bajas como el de este anónimo, el movimiento M.I.E.D.O. sigue creciendo. Se manifiestan ya cada día, prácticamente, y en todas las ciudades del país. 

En el comité del M.I.E.D.O. andaluz, lo tienen claro: “Nosotros empezamos a darnos cuenta de que Vox no era suficiente cuando prometieron que iban a meter en la cárcel a todas las feministas por poner en peligro a la familia tradicional y al hombre occidental”, confiesa el secretario de la sede andaluza. “Nosotros nos miramos allí en la asociación cuando escuchamos  aquello y dijimos: 'sí, hombre, con lo bien que se vive en las cárceles españolas'. Qué te digo yo, que es la derecha quien nos ha dicho siempre que se vive bien en la cárcel porque tienen de todo, entonces, dígame usted ¿cómo nos va a parecer bien que las feministas vivan a cuerpo de rey con nuestros impuestos en prisión? ¿Acaso no sería más de lo mismo? Basta ya de financiar con nuestros impuestos la ideología de género”.

Nada satisface a este movimiento, donde el resoplido y el echarse el pelo para atrás de forma nerviosa es su seña de identidad. Incluso han tenido que habilitar en cada una de las sedes una habitación a la que llaman “del desfogue macho”, donde básicamente corren de punta a punta y frenan con la cabeza en las paredes. “Estamos enfadados, claro, no tenemos ya opción política, todo se nos ha quedado a la izquierda, ya no hay políticos que hablen claro”.

Pablo Casado, del Partido Popular, como viene haciendo desde que intenta rascar votos a Vox, dijo en su último mitin que “Mirad, yo me cago en los muertos de todos lo que os caigan mal. Ya no sé qué más deciros. ¿Las mujeres? Me cago en sus muertos. ¿Los extranjeros? Lo mismo. ¿Qué más temas hay?... Los que haya: estoy en contra de forma violenta y pido cárcel para todos ya”. Acto seguido dio una patada a su atril para demostrar su agresividad.

Tampoco han gustado estas declaraciones a la multitud de MIEDO: “Casado tiene buenas intenciones pero, para darnos subidones... nosotros necesitamos mucho más. De hecho, no te sabemos decir qué necesitamos, estamos que no lo sabemos ya ni nosotros”, confesaba para este reportaje el responsable de MIEDO en Valencia.

Rivera, por su parte, que sí había conseguido subir en las encuestas con la promesa de montar “un burdel en cada edificio de la España sensata”, ha caído igualmente en desgracia para MIEDO, quienes dedicaron un artículo en su web a Ciudadanos llamado “No queremos putas en nuestros barrios (las queremos en otros barrios)”.

Lo único que parece claro es que hay un electorado concreto que ni PP ni C's ni Vox pueden cabalgar ya. Quizás la solución radique en que sean los propios MIEDO los que se presenten a las elecciones. Como dice el sociólogo Tomás García: “a mí me la pela, yo ya estoy empadronado en Portugal, de hecho las cumbres las hago por Skype”.

Seguiremos informando.

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Un movimiento ciudadano cada vez más numeroso reclama un partido a la derecha de Partido Popular, de Ciudadanos y de Vox. 

“Nos saben a poco ya”, ha declarado el coordinador de Machos Ibéricos En Defensa de Occidente (M.I.E.D.O.) en una de sus multitudinarias marchas.