Correr mucho es tan malo como no correr
Esfuerzo sí, pero también mesura. Un estudio realizado a lo largo de doce años demuestra que, sobrepasados ciertos límites, el running puede ser tan malo para la salud como no hacer ejercicio. La mejor noticia es que, practicado a un ritmo moderado, incluso aumenta la esperanza de vida.
El trabajo ha sido llevado a cabo por investigadores de la Copenhagen City Heart Study at Frederiksberg Hospital entre más de mil corredores y otras 500 que no practicaban ningún tipo de actividad física deportiva. La conclusión: la mortalidad entre los corredores que llevan a cabo una actividad intensa (carreras a velocidad elevada y muy frecuentes) es igual que entre quienes no hacen ningún deporte.
Sin embargo, los aficionados al running que se lo toman con más calma tienen una esperanza de vida superior a la media. Según los autores del estudio, la frecuencia óptima para disfrutar de los beneficios del running sin afectar a la salud es de tres veces por semana en sesiones de entre 20 y 48 minutos de duración.