El próximo mes de septiembre Zaldibar quiere tener funcionando su nueva Haurreskola. De hecho, la urgencia es tan importante que las dudas del arquitecto municipal sobre el compromiso para cumplir los plazos de las empresas que optaban al concurso público ha provocado que éste sea entregado a la oferta más cara. Concretamente, 200.000 euros más cara en un proyecto cuyo presupuesto asciende a algo más de un millón de euros, 60% a cargo del Gobierno vasco y el otro 40% para el Ayuntamiento.
En una octavilla repartida entre los vecinos del municipio vizcaíno, el PSE califica de “chocante” y “sospechosa” la decisión municipal. El Ayuntamiento, en manos de Bildu, se ha basado en el informe técnico del arquitecto municipal para valorar los factores subjetivos del concurso público. De hecho, sólo la puntuación máxima de 40 sobre 40 puntos recibida por EGOIN le ha permitido competir con el resto de ofertas, todas más económicas, pero con calificaciones muy bajas en este área(Lurgoien 10 puntos, Construcciones Murias 15 puntos y Visconsa 5 puntos).
En las pautas del informe, en el apartado referente a las mejoras en la ejecución cuyo valor en el concurso era de 20 puntos, se establece que “se considerarán mejoras aquellas que supongan una reducción de precio”. Sin embargo, en este apartado el proyecto de EGOIN recibe la máxima calificación a pesar de ofrecer una solución hasta un 20% más cara que sus competidoras. Arantza Baigorri, alcaldesa zaldibartarra, explica que “las empresas grandes a veces tiran el precio y luego sacan el beneficio de ‘imprevistos’ y eso se ha tenido en cuenta”. “Hemos querido evaluar a ver si saben realmente de qué va la obra y si realmente van a poder ejecutarla en plazo”, añade.
En lo que se refiere a las fechas, el informe municipal también destaca que EGOIN presenta “la única propuesta donde se compromete a la finalización de las obras para el día 31 de agosto, habiendo comenzado los trabajos de desarrollo técnico el 20 de mayo aun a coste de no ser el adjudicatario”. El razonamiento, sin embargo, no parece de especial relevancia si se tiene en cuenta que en el pliego de condiciones publicado para la adjudicación ya se especificaba que todas las empresas adquirían el compromiso explícito de cumplir los plazos a riesgo de sufrir una indemnización por daños y perjuicios. Baigorri argumenta que la empresa vizcaína “es la única que puede cumplirlos porque presentaron una planificación que comenzaba después de finalizar la licitación y las demás empresas no”. También en este apartado recibió una puntuación máxima de 10 sobre 10 frente a las valoraciones mínimas de sus competidoras.
Por último, en la parte que corresponde al Estudio del proyecto y de la obra, EGOIN vuelve a recibir el máximo de puntuación posible, otros 10 puntos. Esta vez, el principal motivo es que “propone un talante negociador con la dirección de obra y la propiedad para realizar los cambios necesarios para solucionar los problemas que surjan en la obra”. La alcaldesa de Zaldibar atribuye esta explicación a que “saben que la obra es difícil y se pueden crear muchos problemas”. “Son los únicos que se han dado cuenta de que tienen que coordinar su trabajo con la empresa –Giroa- que está instalando la nueva caldera de Biomasa en la escuela municipal”, apunta. “Comprendo que el que no está metido en este tema no lo entienda muy bien, pero en este caso no podíamos mirar sólo el dinero”, concluye.
Antecedentes irregulares
Antecedentes irregulares
Según informaba Durangon en febrero de este año, la iniciativa para construir la nueva Haurreskola y dotar de una calefacción de Biomasa a la escuela municipal ya empezó con mal pie. La primera vez que se sacó a concurso el proyecto, el proceso de licitación se vio paralizado tras la detección de varias irregularidades. Un hecho que llevo al PNV de Zaldibar a “pedir las cabezas” del arquitecto y el asesor jurídico municipales.
Desde entonces, el proyecto se ha dividido en dos. Por un lado, está la renovación del sistema calefactor del centro escolar, con un valor de adjudicación final de 322.000 euros, que serán financiados en un 60% por el departamento de Educación, en un 35% por el Ente Vasco de la Energía (EVE) y el restante 5% por el Ayuntamiento. Por el otro, la nueva Haurreskola, cuyo valor de adjudicación final ha sido de 1.022.120, 40% a cargo del Ayuntamiento y el 60% restante para Educación.