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Ya tenemos sobre la mesa el acuerdo político con el que PSOE y Sumar sellan su compromiso de “nueva coalición de gobierno progresista” para los próximos cuatro años. El acto de firma y presentación ha sido muy diferente al que vimos en su momento entre PSOE y Unidas Podemos en 2019; aquellas eran dos formaciones que se querían aniquilar mutuamente pero finalmente fueron condenadas (por las urnas) a entenderse. Ahora la sensación es que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz aceptan con naturalidad que se necesitan y deben proyectar no solo conveniencia sino compenetración. En ese ambiente se desarrolló la campaña electoral, los resultados refrendaron esa estrategia y el acuerdo político refleja esa intención de profundizar en los puntos en común sin meterse en demasiados charcos donde puedan generarse conflictos entre los socios.
Yendo a lo concreto: si cumplen sus promesas, el nuevo Gobierno reducirá la jornada laboral hasta un nuevo máximo de 37,5 horas semanales. Se renovará la subvención del transporte público. Se ampliarán los permisos de maternidad y paternidad a 20 semanas. Se actualizarán las pensiones según el IPC. Se construirá vivienda pública. Habrá más dentistas y más psicólogos en la sanidad pública. Se “adaptará” el actual impuesto a la banca y a las eléctricas para mantenerlo en el tiempo. Son 48 páginas con cientos de propuestas, algunas más concretas que otras. En elDiario.es tienes varias formas diferentes de hincarle el diente:
Y tienes el podcast, en el que analizamos las líneas generales de la nueva coalición, las novedades y las ausencias de este pacto. Y hablamos de lo que falta para rematar la investidura.
Hay un par de propuestas que son especialmente llamativas. Una ya la conocíamos, es la de la reducción de la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas. Aquí el detalle. La otra es la que sugiere (de manera algo vaga, pero ahí está) que se limitarán los vuelos nacionales de corta duración (básicamente entre Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante, Sevilla…) que puedan sustituirse por un trayecto en tren de dos horas y media. Y el acuerdo le mete mano a varios asuntos pendientes de la anterior legislatura: Ley Mordaza, educación infantil y vivienda pública.
PSOE y Sumar ya han creado el punto de encuentro. Ahora esperan la llegada de los demás para acelerar la investidura. En ese camino, una nueva piedra: las bases del Consell de la República, una corriente de Junts próxima a Puigdemont, ha votado en contra de facilitar la investidura de Pedro Sánchez en una consulta con una participación bajísima y que no es vinculante, pero que ahí está.
Israel sigue retrasando “por cuestiones tácticas” la invasión terrestre de Gaza. Las bombas siguen cayendo sobre la Franja. Médicos Sin Fronteras tiene que operar a los heridos en pasillos de hospitales improvisados, a veces delante de las familias de las víctimas. Hay al menos 870 niños desaparecidos, según Save the Children, probablemente entre los escombros.
Una de las mujeres liberadas por Hamás ha contado detalles de su cautiverio en algún lugar de la red subterránea de Hamás en Gaza. Tiene 85 años. Su marido sigue secuestrado. Se dice que ha sido Qatar la encargada de mediar con Hamás para la liberación de las cuatro mujeres que han podido volver a casa hasta ahora. ¿Qué significa eso? ¿Qué tiene que ver Qatar en este conflicto? Aquí se explica.
Palestina y la Historia. No se entiende nada de lo que está pasando si no se entiende la Historia. Por eso hay que leer al escritor e historiador Tariq Ali diciendo que la incapacidad de Occidente para reaccionar a las barbaridades de Israel se debe a que “se siente culpable porque no protegió a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial”. Y por eso hay que leer este repaso de los hitos recientes que desde entonces determinan el conflicto.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.
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